Actualidad

Caminos sinuosos: el millonario esquema de las concesionarias de las carreteras del Guayas

lunes, 26 octubre 2020 - 03:06
Facebook
Twitter
Whatsapp
Email

Hace 22 años se concesionaron las carreteras del Guayas. En este tiempo casi no hubo críticas al estado de las vías, pero sí inconformidades con el esquema. Hoy la Prefectura lucha por imponer multas de 29 millones de dólares por supuestos incumplimientos y amenaza romper el contrato. 
 
“Sí, sí hay una dedicatoria y es para los corruptos. A ellos tiene  que quedarles claro que se acabó la fiesta”, dijo a Vistazo la prefecta del  Guayas, Susana González, al referirse a las  millonarias multas que ha impuesto a las  dos compañías privadas que manejan las  carreteras del Guayas desde hace dos décadas. Una batalla judicial ha empezado.
 
Limpieza al armario
González reemplazó a Carlos Luis Morales  tras su fallecimiento. En su tercer mes de  gestión ya agita el avispero contando que  esa dependencia “ha sido el basurero de  los partidos políticos” y que tras la limpieza quedará solo una tercera parte del millar y medio de empleados que encontró. 
 
Además, aseguró que han comprobado incumplimientos en la tarea de las concesionarias de las carreteras de la provincia y que por ello ha impuesto multas que  suman 29 millones de dólares.
 
Se quejó del “desequilibrio económico” que argumentan las contratistas y que  no es otra cosa que subsidios “que terminan tomando recursos del presupuesto  para otras obras”. Reveló que además de  lo que cobran a los vehículos, unos 60 millones de dólares anuales del presupuesto de la Prefectura van a las concesionarias. Esto es aproximadamente una cuarta parte del presupuesto del ente provincial.
 
En 1998, cuando se llamó a licitación internacional, las autoridades de la época anunciaron que  las vías se dividirían en dos grupos  que serían administradas por empresas diferentes. De hecho, se adjudicó a dos consorcios. Pero poco  tiempo después la ciudadanía conocía que ambos, Consegua y Conorte, tenían detrás a un mismo  accionista principal, la constructora Hidalgo & Hidalgo. 
 
Para el abogado Joffre Campaña, representante de las concesionarias, hay  una explicación lógica: “En 1998 ganan los  mexicanos y vino el Fenómeno de El Niño, que terminó de destrozar el sistema  vial y la crisis bancaria que remató el escenario. Los ganadores dijeron: No seguimos porque nuestra propuesta demanda  cierto nivel de inversión y ahora es imposible cumplir con el contrato. Es ahí cuando, siguiendo procesos autorizados por  los organismos de control, ingresaron las  concesionarias ecuatorianas asumiendo el  riesgo. Propusieron arreglar las carreteras  fijando una tarifa que les permita recuperar la inversión. Eso matemática y financieramente resiste  cualquier análisis”.
 
El recálculo implicaba un aumento del peaje de uno a 1,25 dólares. A partir de allí el Consejo Provincial decidió subsidiar la diferencia. El esquema se ha mantenido. En 2019 se recaudaron 84 millones en una decena de estaciones de peaje y pontazgo.
 
Pero adicional al subsidio, el Consejo Provincial  contrata nuevas obras directamente con las mismas  concesionarias. En 2019 este  concepto representó la tercera parte del total de ingresos de las dos  operadoras, unos 47 millones de dólares.
 
 
En los informes de los gerentes de las  concesionarias, remitidos a la Superintendencia de Compañías, se revela que el mismo día de noviembre de 2017 se firmaron  dos contratos que suman 93 millones de  dólares, uno con Concegua, otro con Conorte. Para ambos casos, en octubre de  2018 hubo un anexo “por incremento de  costos” que significó 16 millones más. Los  pagos se hacen mediante fideicomisos automáticos. Cuando el gobierno transfiere  rentas al Consejo Provincial, automáticamente le acredita la parte correspondiente en la cuenta de las concesionarias. Los  retrasos en que ha incurrido el Estado en  los últimos meses han afectado también  estas transferencias.
 
Las multas que tratan de imponer, corresponden en su mayoría a esas obras nuevas supuestamente no ejecutadas en  varios tramos de las vías Durán-Tambo  y Guayas-Manabí. El Consejo Provincial  cuenta hasta 630 días de incumplimiento.
 
La prefecta González dice que las acciones legales están basadas en los contratos  de concesión que se amparan en la Ley de  Modernización de 1996 y devela que buscar esos contratos fue una odisea. “Cuando llegué el contrato no estaba en la dirección de Concesiones. Me tomó 30 días irlo recuperando por partes en  diferentes sitios, incluso de  oficinas privadas”. Sustenta  las multas en notificaciones  que desde 2017 no habrían  sido respondidas.
 
La Prefectura alega, además, que el contrato prohíbe  que las concesionarias deleguen a terceros su operación.  Esto porque muchas de las  gestiones, incluido el cobro
de los peajes, lo hace la empresa Opevial. Ellos dicen  que: “La concesionaria es una  compañía que puede ejecutar  sus obras con sus empleados  o contratando a terceros”.
 
Acciones de protección
Las concesionarias interpusieron acciones  de protección ante lo que califican como  una violación de derechos. Para Campaña,  “No hubo notificación previa formal. Simplemente notifican a la concesionaria que  en 2017 han pedido esos cambios, como  no los hizo, se pone la sanción. Me parece,  es idea mía, que han tomado una decisión  presionados por la necesidad de hacer obra  pública”. Alega también que no puede haber obligación de ejecutar un trabajo porque hay incumplimiento de pagos.
 
Un juez aceptó el recurso y suspendió  la multa, pero otro ratificó la sanción. Para la prefecta, existen incluso causales para  la terminación del contrato. En ese caso, el  ente provincial asumiría las vías mientras  se hace una nueva licitación. Un camino  que podría también ser sinuoso.

Tags:
Más leídas
 
Lo más reciente