El Gobierno de Ecuador fusionó este lunes los estatales Banco de Desarrollo (BanEcuador) y Corporación Financiera Nacional (CFN) en una nueva entidad denominada Banco Económico de Fomento, con el objetivo de impulsar el crédito para la reactivación postpandemia.
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, en una ceremonia especial de creación de la nueva entidad, dijo que el proceso de fusión busca mejorar la eficiencia en el uso de los recursos públicos en beneficio de los ecuatorianos.
"La nueva entidad orientará su trabajo a atender, sobre todo, a micro, pequeñas y medianas empresas, que son la fuente de ingreso y sustento de millones de compatriotas", remarcó Lasso tras insistir en que uno de los mayores objetivos del Gobierno es fomentar la producción y el empleo.
El mandatario aprovechó la ocasión para criticar a sus antecesores, sobre todo a los expresidentes Rafael Correa (2007-2017) y Lenín Moreno (2017-2021), a quienes acusó de haber utilizado las instituciones financieras estatales como "caja chica" de sus administraciones y de favorecer con créditos estatales a sus "compinches".
Lasso dijo que se han debido hacer provisiones bancarias para intentar "sanear" las cuentas de las dos entidades que ahora se fusionaron y que arrastraban problemas desde los gobiernos pasados.
"Esta fusión nos permite ahorrar 25 millones de dólares al año" y "democratizar el crédito en favor de todos aquellos que necesitan recuperarse después de dos años de paralización" por al pandemia de la covid-19, agregó el gobernante.
El Banco Económico de Fomento arranca con "una cartera saneada", con activos por 5.000 millones de dólares y un patrimonio de 1.600 millones, añadió. Esas condiciones le permitirá a la nueva entidad "otorgar créditos a bajo coste a todos los sectores productivos" del país, reiteró Lasso.