En Ecuador, un número considerable de personas enfrenta el reto de tener cuentas de ahorros inactivas, una situación que puede complicar la gestión financiera. Reactivar estas cuentas es un paso crucial para garantizar un manejo eficiente de los recursos.
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El Banco Mundial, en su informe sobre inclusión financiera en América Latina, destaca que muchos ciudadanos en la región tienen cuentas que han quedado inactivas debido a diversos factores.
Comprender el concepto de "Cuenta Inactiva": Si no has realizado ninguna transacción en tu cuenta de ahorros durante seis meses a un año, probablemente esté inactiva. Es importante actuar pronto para evitar cargos innecesarios.
Verificar el estado de tu cuenta: Para iniciar el proceso de reactivación, primero verifica el estado de tu cuenta. Puedes hacerlo en línea, si tu entidad financiera ofrece banca digital, o visitando una sucursal con tu cédula de identidad y el número de cuenta.
Reunir la documentación necesaria: Algunas entidades financieras requieren ciertos documentos para reactivar la cuenta, como identificación oficial (cédula o pasaporte), comprobante de domicilio (recibo de servicios básicos) y el número de cuenta.
Realizar una transacción: Dependiendo del banco, puede que debas realizar una transacción (como un depósito o una transferencia) para que la cuenta sea reactivada.
Monitorear tu cuenta: Una vez reactivada, es fundamental que monitorees tu cuenta con regularidad. Configura alertas y notificaciones para evitar que vuelva a quedar inactiva.
“Tener acceso a una cuenta de ahorros es el primer paso hacia una mayor inclusión financiera, ya que permite a las personas gestionar su dinero de manera rápida y eficiente, y se convierte en una necesidad básica para los ciudadanos del siglo XXI", explica Esteban Correa, subgerente Comercial de Andalucía.
Según el Banco Central del Ecuador, a nivel nacional, 8,8 millones de clientes tienen cuentas de uso frecuente, lo que representa el 71,8% de la población adulta.
Aunque el nivel de inclusión financiera ha mejorado, persisten desafíos relacionados con la gestión de cuentas inactivas. En muchos casos, estas cuentas están sujetas a cargos por mantenimiento o, en el peor de los casos, a la pérdida de fondos si no se reactiva la cuenta a tiempo.