Tiene metas ambiciosas, pero confía en que llegará la inversión privada y conseguirá las alianzas público-privadas. Dice que la burocracia tiene que salir del Centro Histórico para convertir ese espacie en una ciudad universitaria y turística.
Pedro Freile se dio a conocer en 2021 como candidato a la Presidencia con el cuestionado Movimiento AMIGO, tienda política creada por el exasambleísta Daniel Mendoza, acusado por ser parte de una red de corrupción en los hospitales durante la pandemia. En la campaña a la presidencia presentó un discurso de centro-derecha y luego de las elecciones generó polémica por su acercamiento con el movimiento de ultraderecha español VOX.
Curiosamente, ahora se lanza con una Alianza entre el Partido Socialista Ecuatoriano y SUMA, y dice que la unión de izquierda y derecha es la fórmula para construir un puente y superar las contradicciones que aparentemente son irreconciliables.
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Una de las ambiciosas propuestas de Freile es convertir al Centro Histórico en una ciudad universitaria. Para esto, se deberían reubicar las oficinas municipales en otro sitio de la ciudad, aunque dice que eso todavía no está definido.
“Lo que queremos es reemplazar esos 7 mil burócratas, por 30 mil personas que entren y salgan del centro, poniendo universidades, convirtiendo al Centro en una ciudad universitaria, que al mismo tiempo sea un atractivo turístico.”
Esto, dice, dinamizará la economía. El plan se lograría con las universidades nacionales que consigan contrapartes internacionales como el MIT, que ya han ocupado ciudades como “Múnich, Florencia, Valencia, Barcelona, que nos puedan ayudar a dar una mano, no solo apariencia de utilidad al centro, sino que le den vida y tengan una motivación económica permanente para que sea sustentable”, asegura Freile.
Dice que se requieren unos 1.400 millones de dólares para cambiar los 3.300 buses a combustión interna que hay en la ciudad por unidades eléctricas. Pero que el financiamiento no es el gran problema porque la empresa privada está interesada en esto. Lo importante, afirma, es la planificación de la ciudad y esto requiere de un sistema integrado de movilidad, en el que no se cobre por pasajero, sino por distancia recorrida.
Dice que su plan está dentro los objetivos de descarbonización como en ciudades europeas, y eso garantizaría el marco y la estabilidad para el financiamiento y las inversiones. Además, ofrece construir un tren de cercanía hasta Amaguaña.
“Para atender la seguridad necesitamos tecnología, necesitamos de alguien que sepa cómo hacerlo. Ya hemos empezado a trabajar en generar los vínculos de asistencia con quienes han tenido ya éxito en la mitigación del crimen organizado en situaciones similares a las que enfrenta el Ecuador”, dice Freile, refiriéndose al caso de El Salvador y el presidente Bukele.
Promete integrar la empresa encargada de la recolección de basura, EMASEO, y la encargada del procesamiento de residuos, EMERGIS, en una sola para evitar el gasto ineficiente.
Pero la estrategia es construir cuatro lugares para procesar la basura, que reemplacen el relleno sanitario El Inga. Con esto, asegura Freile, se tendrá cuatro empresas privadas brindando el servicio y no solo una.
Actualmente, en Quito se recicla solo un 10 por ciento de la basura. Freile promete que se recuperará al menos el 60 por ciento.
Dice que es una campaña austera, que el dinero sale de su bolsillo y de amigos que lo apoyan. Cree que no gastará más de 50 mil dólares, porque maneja los recursos estratégicamente.