La semana pasada, la organización financiera internacional aprobó un nuevo programa de crédito de 48 meses para Ecuador, que permitirá el acceso a un préstamo de 4.000 millones de dólares, con el desembolso inmediato de 1.000 millones de dólares disponibles para el presupuesto público.
Este acuerdo se ejecutó bajo el Servicio Ampliado del Fondo (SAF), un programa que tiene como objetivo “apoyar las políticas de Ecuador para estabilizar la economía, salvaguardar la dolarización y sentar las bases para un crecimiento sostenible e inclusivo”.
Si bien el Gobierno de Daniel Noboa no ha brindado detalles sobre el convenio, se conoce que la actual administración se comprometió a focalizar los subsidios de los combustibles, los cuales generan un gasto de 3.200 millones.
El ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, mencionó en la carta de intención que “la mayoría de estos subsidios benefician a muchos que no lo necesitan, alientan el consumo excesivo de combustibles fósiles, socavan la transición energética, dañan el medio ambiente y crean terreno para la corrupción y el contrabando, beneficiando las actividades mineras informales y el tráfico de drogas”.
De hecho, el presidente Daniel Noboa ya había mencionado en su última gira europea que planea eliminar los subsidios a los combustibles Extra y Ecopaís.
“Son gasolinas de bajo octanaje y con un porcentaje bajo de consumo. Eso sí, deberíamos irlo eliminando poco a poco a los grupos que no lo necesitan. De esa manera no tocamos el verdadero costo de la vida”, acotó el mandatario ecuatoriano.
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La eliminación de los subsidios a los combustibles en el Ecuador ha sido un tema controversial. En el 2019, el presidente Lenín Moreno intentó hacerlo, pero esto desembocó en un paro nacional liderado por el movimiento indígena.
Durante el Gobierno de Guillermo Lasso también hubo movilizaciones por varios días y, posteriormente, se formaron mesas de trabajo para buscar estrategias que focalizaran el precio de las gasolinas, pero no se logró consensos.
Ahora la historia podría volverse a repetir, según unas recientes declaraciones del presidente de la Conaie, Leonidas Iza, quien también estuvo al frente de las anteriores protestas.
En entrevista con Radio Pichincha, el líder indígena anunció que en los próximos días convocará a una asamblea con transportistas para analizar el tema de la eliminación de los subsidios de los combustibles y sus efectos inmediatos.
“Si la gente tiene hambre, vamos a luchar”, comentó el presidente de la Conaie sobre las posibles movilizaciones. Además, recalcó que “no es una amenaza” decir que van a salir a las calles, pero subrayó que los paros nacionales han logrado “parar la imposición total del FMI”.
A criterio de Iza, la eliminación de los subsidios a las gasolinas más el reciente incremento del IVA al 15% serían una fórmula “letal” para los sectores con escasos recursos.
“El efecto inmediato del incremento del precio de los combustibles va a generar dos problemas: todas las unidades productivas incrementarán los costos y surgirá la especulación”, aseguró el político.
Mientras que la Conaie dijo en un comunicado que no apoyarán la liberación del precio de las gasolinas y que más bien debe buscarse un sistema de focalización de los subsidios para agricultores, pymes y transporte público.
Por el momento, el Gobierno no ha anunciado cómo se llevará a cabo la liberación de los subsidios, pero se habla de un sistema de compensación para los sectores que lo necesitan: taxis, camionetas y motores fuera de borda.