A confesión de parte, relevo de prueba. La agenda del correísmo no es un secreto; su líder reveló, a través de sus cuentas en redes sociales, que va tras la cabeza de la fiscal Diana Salazar. Si se mantiene compacto el medio centenar de votos de esa bancada en la Asamblea, tendría el respaldo suficiente para iniciar el proceso. Pasar las siguientes fases sería más complejo. Los socialcristianos tomarían sendas distintas.
La Asamblea Nacional se estrenó a fines de noviembre. En medio de la crisis energética (apagones y cortes); económica (amenazas de paros por falta de pagos); y de seguridad (crímenes y violencia agravados), el mensaje de la bancada más robusta del período legislativo por iniciar, que no es otro que el correísmo, tiene un tufillo a vendetta. Van por la Fiscal.
La voz de alerta la dio el asambleísta Henry Kronfle, socialcristiano. El Día de Difuntos difundió en la red X (antes Twitter) que “Nadie nos ha planteado y jamás hubiésemos aceptado destituir a la Fiscal ni interferir con la justicia. Lo hemos dicho y publicado hace más de dos años”.
La respuesta de Rafael Correa fue explosiva, por la misma red social. “Estás mintiendo. Nosotros les planteamos el juicio político a la Fiscal y lo vamos a hacer. Las pruebas son demasiado contundentes y ustedes lo saben”.
La Fiscal no dio nombres, pero sí pistas, en su cuenta personal en esa red. “No es la primera vez que los sentenciados amenazan, porque no pueden rebatir las pruebas en tribunales. Lo hicieron con sus opositores y sabemos cómo terminaron. Estoy segura que la Asamblea Nacional entiende el grave momento que atravesamos como país y no se prestará para brindarles impunidad”.
La respuesta del exmandatario incluyó tres adjetivos descalificativos hacia la Fiscal a quien acusó de haber recibido el encargo de regalo.
Pero no es la primera vez que esa agrupación política intenta destituir a la Fiscal. Ya en mayo ella vivió otro embate: fue acusada de haber plagiado su tesis, cargo que desvaneció una comisión técnica avalada por la Universidad Central. Todo indica que la misma organización política estaba detrás de esa jugada.
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Hace pocos meses cumplió 42 años y lleva cuatro al frente de la Fiscalía. El período para el que fue designada se extiende hasta 2025, porque la Constitución prevé que el cargo dure seis años. Esto tiene una razón, contemplada por los constituyentes de Montecristi: evitar que un Fiscal se someta a los vaivenes políticos.
En entrevista con Vistazo, revela que buscaron tentarle los políticos, con miras a los comicios anticipados de 2023. Pero ella apuesta a la defensa de la institucionalidad; en la Fiscalía trabajó desde 2001, ocupando distintos cargos. Ese es uno de los mayores logros de sus cuatro años de gestión, explica. “Que los delincuentes sepan que la justicia es para todos, sin importar el cargo que ocupen o quiénes sean”.
Las amenazas de juicio no le quitan el sueño. Ni las intimidaciones. En una nota de prensa escrita por el historiador Enrique Ayala Mora (su coterráneo imbabureño), relata que cuando ella investigó la trama de corrupción deportiva al más alto nivel (la versión local del FIFAgate), uno de los acusados le insinuó que alguien con su color de piel cocinaba en la casa de los futbolistas. Ella respondió con la Ley en la mano.
Fue directora general de la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE), en 2018. En abril de 2019 se posesionó como Fiscal General, ante la Asamblea de entonces. En cuatro años de gestión sentó en el banquillo a los más altos cuadros del correísmo, con su líder incluido. El caso más mediático fue quizás el de Sobornos 2012-2016. La sentencia condenatoria de ocho años quitó los derechos políticos al exmandatario. Ella afirma que la entidad que dirige no persigue personas, sino delitos.
El presidente electo Daniel Noboa, también en la red social X, se pronunció a favor de defender a quien combate el crimen organizado. Sin mencionar su nombre, le dio un respaldo tácito. Esto despertó una furibunda reacción del exmandatario Correa. “La política es algo que no le corresponde a la Fiscalía”, advierte ella cuando se le pregunta sobre el posible pacto político en la antesala de la instalación del Legislativo.
Por estos días ha trascendido información de un pacto político bajo la mesa para sacar a la Fiscal de su cargo. ¿Qué responde usted?
La política es algo que no le corresponde a la Fiscalía ni a la Fiscal General del Estado. Nosotros hemos realizado un trabajo técnico durante estos más de cuatro años y es por eso que los casos se han ganado en los tribunales, como compete, y se sostienen en el tiempo, debido a las pruebas presentadas, que han sido contundentes. Si la pretensión es sacarme del camino para lograr la impunidad, porque esa es la única forma que encuentran para lograrlo, que lo intenten. Las y los ecuatorianos sabrán juzgar a los sentenciados y prófugos que tanto daño le han hecho al país, no a mí.
Primero intentaron deslegitimar sus actuaciones como Fiscal, con la acusación que llevaría a invalidar su tesis de grado. ¿Le afectó que sus detractores llegaran tan bajo?
Considero que para llegar a hacer todo lo que hicieron sobre un “supuesto plagio” de mi tesis, moviendo recursos y personas, es porque no pudieron encontrar otro asunto para atacarme. Yo he sido una persona que he actuado siempre bajo los preceptos de la Ley.
Soy una persona que practica la honestidad y la honradez, valores que mi madre inculcó en mí y ahora le enseño a mi hija, con el ejemplo. Cuando llegó este asunto de la tesis tampoco encontraron nada, inclusive se dieron el trabajo de subirla a varios sitios web, de manera que el programa antiplagio -que en esa época no se utilizaba- ahora arroja que existen otras páginas de Internet que me citaron después y eso es lo que trataron de posicionar, sin ningún éxito. Finalmente, la Universidad Central aclaró todo. Ahora me causa gracia.
¿A qué o a quién le teme?
Quien tiene la verdad de su lado no debe temer, así que temor, solo a Dios.
¿Quién debe temerle a la Fiscal General?
Nadie, la Fiscalía investiga delitos, son los delincuentes quienes deben saber que la justicia es para todos, independientemente de quiénes sean o qué cargos ocupen.
Cuando termine su período frente a la Fiscalía, ¿dejará la vida pública?
El cargo que desempeño es muy demandante, tanto que no tengo tiempo para pensar más allá que en la agenda de esta semana, en los procesos que estamos investigando, en las audiencias que están programadas y en los requerimientos de una institución tan grande como esta. Seguimos trabajando con el mismo ímpetu como el primer día, esa es mi responsabilidad con el país.
¿Es cierto que le propusieron ser candidata para las elecciones presidenciales 2023?
Me han hecho varias propuestas, pero como Fiscal General tengo una responsabilidad que cumplir con el país y eso es lo que estoy haciendo.
¿Pensaría en una candidatura hacia 2025?
Como le dije, estoy concentrada en las funciones y competencias que me fueron encomendadas como Fiscal General, que es una responsabilidad enorme con el país, hay un sinnúmero de procesos iniciados, que están avanzando. Entiendo que el trabajo de la Fiscalía no se conoce muchas veces, debido a la reserva de Ley que lo protege; sin embargo, que no se hable de los procesos todo el tiempo en los medios de comunicación, no significa que no se encuentren avanzando, así que me encuentro enfocada en cumplir con mis responsabilidades.
¿Cómo quisiera pasar a la historia ecuatoriana?
Querer pasar a la historia y ser recordada es una cuestión de ego. Yo trabajo todos los días para dejarle un mejor país a mi hija, me gustaría que ella esté orgullosa de su madre, que vea en mí un referente, que sepa que las mujeres afrodescendientes no tenemos límites, que podemos lograr lo que nos proponemos más allá de lo que cualquier persona diga. Que reconozca las cosas importantes, como poder llegar a la noche y dormir tranquilas, eso es fundamental para mí.
¿Qué mensaje les deja a los corruptos que se sienten intocables?
No hay personas intocables, lo hemos demostrado con pruebas, en los tribunales. Hemos alcanzado sentencias para autoridades de control en funciones, sentando precedentes para todas las personas que creían que estaban fuera del alcance de la Ley. De eso se trata la justicia y eso es en lo que nos hemos enfocado en esta administración: en el acceso a la justicia, un trabajo arduo, por el que nos levantamos todos los días servidores y funcionarios de la Fiscalía General del Estado. Aún nos falta mucho camino por recorrer, pero lo estamos logrando.
¿Cuál cree que, hasta ahora, ha sido su mayor logro frente a la Fiscalía General?
La institucionalidad, demostrarle al país que es posible tener un acceso a la justicia sin interferencia de ningún otro poder del Estado, con creces han sido testigos que los procesos se han llevado a cabo sin importar quiénes eran los procesados. Durante estos cuatro años hemos demostrado que la Fiscalía puede hacer un trabajo técnico, lejos de intereses políticos y partidarios, sin influencias.