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Entrevista exclusiva con el Secretario de Estado de EE.UU. : “No les pedimos escoger entre nosotros y China”

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ofreció una entrevista exclusiva a Vistazo.

jueves, 21 octubre 2021 - 17:56
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Al cierre de su primera jornada de visita en Ecuador y luego de reunirse con autoridades ecuatorianas, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ofreció una entrevista exclusiva a Vistazo, que luego de traducirla, la compartimos íntegra con nuestros lectores.

Blinken, en funciones desde enero de 2021, es el secretario de Estado número 71 en la historia de ese país. Abogado y escritor, nació en 1962. Por la trayectoria diplomática de su familia vivió parte de su infancia y juventud en Francia, donde cursó sus estudios. A su regreso a Estados Unidos estudió derecho. Tiene casi tres décadas de servicio público. En su primera visita oficial a Ecuador, anunció que el país será un socio privilegiado en la iniciativa B3W (Build Back Better World Initiative), que ofrece fondos no reembolsables para inversión en áreas de infraestructura. Ecuador presentará un catálogo de proyectos como agua potable, mejora en aulas, desnutrición infantil, hasta enero de 2022.

En su segundo día en Ecuador el Secretario de Estado mantendrá un evento cuyo tema central será la democracia. Posteriormente viajará a Colombia.

Usted ha llegado a un país que actualmente enfrenta amenazas de paros por el precio del combustible y en medio de un estado de emergencia por la inseguridad causada por organizaciones de narcotráfico. En las horas que ha permanecido en Quito, ¿piensa que las cosas pueden mejorar?

Sí, así es. Por varias razones. Primero, creo que el presidente Lasso ha demostrado ya en los notables logros al enfrentar la pandemia de Covid-19 que el gobierno y la democracia pueden producir resultados reales para la gente de Ecuador. Es un ejemplo, pero es importante porque la crisis sanitaria era el asunto más desafiante e inmediato por enfrentar. También tengo confianza porque veo lo pasos que el gobierno está tomando, aunque son difíciles y toman tiempo, para combatir la corrupción y traer más transparencia al sector público.

Son metas grandes

Sí, como también son grandes las metas que buscan crear un mayor crecimiento equitativo, para que el progreso económico se reparta ampliamente entre más sectores sociales; para que suban los sueldos de la población; para reformar esquemas laborales y tributarios. Eso es desafiante, y también es una señal de un enorme esfuerzo y gran deseo de demostrar que un gobierno democrático puede generar y producir resultados reales en favor de la gente.

La generación que vivió las atrocidades de la II Guerra Mundial vio cambiar el mundo. La crisis global de la pandemia cambió el mundo en cierta manera. ¿Cuál es el desafío para la democracia en este nuevo contexto?

Tiene razón. La pandemia creó una nueva realidad, tal como lo está haciendo el cambio climático y ésta es la realidad. La realidad es que si no encontramos nuevas formas de cooperar juntos a nivel global, no podremos resolver los problemas que tienen impacto real en la vida de los ciudadanos. Me refiero al cambio climático. Los Estados Unidos representan el 15 por ciento de las emisiones globales. Aún si hiciéramos todo correctamente, si no enfrentamos el 85 por ciento que viene de otros países, no resolvemos el problema, entonces tenemos interés en buscar cooperación con otras naciones. Con la Covid-19, nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo. Incluso si todos están vacunados en Ecuador, si la gente en otros lugares no lo está y el virus sigue esparciéndose y mutando, para desarrollar nuevas variantes, puede regresar e impactar a la población en Ecuador o en los Estados Unidos. Esos son dos ejemplos del imperativo que tenemos de encontrar maneras para colaborar, para encontrar soluciones a problemas comunes. Lo mismo puede decirse respecto a migración y muchos de los temas graves que enfrentamos.

En este contexto, ¿cree que la democracia está en riesgo?

Sí. Vemos democracia y recesión en nuestro hemisferio. Vemos recesión en otras partes del mundo, más países se alejan de la democracia respecto de los que se aproximan a ella. Es una de las razones por las cuales lo que ocurre en Ecuador es tan importante y espero que lo logre porque, nuevamente, si un gobierno democrático puede demostrar que logra resultados reales para la gente, entonces la confianza de los ciudadanos en la democracia y en sus gobiernos crecerá, y la democracia se fortalecerá.

Un estudio del Banco Mundial, de este año, señala que en América Latina al menos cinco millones de personas dejaron de pertenecer a clase media en la pandemia. Algunos están cansados, listos para protestar. ¿Cuál es el rol de Estados Unidos?

Esto tiene que ver con la necesidad fundamental de lograr dos cosas al mismo tiempo. Una es crear reales oportunidades para la gente, pero al mismo tiempo de una manera tal que proteja sus derechos y escuche su voz en las decisiones que el país toma en relación al rumbo que elige. Espero que podemos apoyar a naciones que vayan en esa dirección, trabajemos con ellos, ciertamente lo haremos con Ecuador.

¿Cómo mira el rol de China, tomando en cuenta que es un socio importante de América Latina y de Ecuador?

Cuando se trata de China, no decimos para nada que Ecuador debe escoger entre Estados Unidos y China. No es el caso. No decimos que no se puede comerciar o tener inversiones con China, nosotros tenemos inversión y comercio con China y esa relación puede ser positiva y de mutuo beneficio; pero lo importante es esto. A veces las inversiones se hacen de forma tal que crean enormes deudas en los países que las reciben, a veces no respetan al ambiente en proyectos enormes.

Es el caso de Ecuador

Quizás no logran los estándares técnicos adecuados; talvez no respetan los derechos de los trabajadores. Les decimos a los países que buscan inversiones, que deben insistir en los mejores estándares. Segundo, e insisto, creemos en la inversión y el comercio con los países, por supuesto incluida China, pero puede haber algunas áreas sensibles en nuestra economía, por lo que debemos mirar cuidadosamente de dónde vienen las inversiones y cómo pueden ser usadas. Desafortunadamente, por dar un ejemplo, en el caso de China, no hay distinción entre compañías supuestamente privadas y estatales. Y si el Estado demanda algo de esas compañías, ellas deben responder. Por ejemplo, inversiones en tecnologías de la información. Si la compañía controla el sistema de información y el Estado chino requiere que se le comparta la información, puede acceder a ella. Como China tiene desafíos en lo que tiene que ver con respecto a los derechos humanos y a la privacidad, es algo que los países deberán mirar antes de aceptar una inversión en estas áreas sensibles, específicas. Pero insisto, no estamos diciendo que no invierta, no reciban inversión, no comercien, para nada.

¿Cree usted que el mundo está preparado para una nueva pandemia, entendiendo que con certeza sobrevendrá una?

De seguro, la respuesta es no. Hay demasiado por hacer para estar mejor preparados para la próxima pandemia porque tenemos casi certeza de que habrá una nueva, no sabemos cuándo y dónde. Lo que sabemos es que seremos más efectivos en enfrentar una nueva crisis sanitaria si tomamos medidas y hacemos compromisos concretos, que no hicimos con esta pandemia. Ejemplo, debemos asegurarnos de que los países tienen capacidad de detectar un brote pandémico. Debemos asegurarnos de que todo el mundo está de acuerdo en la responsabilidad de compartir información de manera inmediata; la obligación de dar acceso a expertos internacionales con absoluta transparencia para adelantarnos a una crisis. Debemos estar seguros de que hay adecuado financiamiento para que los países puedan acceder a medidas de protección si se produce el brote de un virus.

Es exactamente lo que no tuvimos al inicio de la crisis por el Covid-19 y eso explica lo que ocurrió. ¿Es así?

Hay mucho trabajo por hacer para asegurarnos de que en una nueva crisis estemos mejor preparados, estamos muy enfocados en eso.

¿Entendemos entonces que ahora Estados Unidos tiene conciencia de su responsabilidad frente a una nueva pandemia?

Sí. Es una responsabilidad compartida, cada país asume su parte, vamos a trabajar con la comunidad internacional para asegurarnos de estar mejor preparados y que no veamos otra vez las terribles consecuencias que ya vivimos.

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Fotos: Segundo Espín

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