El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú destacó este domingo los informes preliminares de las delegaciones de observadores internacionales que subrayaron "la transparencia y la imparcialidad" de los organismos electorales del Perú en la segunda vuelta presidencial del pasado 6 de junio.
Así, a través de un comunicado, el JNE insistió en que las misiones electorales internacionales descartaron la existencia de irregularidades y fraude, argumentos que sustentan el pedido del partido fujimorista Fuerza Popular de anular unos 200.000 votos de zonas rurales y andinas del país.
El organismo electoral recordó que un total de 160 observadores de diferentes países fueron acreditados para verificar el trabajo de los miembros de mesa, personeros y fiscalizadores antes, durante y después de los comicios presidenciales.
En concreto, el JNE destacó el informe de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que tuvo la mayor cantidad de observadores y felicitó a las autoridades electorales del país andino "en un contexto complejo, marcado por la pandemia y la polarización política".
El responsable de esta delegación, el excanciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano, aseveró ya la semana pasada que en todos los encuentros que mantuvo durante su trabajo "observó un proceso electoral positivo" y constató que "la misión no ha detectado graves irregularidades".
Igualmente, la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE), el Parlamento de Mercosur y el Comité Ecuatoriano de Derechos Humanos y Sindicales (CEDHUS) también resaltaron el buen desempeño del proceso electoral.
Estos informes dejarían sin sustento las tesis de "fraude" que defiende la candidata derechista Keiko Fujimori desde que en la noche electoral comenzó a ser patente que iba a perder la votación.
Cuando el agónico conteo de votos ya daba una victoria casi irreversible a Pedro Castillo, Fuerza Popular pidió la nulidad de unos 200.000 sufragios de zonas rurales y andinas que abrumadoramente apoyaron al candidato izquierdista, donde dicen que hubo irregularidades y "fraude en mesa".
Sin presentar pruebas fehacientes, el equipo de Fujimori dio como argumentos supuestas falsificaciones de firmas de miembros de mesa, o falsificaciones de resultados de mesa sólo por el hecho de que estas no consignaban ni un solo voto para la candidata.
Todos estos pedidos han sido rechazados en primera instancia por los Jurados Electorales Especiales (JEE), la mayor parte de ellos por defectos formales (falta de pago de tasas o por haber sido presentados fuera de plazo) pero también porque no existe prueba alguna que sustente tal pedido.
Esta maniobra legal del fujimorismo ha dilatado la proclamación oficial del vencedor del ajustado balotaje que, con el escrutinio completo, venció Castillo por unos 44.000 votos más que Fujimori, quien obtuvo el 49,87 % de los sufragios, frente al 50,125 % de su rival.