Nicolás Maduro asume este viernes 10 de enero su tercer mandato consecutivo, entre acusaciones de fraude y aislamiento internacional, pero con el apoyo de los militares y el resto de los poderes del Estado a sus pies.
La investidura se produce un día después de una marcha opositora que terminó con la denuncia de un breve arresto de su líder María Corina Machado, que el gobierno negó y calificó de "invento", mientras el plan de Edmundo González Urrutia de asumir el cargo se vuelve cada hora más improbable.
"¡Estamos listos! El 10 de enero el candidato presidencial, electo y proclamado por las autoridades electorales se va a juramentar ante la Asamblea Nacional", escribió Maduro en su canal en Telegram. "No habrá fascismo (término con el que se refiere a la oposición) ni imperialismo que lo pueda detener".
El acto de investidura está previsto para el mediodía en la sede del Parlamento, que el chavismo controla. Maduro -que ya movilizó a sus seguidores el jueves- llamó a salir "por millones" para la juramentación.
En los alrededores del legislativo y el resto de los poderes públicos, en el centro de Caracas, fueron desplegados centenares de agentes de seguridad fuertemente armados, parte de un plan de "defensa" nacional de Maduro.
Las autoridades anunciaron el viernes de madrugada el cierre de la frontera con Colombia hasta el lunes ante la supuesta "información de una conspiración internacional para perturbar la paz de los venezolanos", dijo el gobernador del fronterizo estado Táchira, Freddy Bernal.
Por su parte, Estados Unidos -que niega cualquier complot- ha expresado su reconocimiento a González Urrutia, que visitó la Casa Blanca esta semana. El próximo presidente, Donald Trump, se refirió a él el jueves como "presidente electo".
En el poder desde 2013, ungido por el fallecido Hugo Chávez, Maduro ha gobernado con mano de hierro con apoyo de la Fuerza Armada. Ha sido tachado de "dictador" por sus detractores.
"El sector militar es aún más crucial de lo que ya era antes de la elección para decidir si permanece el gobierno de Maduro o si se abre la posibilidad de una transición", explicó a la AFP Mariano de Alba, abogado especialista en relaciones internacionales.
González Urrutia ha llamado a los uniformados a reconocerlo, pero la jerarquía ha jurado "lealtad absoluta" a Maduro.
El opositor visitó el jueves República Dominicana, última escala de una gira internacional que debía culminar en un vuelo privado a Caracas para intentar jurar por la presidencia. No hay información de esa u otra estrategia.
Mientras, Maduro promete un tercer mandato de "paz" y recuperación económica, tras pasar buena parte de sus 12 años en el poder en recesión, alta inflación y escasez. Más de siete millones de venezolanos migraron huyendo de la crisis, según la ONU.
Asimismo, se vislumbran posibles nuevas sanciones con el regreso de Trump, quien en su primer mandato implementó un embargo petrolero.