Quería escribir un texto para conmemorar el 8M recordando a quienes ya no están. Sin embargo, pensándolo bien, me parece un acto de justicia en tiempo real hablar de las que ponen el cuerpo hoy. Las mujeres que construyen igualdad con su existencia, dando pasos que abren camino y hacen de la coherencia bandera.
Las Activistas
A ustedes siempre gracias.
Aunque a veces sus formas nos resulten fuertes o incomprensibles, sé muy bien que actúan con la carne viva. Jugándoselas todas en las calles, con sus plumas, en las cortes y las redes sociales. Son el rostro de la empatía y el nombre que no se calla. Ustedes hacen que las cosas pasen y paren justicia.
Las Madres
¿Qué sería de todos sin su entrega diaria?
A ustedes que renuncian a la paz de quien duerme sin incertidumbres y que conocen de magia y milagros. Ustedes las que perdieron a quien llevaron en sus entrañas y se levantan para seguir por los que quedan para buscar reparación... cuando saben que lo único que quieren -y no va a pasar- es que vuelva la vida de sus vidas. Ustedes que nunca se rinden. Que perfeccionan el arte de salir a trabajar dejando biberones listos y el corazón en la casa. Que aprenden a sostener y soltar por instinto, como si supieran olfatear a la libertad cuando llega y reclama su espacio. Y se hacen a un lado. Se postergan por amor. Se reinventan con cada hij@ encontrando ese idioma que les define para finalmente reconstruirse a partir del tiempo que les vuelve como el mar bravo. Con oleajes e impacto.
Las Profesionales y Trabajadoras
A veces también son madres y activistas. Son las que forjan su destino mientras rompen esquemas y abren espacios. Quienes ven en los retos una oportunidad para hacer historia y las que, incluso sin saberlo, se convierten en la inspiración de otras. Son una invitación a soñar pero sobre todo a cumplir sueños. Su esfuerzo diario dinamiza la economía, desarrolla naciones y potencia comunidades. El sudor de su entrega y el cansancio de los días más duros lo vemos, lo agradecemos y lo valoramos. Son el cambio en marcha.
Las que ponen el cuerpo hoy son tan importantes como las que lo pusieron ayer. Son las que pasan hambre y pobreza por debajo de umbrales imaginables. Porque las más pobres de los pobres son mujeres. Son esas millones de niñas que nunca aprenderán a leer y escribir. Son las que están condenadas a tareas domésticas y embarazos forzados porque nacieron sin oportunidades.
Las que ponen el cuerpo hoy son las que merecen saber este 8M que el mundo va a cambiar. Lo vamos a cambiar aunque dejemos la piel en ello.
Por nosotras. Por nuestras hijas. Por las que vienen.