Alfredo Pinoargote

Dedicatorias

lunes, 12 octubre 2020 - 02:51
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    POR ALFREDO PINOARGOTE
     
    Desde la maternidad la restauración democrática vio  la luz con una marca de  familia, las dedicatorias electorales  que habían aparecido en restauraciones anteriores para evitar que el  vicepresidente del loco Velasco termine de presidente. Pero a estas dedicatorias les salió el tiro por la culata. Al profeta Velasco le brotó un  vicepresidente de otra papeleta, a  don Buca no lo dejaron ser candidato pero el de la dictadura no triunfó, y entonces surgió el mito del endoso o transferencia de votos. Que  con Jaime Roldós funcionó pero le  salió hijo macho al padrino.
     
    El endoso o transferencia de  votos que ha bailado buenos perreos en estos 40 años resulta en  verdad un mito porque no hay  un comportamiento estándar del electorado pese al estándar judicial que se le ha adherido. Así el  retorno de Abdalá en 1988 por  el PSC no benefició a Sixto sino  a Borja, y el de 1990, del mismo  loco por Rodrigo Borja, llevó en
    1992 a una final insólita entre dos  socialcristianos. Pero fue un retorno que dio frutos cuatro años  después, en 1996, contra el binomio febresborjista que formaron  el delfín de León y el canciller de  Borja. La judicialización de Abdalá volvió y Pachakutik desfiló con  su ataúd por las calles de Quito.
     
    En 1998 la alianza de los delfines de León y Hurtado, con el  loco en el exilio bajo orden indefinida de detención preventiva,  dio como resultado la aplanadora PSC-DP en el Congreso pero  corrió como candidato del gran ausente un empresario políticamente  desconocido que besó el triunfo electoral que le arrancharon en territorio de León. Ese fue el primer caso de  transferencia de votos de un prófugo  de la justicia. Después en 2006 vino  Gilmar luego de que el depuesto Lucio  rompiendo la tradición fletó un avión  desde Bogotá y vino a la cárcel.
     
    Hoy el prófugo de Bruselas, que preparó cuidadosamente su exilio y está  sentenciado por haberse empoderado de  una maquinaria delictiva que subyugó el  sufragio libre, amenaza correr por papeleta electoral sustituta. Espera que le rechacen el cambio, pero lo correcto es que  el pueblo vote a conciencia y rechace a su  candidato en las urnas. 

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