Pareja de abuelitos se separó en la juventud y decidió revivir su amor 55 años después
Más de cinco décadas después de haber finalizado su relación, Mary Porto de 74 años, y Raymond Widmer de 75, se dieron una nueva oportunidad en el amor. La pareja de abuelitos logró reencontrarse, y revivir los sentimientos que habían dejado de lado cuando apenas tenían la mayoría de edad.
Su historia inició en 1958, cuando Mary tenía 18 y Raymond 19. Ella, originaria de Brasil, se había mudado a Bélgica por el trabajo de su padre, y posteriormente, se inscribió en una escuela de arte ubicada en Suiza.
“En la secretaría, mientras me presentaba en el instituto, un joven apuesto no dejaba de mirarme”, relató Porto, y aseguró que no prestó atención al hecho debido a que se encontraba nerviosa y concentrada en otras actividades. “Después de ese día, comencé a darme cuenta de que dondequiera que iba, estaba esa figura sonriente mirándome. Me armé de valor y lo invité a tomar un café”, dijo.
Tras varias citas, el amor entre ambos empezó a surgir, sin embargo, su mayor avance se dio una vez que Mary decidió dar el paso. “No me gusta perder el tiempo. Así que decidí que era hora y le ‘pegué’ un beso. Si tiene que ser, será, si no, se acabó”, recordó.
La relación entre los jóvenes duró seis meses, y otro medio año mediante correspondencia puesto que Porto tuvo que volver a Brasil. Aunque en un principio las cartas eran continuas y con aquella pasión que caracteriza al amor en sus primeras etapas, con el tiempo, estas simplemente dejaron de llegar.
Entonces, Mary se reencontró con un viejo amigo, Samuel, que posteriormente se convirtió en su esposo y padre de sus hijos. Aunque ambos pasaron 16 años juntos, su relación terminó, y luego, ella contrajo matrimonio dos veces más.
“A los 70 años dije que había dejado el mercado y que ya no quería tener nada que ver con los hombres. Me había casado tres veces, estaba llena, quería envejecer en paz y ser abuela. Pero a los 74, todo cambió”, indicó.
Una carta amarilla con sello azul suizo se convirtió en el punto de inflexión que cambiaría su decisión. “Cuando tomé la carta, fue mucha emoción, su fantasma casi se materializa frente a mí. No podía creerlo”, dijo la mujer.
La hoja había sido enviada por Raymond, quien le mencionaba que, pese a que estuvo casado, jamás olvidó el amor que surgió entre ellos 55 años atrás. Asimismo, le indicó que mientras ordenaba sus cajones, encontró un obsequio que ella le había dado durante su noviazgo, lo cual fue señal suficiente para dirigirse al Consulado de Ginebra y solicitar la dirección de Mary.
Entonces, la comunicación entre los dos inició nuevamente, y ella no dudó en viajar y verlo otra vez. “La gente me pregunta: ¿cómo tuviste el coraje? Y sinceramente no lo sé. Decidí pagar para verlo”, dijo.
“Nuestra gran sorpresa fue que habíamos envejecido de manera similar. Hoy podemos estar horas sin decir una palabra, cada uno en su rincón, feliz”, indicó la mujer sobre el reencuentro con su novio de juventud. “Realmente creo que fue un milagro lo que nos sucedió. Nuestro trato es vivir el hoy, felices y juntos. El amor no envejece, al contrario, es la fuente de la eterna juventud”, culminó la mujer, quien junto a su ahora pareja, publicó un libro llamado 'La carta amarilla', en donde cuenta detalles sobre su historia.