La muerte de Maurizio Gucci: Estos son los motivos por los que su esposa planeó el asesinato

6 diciembre 2021 - Entretenimiento

Luego del estreno de ‘House of Gucci’, protagonizada por Lady Gaga, la historia de la trágica muerte de Maurizio Gucci, volvió a sonar en el medio.

El empresario, heredero de la dinastía italiana que dirigía la marca de lujo, fue asesinado hace 26 años en las escalinatas de su oficina en Milán, a manos de un sicario que le disparó tres veces por la espalda.

Al momento de su muerte, Maurizio tenía 46 años. Y aunque en aquel entonces nadie sospechó, años más tarde, se supo que quien orquestó el ataque fue su esposa, Patrizia Reggiani, quien planeó la fatalidad a partir de un deseo de venganza.

$!Foto: Afiche promocional de House of Gucci.

Gucci y Reggiani se conocieron durante una fiesta de los años 60. “Me miraba como un pez herido, se enamoró perdidamente de mí. Pero yo era la reina de Milán, conmigo tenía que ir despacio”, contó en una entrevista con The New York Times.

La madre de Patrizia era mesera, y se casó con un hombre mucho mayor que había obtenido una fortuna en el negocio del transporte. No pertenecían a la alta sociedad, pero eran ricos. Sin embargo, a los 20 años, la hija de este matrimonio se hizo camino en la élite debido a su estilo, belleza, y dinero.

“Al principio no pensaba mucho en él. Me parecía un chico tímido con los dientes torcidos”, dijo sobre Maurizio, y aunque ella tenía otros pretendientes, el heredero insistió en conquistarla. Reggiani, acostumbrada a los lujos, renegó cuando su novio fue a recogerla en un auto económico. “Prefiero llorar en un Rolls-Royce que ser feliz en una bicicleta”, dijo años después.

Se casaron en 1972, cuando ambos tenían 24 años, y contra la opinión de los Gucci. “Nos divertíamos mucho –dijo Patrizia a The Guardian–. Éramos una pareja espectacular, y teníamos una vida espectacular”.

Según sus palabras, el amor se habría congelado con la muerte de Rodolfo Gucci, padre de Maurizio. Este último, que había trabajado en la compañía desde hace 15 años, heredó el 50% de la misma y, de acuerdo a su ex esposa: “como si ya no tuviera que cuidar de nada ni de nadie, se volvió loco. Hasta ese momento yo lo asesoraba sobre todos los asuntos de la marca. Pero ahora quería ser el mejor, y dejó de escucharme”.

Para 1985, Maurizio le habría dicho a Patrizia que iría a un viaje de negocios a Florencia, pero no volvió. Luego de 13 años casados, el hombre dio inicio a una nueva relación con una mujer más joven, pero no tuvo el valor de contárselo a su esposa. Reggiani se enteró de lo ocurrido mediante el médico de la familia.

$!Adam Driver y Lady Gaga en House of Gucci.

Con dos hijas pequeñas, Patrizia se llenó de resentimiento, lo que desencadenó el comienzo de un hecho que trascendió en la historia.

Con los años, Maurizio no supo administrar la marca, y no ganaba lo suficiente para ejecutar sus ideas y estrategias, así que tuvo que vender la totalidad de la compañía a Investcorp por 200 millones de dólares. Por lo que el imperio familiar había llegado a su fin.

“Estaba enojada con él por muchas razones en esa época –le dijo Reggiani a The Guardian–. Pero sobre todo, por esto. Perder el negocio familiar. Eso era estúpido. Eso era un gran error. Estaba llena de ira y no había nada que pudiera hacer”.

Un año antes de la venta, Patrizia había sido diagnosticada con un tumor cerebral, y el padre de sus hijas no se interesó en aquello, pero le dolía aún más la pérdida de la marca.

Cuando Reggiani se enteró que su ex tenía deseos de contraer matrimonio con su nueva pareja, Paola Franchi, con quien convivía hace cinco años, pensó en asesinarlo.

En una entrevista con Corriere, la mujer declaró: “'Le preguntaba a todo el mundo, hasta al carnicero: ‘¿No habrá alguno con el coraje de matar a mi marido?'".

20 años atrás, Patrizia había conocido a Pina Auriemma, una vidente que se encargó de contactar a los hombres implicados en el crimen de Maurizio Gucci.

En un principio, nadie sospechó que la autora intelectual de la muerte del heredero habría sido su exesposa, pues él se había hecho de varios enemigos a lo largo de su vida.

Al día siguiente del asesinato, Patrizia envió una orden de desalojo a Paola, quien compartía un departamento con Maurizio. Franchi vio con angustia que la disposición se dio tan solo 3 horas después de la muerte de su conviviente.

En la madrugada del 31 de enero de 1997, dos años después del suceso, la policía detuvo a la viuda de Gucci. Cuando las autoridades le preguntaron si conocía los motivos por los cuales estaba siendo detenida, Reggiani no tardó en contestar: “Sí, por el homicidio de mi marido”.

Antes de ser llevada por la policía, Patrizia tomó sus joyas y abrigo de piel. Aunque uno de los detectives le recomendó que no lleve aquellos artículos a la cárcel, ella mencionó: “Mis joyas y mi tapado van donde vaya yo”. Reggiani fue condenada a 29 años de prisión luego de varias investigaciones. Sin embargo, cumplió con 18.

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