Kim Kardashian volverá a París para testificar en juicio por el millonario robo de 2016
La estrella fue amarrada y amenazada por una banda de ladrones que se llevó joyas valoradas en más de seis millones de dólares.
París está a punto de revivir un mediático caso: el asalto a Kim Kardashian durante la Semana de la Moda de 2016. Casi nueve años después de aquel suceso que conmocionó al mundo del entretenimiento, la empresaria y estrella de reality show regresará a la capital francesa para testificar en persona ante el tribunal de apelación de París.
El juicio penal comenzará el 28 de abril, y según el calendario provisional, Kardashian subirá al estrado el 13 de mayo. Así lo confirmó su abogado estadounidense, Michael Rhodes, quien aseguró este lunes que su clienta está dispuesta a revivir en sede judicial una de las experiencias más traumáticas de su vida.
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En la madrugada del 3 de octubre de 2016, Kim se encontraba sola en una residencia privada de lujo cuando un grupo de hombres enmascarados, algunos vestidos como policías, irrumpió en el lugar. Dos de ellos le pusieron una pistola en la sien, mientras otro, con un fuerte acento francés, le exigía que entregara su anillo. Luego fue atada, amordazada y encerrada en el baño, mientras los ladrones huían con joyas valoradas en más de seis millones de dólares. La mayoría de estas piezas jamás fueron recuperadas.
La escena parecía sacada de una película de crimen: tres hombres hacían guardia en la recepción del edificio, mientras otro los esperaba afuera en un automóvil. La policía describió al grupo como una banda de ladrones “a la antigua”, sospechosa de haber perpetrado el mayor robo a una persona en Francia en las últimas dos décadas.
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El testimonio de Kardashian es clave en este proceso judicial que busca cerrar un capítulo largamente abierto. No solo aportará detalles cruciales sobre lo ocurrido aquella noche, sino que su presencia en el tribunal simboliza también una especie de justicia emocional: la de una mujer que, con miedo, coraje y memoria, está dispuesta a encarar cara a cara el horror que vivió.
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