Limpiar nuestras playas es trabajo de todos
Colectivo Cabos es un proyecto que inició desde hace 7 años en Ecuador, bajo el liderazgo de Sergio Moraga, un chileno que llegó al país es búsqueda de playas más cálidas y al poner un pie en la arena se encontró con una realidad tremenda por la contaminación de cabos en las mismas. Una realidad muy diferente a otras partes del mundo.
Entendiendo y averiguando sobre por qué se da está problemática, encontró que hay malas practicas y falta de regulación. En su deseo por cambiar esta realidad, junto a otras asociaciones como Mingas por el Mar, Pacífico Libre, Amiguitos del Océano, donde todos tenían la misma preocupación; dejaron de preocuparse y empezaron a ocuparse. Cogieron una muestra de cabos de una de las mingas y la llevaron a un laboratorio.
Allí encontraron que están hechas de polietileno y otros materiales perjudiciales para el medio ambiente, pero que son 100 % reciclables, entonces generaron un proyecto que sea capaz de recolectar cabos, recuperarlos y transformarlos.Después de pandemia y de investigar mucho, hoy, Colectivos Cabos está dedicado a la primera economía circular y local entorno a la recuperación de cabos de pesca.
En el día a día recuperan los cabos que están en las playas y en el océano, hacen un proceso de descontaminación, es decir, quitar sales u otros materiales enredados, lo recolectado se lo envía a plantas aliadas y empieza el proceso de triturado, este insumo se puede convertir en madera plástica, pellets, mesas, sillas, palets, maseteros, porta vasos, quillas de surf y gafas.
Cuidando del medio ambiente
En el colectivo hacen todas las pruebas técnicas del insumo para asegurarse de que lo que se va a volver a colocar en el mercado va a generar ingreso y no genere más daño al ecosistema. El procesos tiene un carbono neutro, y no hay ningún tipo de adictivo.
En el 2022 recuperaron 15 toneladas de cabos y hasta septiembre del 2023 llevan 30 toneladas. "Se espera llegar a fin de año 80 toneladas", nos dice Sergio. Cada cierto tiempo con los pescadores artesanales de las comunidades realizan un campeonato llamado “La nueva pesca” todas las cooperativas se organizan y salen al mar compitiendo durante un día para pescar residuos de cabos y redes en el mar.
"Ahora estamos activos cada semana en Playas Villamil, en Anconcito y Santa rosa, abarcamos desde Salinas hasta Libertad", puntualiza el líder de Cabos. Además, trabajan en colaboración con otra organización en Manta, llamada Bureo, que esta presente en varias partes de latinoamérica.
Y es que la mayor cantidad de cabos contaminantes vienen de la pesca industrial, no solamente ecuatoriana, sino también producto de las corrientes marinas que pasan por Ecuador y que trae de otras pesqueras internacionales, que terminan botando el cabo en alta mar, y llega a las costas ecuatorianas. “Así como llegan ballenas a nuestras costas, llegan cabos”, detalla.
¿Cómo perjudican los cabos al ecosistema?
Los cabos tienen varios impactos negativos y únicos en el planeta, son desperdiciados y hay un volumen enorme de ellos en el mar, de hasta 250 metros, estos se hunden en el océano y generan falsos arrecifes. Al general esto, especies como las langostas van a parir y reproducirse allí y no pueden generar correctamente la reproducción y se mueren. Esto afecta directamente toda la cadena de alimentación del sistema marino.
Además, cuando el cabo se empieza a descomponer con el tiempo, se convierte en trozos pequeños de plástico y de eso se alimentan animales como tortugas, que los confunden con alimento y al digerirlo luego no pueden sumergirse, flotan, y eso hace que se mueran. Y cuando ya esta convertido en microplástico afecta de una manera trasversal a un montón de especies. Hoy por hoy, los seres humanos estamos consumiendo plástico a partir de productos marinos sin saberlo, hay estudios en Alemania y en Holanda que certifican que tenemos micro plástico en la sangre.
"Queremos destacar lo importante de accionarse. Todos podemos colaborar, los invitamos, todos podemos trabajar desde el sector privado, empresas públicas, ONGs, gobiernos locales y nacionales. Además, creo que es importante que todos cambiemos el chip, el 99 % de las cosas que desechamos no son basura, son residuos que pueden ser transformados, lo que falta es voluntad de querer transformarlos. Tenemos la expectativa de llegar a trabajar y cubrir todo el perfil costero ecuatoriano", señala Sergio Moraga.
Y es precisamente por esto que Colectivo Cabos trabaja en colaboración con el GRUPO ECO DATA, quién junto a la comunidad y los guardaparques del Área Nacional de Recreación Playas Villamil, brindan el rescate, asistencia y tratamientos para la recuperación de fauna como: tortugas marinas, piqueros de patas azules y pelícanos, entre otros, afectada por la contaminación y malla intervención humana.
Incluso, desde el sector privado, AJECUADOR en alianza con Colectivo Cabos y su marca CIELO ayudan a conserva las playas, la fauna y la diversidad del país, recogiendo cerca de 2 toneladas de cabos de mar y 1 tonelada de plástico. "Con Colectivo Cabos hacemos cerca de 6 mingas, desarrollamos la pesca 180 donde se recogen los cabos, se analizan, se limpian y se transforman en materiales como vasos reciclados, porta vasos, ceniceros, gorras o gafas. Nuestro objetivo es recolectar cerca de 40 toneladas hasta lo que acabe del año para poder generar reciclaje inverso y hacerlo material que puedan utilizar las personas. En la última minga tuvimos 60 voluntarios y en la siguiente queremos duplicar la presencia", comentó Rolando Torres, jefe de marca CIELO AJECUADOR.
Área Nacional de Recreación Playas Villamil
Es una superficie de tierra y/o mares especialmente consagradas a la protección y el mantenimiento de la diversidad biológica, así como de los recursos naturales y los recursos culturales asociados, y manejadas a través de medios jurídicos u otros medios eficaces (UICN, 1998). Actualmente el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), está constituido por 50 áreas protegidas y Playas Villamil es una de ellas. Playas Villamil tiene un área terrestre y la franja marina de dos kilómetros de ancho frente a la costa se estableció con la finalidad de cuidar las playas, proteger los remanentes naturales de ecosistemas. Incluye 14 kilómetros de playas de arenas blancas que van desde la ciudad de General Villamil, conocida como Playas, hasta el poblado de Data de Posorja, en el extremo sur de la península de Santa Elena.