Cuando el volumen es peligroso
Escuchar música a todo volumen o pasar con los audífonos todo el día puede exponernos a daños severos en nuestra salud auditiva. Conoce cómo puedes prevenir daños permanentes de audición.
Sin duda, aunque el avance de la tecnología ha representado una gratificación en muchos sentidos de la vida para los millennials, es imposible negar que esto también traiga sus consecuencias, en especial, cuando de salud auditiva se trata. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 50 % de la población mundial entre 12 y 35 años podría tener una pérdida auditiva irreversible debido a los sonidos estridentes a los que se expone. Además, indican que los jóvenes de hoy, cuando cumplan 50 años, tendrán la salud auditiva de una persona de 80 años, si no se toman los correctivos correspondientes y siguen con la sobreexposición de sonidos fuertes y constantes.
Y es que ¿has notado que el volumen cada vez es más alto en el cine, en restaurantes e incluso en las tiendas? La audióloga Martha Quishpe Carrera, especialista en salud auditiva, nos comenta que la exposición prolongada al ruido causa daño en las células ciliadas del oído interno, deteriorando la audición, “a mayor tiempo y mayor volumen de la exposición a sonidos altos por tiempos prolongados, mayor será el nivel de pérdida auditiva que presenten las personas”. Por ello, la experta nos aclara puntos importantes para cuidar de nuestros oídos y no perder nuestra facultad de escuchar de manera efectiva.
Empezar a bajar el volumen
Sin darnos cuenta, pequeños hábitos cotidianos que tenemos pueden estar deteriorando nuestra salud, entre ellos, se destacan los siguientes:
- La exposición a sonidos fuertes y constantes, lo recomendable es aplicar la regla 60x60, es decir, oír por un periodo máximo de 60 minutos al día y con un tope de 60 decibeles (dB).
- Si al usar audífonos, airpods, o auriculares de tapón las personas a tu alrededor pueden oír tu música, es crucial empezar a bajar el sonido.
- Algunos ambientes ruidosos como conciertos, festivales o zonas de construcción cercanas también pueden afectarnos. Se recomienda usar protección auditiva para protegernos.
- Máquinas de trabajo, algunos videojuegos, electrodomésticos caseros o incluso el cine en casa nos enfrentan a sonidos más altos de forma más intensa que antes. Si tenemos dificultad para escuchar y entender conversaciones mientras estamos bajo este efecto, hay que bajar el volumen.
Cuidando nuestros oídos
Las secuelas por una sobreexposición al sonido y el uso constante de audífonos pueden causar un descenso gradual en la audición, nos comenta la especialista. “Una pérdida auditiva no tratada a tiempo puede contribuir a generar problemas cognitivos”, nos destaca como la más severa. Dificultad para escuchar cuando hay ruido de fondo, tener zumbidos en uno o ambos oídos, desorientación o falta de equilibrio son algunos posibles signos de alerta. Por eso, se aconseja tener controles audiológicos regulares anuales con su médico especialista.
Recuerda que cualquier sonido que haga que tus oídos resuenen están causando potenciales daños a tu audición. Intenta evitar la fatiga auditiva que cansa a los músculos del oído, generando incomodidad, y aprecia escuchar a bajo volumen, conéctate más con sonidos naturales y empieza a bajar el volumen de la tecnología.
¿Todos los audífonos son malos?
Todo audífono con sobreexposición y tiempo de uso constante va a causar pérdidas auditivas tempranas. Los audífonos con cancelación de ruido ayudan limitando el uso de un volumen alto, ya que no necesitan aumentar el volumen para ahogar el ruido exterior, pero siempre hay que tomar en cuenta que no puede pasar de un tiempo determinado de uso diario, porque también altera la relación del usuario con su entorno, indica la experta.