¿Cómo se relacionan las emociones con lo que comes?
El Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra anualmente el 10 de octubre, es promovido por la Federación Mundial de la Salud Mental. Según la OMS, este es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, aprender y trabajar adecuadamente e integrarse en su entorno.
Por esa razón, las prácticas de autocuidado se vuelven esenciales y un tema que gana relevancia es la relación entre nutrición y salud mental, ya que la alimentación puede influir en nuestro bienestar psicológico y viceversa.
“Hay una estrecha relación entre el cerebro y el aparato gastrointestinal, generalmente conocido como el segundo cerebro. Se estima que aproximadamente un 80% de la serotonina se encuentra en el tracto gastrointestinal. Este neurotransmisor influye en nuestro estado de ánimo, la ansiedad y la felicidad”, comenta el Dr. Nataniel Viuniski, especialista de Herbalife.
Además, emociones como la tristeza, ansiedad y soledad pueden tener un gran impacto en el comportamiento alimentario, llevando al aumento del consumo de alimentos ricos en calorías, grasas y azúcares, que activan el sistema de recompensa del cerebro y proporcionan una sensación temporal de confort y placer.
“Estos alimentos estimulan el sistema límbico del cerebro, responsable de las emociones y comportamientos, proporcionando una sensación de placer inmediato. Sin embargo, este efecto es temporal y puede llevar a un ciclo de consumo excesivo, especialmente en momentos de estrés. Además, algunos de ellos pueden contribuir al aumento de la inflamación en el cuerpo, que está asociada a un mayor riesgo de depresión y deterioro cognitivo”, afirma el experto.
Por otro lado, hay varios nutrientes que influyen de forma positiva en el estado de ánimo. El especialista de Herbalife detalla 8 de ellos a continuación:
Grasas saludables: El omega-3, presente en pescados grasos como el salmón y la sardina, nueces, linaza y suplementos nutricionales, es esencial para la salud del cerebro.
Vitaminas del complejo B: Las vitaminas B6, B9 (ácido fólico) y B12 son cruciales para la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que están relacionados con el estado de ánimo. Se encuentran en carnes magras, huevos, hojas verdes y granos integrales.
Magnesio: Es vital para el funcionamiento del sistema nervioso y contribuye al funcionamiento normal de los músculos y la función psicológica. Las fuentes de magnesio incluyen almendras, espinacas y aguacate.
Vitamina D: Importante para la producción de serotonina, su deficiencia se ha asociado con trastornos del estado de ánimo como la depresión. Se obtiene de la exposición al sol, pescados grasos, huevos y alimentos fortificados.
Triptófano: Un aminoácido precursor de la serotonina, encontrado en alimentos como pavo, huevos, queso y nueces, que regula el estado de ánimo, la saciedad y el sueño.
Zinc: Involucrado en la función cerebral, su consumo se ha asociado con un menor riesgo de depresión. Buenas fuentes de zinc incluyen carne roja, mariscos y semillas.
Antioxidantes: Vitaminas C, E y polifenoles protegen el cerebro del estrés oxidativo y apoyan la función del sistema nervioso. Se encuentran en frutas cítricas, frutas rojas y vegetales.
Carbohidratos complejos: Alimentos como granos integrales y legumbres pueden aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, promoviendo una sensación de bienestar.