¿Cómo controlar la dermatitis atópica?
Una especialista nos enseña a identificarla y qué medidas preventivas tomar para vivir con una piel más sana y libre de irritaciones.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel que generalmente aparece en los primeros años de vida, así lo introduce la dermatóloga Cindy Burbano, quien afirma que al inicio se presenta en forma de sarpullido en el cuerpo de los bebés, luego aparece en brazos, rodillas y pliegues, y es muy común que los menores de un año tengan las primeras lesiones en el rostro.
Si te preguntas por qué se genera, en la mayoría de los casos es diagnosticada en pacientes que tienen antecedentes en la familia de otros tipos de dermatitis, asma, rinitis alérgica o alergias alimenticias, incluso el estrés del día a día es un agravante importante.
¿Es una enfermedad que tiene cura?
La experta aclara que en el caso de la dermatitis atópica, como en otras condiciones cutáneas, no es totalmente curable, lo que muchas veces sucede es que los síntomas van disminuyendo con el tiempo o se transforma en algo diferente. “Cuando un adulto recibe un diagnóstico atópico en su infancia lo más probable es que después de unos años enfrente dermatitis de contacto o sea un paciente alérgico con piel sensible”, explica.
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En esa línea comenta que uno de los factores más comunes es que una persona con este diagnóstico al mismo tiempo también padezca de alergias respiratorias y alimentarias. Y a pesar de que los brotes de dermatitis atópica más severos ocurren en los primeros años de vida, la sintomatología no desaparece con los años, “simplemente se aprende a manejar de mejor manera y se presenta cada vez en menor escala”, añade.
No es lo mismo que piel sensible
Por otro lado, algo que frecuentemente ocurre es que las personas que no han sido diagnosticadas pueden llegar a confundirlo con los síntomas de piel sensible. La especialista enfatiza que es indispensable entender que la piel sensible es un tipo de piel, mientras que la piel atópica es una enfermedad de la piel, “son dos cosas muy distintas”.
Si eres un adulto atópico lo vas a saber porque con frecuencia tendrás erupciones en el cuerpo, mientras que la sensibilidad en la piel se manifiesta principalmente en el rostro y no permite el uso de cualquier producto dermocosmético, ya que al hacerlo se enrojecerá, que es la reacción más característica de piel sensible.
Por su parte, los atópicos pueden llegar a tener lesiones clínicas más complejas. Por esa razón identificarlo con la ayuda de un profesional es indispensable porque desconocer la raíz del problema puede conducir a un manejo inadecuado de los síntomas, provocando brotes incómodos y dolorosos.
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Factores agravantes
Generalmente los factores que pueden agravar los síntomas de piel atópica son: el contacto con animales y sus ácaros, el contagio de algún virus que genere una respuesta inflamatoria exagerada de la piel, el estrés, el uso de perfumes, cremas y jabones directo en la piel, y la ropa que desprenda lana, por ejemplo. También la especialista sugiere que los pacientes atópicos solo deben utilizar productos dermatológicos exclusivos para pieles atópicas y que contengan el menor número de ingredientes posible.
Además, es importante saber que esta enfermedad es más común en mujeres y que sus síntomas pueden permanecer más presentes en ellas con el pasar del tiempo. En este caso, se recomienda escoger productos de maquillaje que estén más enfocados en atender el cuidado de la piel o skincare, como cremas o serums de ácido hialurónico con color, que brinden cobertura mientras aportan beneficios.
Medidas preventivas
- Evita el contacto con animales.
- Procura usar ropa fabricada con alto porcentaje de algodón.
- Que tus baños sean cortos y con agua tibia.
- Utiliza solo sustitutos de jabón y evita los perfumados.
- Después de bañarte, seca delicadamente tu piel.
- Usa a diario cremas hidratantes que sean emolientes y dermatológicas, mejor si contienen urea y ceramidas.
- Evita permanecer mucho tiempo en temperaturas muy altas y muy bajas