¿Tu hijo no duerme bien? Consejos de una asesora de sueño infantil

Algunas de las consultas más frecuentes están vinculadas con despertares en la noche y problemas con las siestas. Pero, ¿qué necesitamos saber para manejar esos y otros casos?

25 noviembre 2024 - Bienestar

El sueño de los bebés y sus patrones madura poco a poco hasta asemejarse al sueño de un adulto. ¿Pero qué pasa cuando los padres no logran hacer dormir a los niños de manera regular, cuando la ida a dormir se convierte en todo un desafío?

Entrevistamos a María José Maspons, psicóloga y asesora en sueño infantil, quien comenta que al nacer, los pequeños no producen melatonina ni tienen un ritmo circadiano, que es ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas, controlado por una pequeña área del cerebro. Estos ritmos se ven afectados principalmente por la luz y la oscuridad.

Hasta los 4 meses, la estructura de sueño se divide en sueño ligero y sueño profundo, pero a partir de esa edad, los patrones cambian. Aparece la primera fase del ciclo de sueño llamada No REM (No Rapid Eye Movement, Sin Movimiento Rápido de los Ojos), seguida de la fase REM (Rapid Eye Movement, Movimiento Rápido de los Ojos). Durante la noche se intercalan estos ciclos, que se van alargando gradualmente durante la niñez, hasta alcanzar los niveles correspondientes a una persona adulta, con menor duración y necesidad de sueño durante el día.

$!Al nacer, los bebés carecen de estos reguladores naturales, lo que influye en sus patrones de sueño.

Problemas para dormir

Al consultar sobre las dificultades en el sueño infantil, la especialista comenta: “Usualmente en los bebés, los problemas de sueño están relacionados con la alimentación y con su higiene de sueño en general. Si tienen hambre, gases, cólicos y reflujo el sueño se va a ver afectado. A medida que van creciendo se resuelven las dificultades relacionadas con la alimentación y estos temas clínicos y surgen dificultades relacionadas con horarios y ventanas de sueño. Alrededor de los 8 meses aparece también la ansiedad de separación que también afecta el sueño infantil. A medida que crecen juega un papel importante los cambios en su día, viajes de los papás, dormir en otra casa, salir de la rutina, cambios en su familia, nacimiento de un hermanito, entrada al kínder, etc. Los problemas de sueño también están relacionados con límites en casa y emociones intensas”.

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¿Por qué no duermen bien?

Algunas de las principales razones son el sobrecansancio y la falta de rutinas de sueño:

Sobrecansancio: Cuando un niño está sobrecansado, su cuerpo aumenta la producción de cortisol, causando irritabilidad, ansiedad y dificultades para conciliar el sueño y también aumenta la producción de adrenalina, que lo pone activo e inquieto, en un estado de alerta elevado, que dificulta la relajación y el sueño. Los padres deben tener claras las llamadas ventanas de sueño, que son los tiempos en los que el niño debe dormir durante el día, las conocidas siestas. Cuando estas no se dan, y los tiempos sin dormir son más largos de lo que tolera, surge el sobrecansancio que impide un sueño reparador.

$!A partir de los 4 meses, los bebés comienzan a experimentar fases REM y No REM, similares a las de un adulto.

Falta de una rutina constante y relajante en la noche: La psicóloga indica que la rutina para dormir ayuda a los niños a saber lo que viene, a anticiparse y eso les da seguridad. Por otro lado, es necesario para que los papás estén organizados: “No tener horario habitual de dormir hace que el cuerpo se confunda y el ritmo circadiano se desestabilice. En cambio, al tener un horario regular de dormir el cuerpo podrá conciliar el sueño más fácil y rápido. Se debe crear hábitos saludables, con poca luz, sin bulla, horarios regulares y sin uso de pantallas previo a la hora de ir a la cama. Se recomienda apagar pantallas dos horas antes de la hora habitual de dormir al caer el sol”, dice la psicóloga poniendo mucho énfasis en esta recomendación. Puede manejarse un marco de tolerancia en esa hora de ir a dormir de unos 30 minutos, no más de eso.

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Efectos falta sueño

La falta de descanso prolongado afecta al bebé y niño en su desarrollo físico, cognitivo, en su sistema inmunológico, en su comportamiento y a nivel emocional. Sobre esto la asesora de sueño infantil nos explica: “Cuando los bebés y niños duermen, en especial en la fase REM, el cerebro procesa información, consolida recuerdos y desarrolla habilidades cognitivas. Los niños descansados tienen mejor atención, concentración y capacidad para resolver problemas. Además, si no duerme bien se afecta al crecimiento físico ya que la hormona del crecimiento se libera principalmente durante el sueño profundo NO REM. La privación de sueño está relacionada con la irritabilidad, ansiedad y problemas de conducta. El descansar adecuadamente ayuda a gestionar mejor las emociones y a regular el comportamiento”. La falta de sueño también puede afectar el sistema inmunológico, pues al dormir el cuerpo produce proteínas que ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Agregó que el poco sueño en la infancia está relacionado con obesidad, diabetes y trastornos de sueño en la adultez.

Estrategias para una rutina de sueño saludable

Establecemos varios puntos para que te resulte más sencillo llevarlo a la práctica:

Ser constantes en la rutina de noche. Por ejemplo: baño, pijama, leer cuentos, cepillar dientes, apagar la luz, dormir. La rutina les permite anticiparse, reduce ansiedad, promueve autonomía y colaboración y brinda mayor seguridad. En la rutina de noche se recomienda realizar actividades relajantes, como leer un cuento, cantar una canción tranquila, contar una historia. Tener una hora regular de dormir. Esto lo ha explicado la especialista, demanda organización y perseverancia, que el hábito sea correctamente manejado por los padres y aceptado por los niños. Mirada positiva a ir a dormir. Es recomendable que los niños crezcan aprendiendo que dormir es bueno y necesario, que no es un castigo, de esta forma, desarrollarán una relación positiva con el sueño.

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