* Esta serie de reportajes narra historias de animales que fueron víctimas de caza, tenencia y tráfico ilegal de vida silvestre, posteriormente rescatados para ser rehabilitados y reinsertados en sus hábitats naturales.
Sin una mano, con signos de haber estado amarrada por un tiempo indefinido, una mordida profunda en su pierna y extremadamente deshidratada. Así llegó Samy, una perezosa de dos dedos, al equipo médico del Parque Histórico de La Puntilla, en la vía a Samborondón, provincia del Guayas. Siguiendo la pista de sus heridas, la Dra. Grecia Robles está convencida de que Samy fue víctima de tenencia ilegal de especies silvestres y relata cómo fue su lucha para superar las heridas que le dejó el cautiverio:
Samy llegó al Parque Histórico a mediados del 2021. Fue rescatada por la Policía del Municipio de Samborondón en los alrededores de La Palma. Habían recibido varios llamados de ciudadanos que la vieron herida de gravedad y lejos de los bosques deciduos y húmedos que suele habitar.
“Un perezoso es un animal que ni siquiera tiene la habilidad de atacar. Que nosotros como seres humanos seamos tan agresivos y violentos como para causarle daño a un animal tan noble me impactó mucho”, contó la Dra. Grecia Robles, jefe del equipo médico del Parque Histórico de la Puntilla.
El estado de salud de la perezosa, quién se calculó tenía 5 años al ser rescatada, se encontraba gravemente deteriorado. Su mano derecha había sido cortada totalmente, su abdomen tenía marcas con las que se podía entrever que había permanecido amarrada con cuerdas durante incontables días y en una de sus piernas había sufrido una profunda mordida, que parecía ser de un perro. Además estaba extremadamente deshidratada, delgada y tenía sarna.
“Te queda un vacío porque no sabes exactamente qué es lo que le sucedió al animal”, cuenta la Dra. Robles, quien teniendo como referencia la zona en donde fue hallada y el hecho de que Samy había perdido una mano, asume que fue atacada por la noche con un machete en el campo, al ser confundida con una zarigüeya, animal que suele comer gallinas. Algo que ya ha visto suceder en reiteradas ocasiones.
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Sin una mano, con signos de haber estado amarrada por un tiempo indefinido, una mordida profunda en su pierna y extremadamente deshidratada. Así llegó Samy, una perezosa de dos dedos, al equipo médico del Parque Histórico de La Puntilla, en la vía a Samborondón, provincia del Guayas. Siguiendo la pista de sus heridas, la Dra. Grecia Robles está convencida de que Samy fue víctima de tenencia ilegal de especies silvestres y relata cómo fue su lucha para superar las heridas que le dejó el cautiverio:
Samy llegó al Parque Histórico a mediados del 2021. Fue rescatada por la Policía del Municipio de Samborondón en los alrededores de La Palma. Habían recibido varios llamados de ciudadanos que la vieron herida de gravedad y lejos de los bosques deciduos y húmedos que suele habitar.
“Un perezoso es un animal que ni siquiera tiene la habilidad de atacar. Que nosotros como seres humanos seamos tan agresivos y violentos como para causarle daño a un animal tan noble me impactó mucho”, contó la Dra. Grecia Robles, jefe del equipo médico del Parque Histórico de la Puntilla.
El estado de salud de la perezosa, quién se calculó tenía 5 años al ser rescatada, se encontraba gravemente deteriorado. Su mano derecha había sido cortada totalmente, su abdomen tenía marcas con las que se podía entrever que había permanecido amarrada con cuerdas durante incontables días y en una de sus piernas había sufrido una profunda mordida, que parecía ser de un perro. Además estaba extremadamente deshidratada, delgada y tenía sarna.
“Te queda un vacío porque no sabes exactamente qué es lo que le sucedió al animal”, cuenta la Dra. Robles, quien teniendo como referencia la zona en donde fue hallada y el hecho de que Samy había perdido una mano, asume que fue atacada por la noche con un machete en el campo, al ser confundida con una zarigüeya, animal que suele comer gallinas. Algo que ya ha visto suceder en reiteradas ocasiones.
Por las marcas de cuerdas que se tensaron sobre su piel, y el hecho de que su muñón, que indicaba el lugar donde solía estar una de sus manos, estaba cicatrizado cuando llegó, Robles asume que fue retenida como una mascota. Si la soltaron en la carretera o Samy escapó, sigue siendo un misterio.
Cuando llegó al parque tenían que alimentarla con papillas porque rechazaba la comida, “los primeros días nos ocupamos de nutrirla bien, limpiar la herida de su pierna e hidratarla", cuenta la veterinaria.
Samy seguía sumamente estresada tras sobrevivir a su martirio dentro de la “civilización”. Su necesidad de estar guindada en lugares altos, como los árboles propios de su hábitat, fue atendida por los veterinarios, que durante su tratamiento, le otorgaron la zona más asemejada a su hábitat que le podían ofrecer, llena de ramas, árboles, hojas y frutas.
En un periodo de 3 meses, su herida ya había curado exitosamente, la sarna ya no estaba presente y su pelo había comenzado a crecer. Samy ya no se mostraba tímida ni se arrinconaba en su gran recinto, sino que exploraba y comía por su cuenta, siempre eligiendo primero las manzanas, su sabor le encanta.
No tener un brazo no fue impedimento para que Samy se moviera entre los árboles. Lo hacía ya con confianza, utilizando sus piernas un poco más de lo que lo haría otra perezosa para poder mantenerse guindada. No obstante, ahora tenía que enfrentar un nuevo desafío: relacionarse con otros perezosos, tras un largo tiempo de estar sola o expuesta únicamente a humanos.
“Al principio los colocamos juntos para que comenzarán a olerse, a escucharse... sentía cierta preocupación porque si el macho reaccionaba mal ella no tenía todos sus miembros para defenderse”, confiesa la Dra. Robles, pero aquella angustia fue reemplazada por un suspiro de alivio cuando vio que Samy logró relacionarse sin problemas con su nuevo compañero, salvo uno que otro breve gruñido.
A finales de enero del 2022, Samy cumplió 5 meses en el Parque Histórico de la Puntilla. “Es super comelona. Tan pronto ponemos la comida baja”, dice Robles y describe a Samy como la más activa de los perezosos.
“Ella es todo un ejemplo de resiliencia, porque a pesar de todas sus heridas y de que perdió uno de sus miembros se desenvuelve perfectamente. Sube y baja como si fuera cualquier perezosa. Para nosotros ha sido un caso realmente importante”, comenta con orgullo la médico veterinaria.
Sin embargo, la huella del maltrato y la tenencia ilegal no se pueden borrar del todo. Aunque Samy se las esté arreglárselas solo con un brazo dentro de su recinto, diseñado para emular su hábitat, si llegase a volver al verdadero bosque, sus capacidades de supervivencia serían mínimas debido a la mano que le falta.
Por el momento, Samy vivirá con otros perezosos en su gran recinto del Parque Histórico, donde puede expresar las conductas normales de su especie. Puede trepar, relacionarse, ver la lluvia, ir de un lugar a otro. Ahora está a salvo de los cazadores furtivos que capturan este tipo de especies para convertirlas, en muchos casos, en mascotas de dueños de tiendas de la Amazonía, quienes cobran a los visitantes por tomarse fotos con ellos.
En torno a lo que probablemente le sucedió a su brazo, la Dra. Robles indica que es fundamental realizar campañas de concientización que enseñen a los ciudadanos sobre las especies de animales que pueden encontrarse por casualidad en el campo y cuál es su comportamiento. El fin es que no adopten conductas violentas hacía los osos perezosos de dos dedos, porque son animales inofensivos y herbívoros que residen en las copas de árboles.
“Hay que hacer un trabajo de reconocimiento en la población para que se difundan las imágenes y la población los conozca”, concluye la Dra. Robles.
¿CÓMO AYUDAR?
Así como Samy, hay muchos más animales silvestres que pertenecen a especies en riesgo de conservación y sin embargo, siguen siendo objetivos de tráfico y tenencia ilegal.
Hoy en Ecuador hay 125 especies en peligro crítico, 283 especies que se encuentran en peligro y 344 especies vulnerables, según indica el Director de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Byron Lagla. Estos números asegura, aumentan progresivamente con el pasar de los años.
El tráfico y tenencia ilegal de animales silvestres está penalizado en el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal: “La persona que cace, pesque, tale, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, introduzca, almacene, trafique, provea, maltrate, se beneficie, permute o comercialice, especímenes o sus partes, sus elementos constitutivos, productos y derivados, de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática, de especies listadas como protegidas por la Autoridad Ambiental Nacional o por instrumentos o tratados internacionales ratificados por el Estado, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”.
Pero además existen agravantes de las sanciones, como el hecho de que el delito se suscite en zonas de incubación, que tengan como objetivo especies en riesgo de extinción o que se de en un área protegida, entre otros.
Asimismo, Lagla afirmó que en el mes de marzo del presente año habrá una gran posibilidad de que se oficialicé el Comité Nacional de Patrimonio Natural, del cual se formará un subcomité de delitos contra la vida silvestre que contará con el apoyo de entidades como el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Gobierno, Agrocalidad, la Fiscalía General del Estado, entre otras.
Cualquier ciudadano puede denunciar un caso a las autoridades o notificar el avistamiento de un animal silvestre dentro del entorno urbano. Mónica Cabrera, directora de comunicación de Rescate Animal, explica que “ el protocolo a seguir es comunicarse con el ECU 911, quienes están relacionados con la Policía del Medio ambiente y el Ministerio”.
Cabrera hace énfasis en no comprar animales silvestres, aunque se lo haga con el afán de ayudar al animal, porque se beneficia a las redes de tráfico. Además recomienda, solo en casos que no representen un riesgo, grabar videos y tomar fotos cuando uno sea testigo de algún acto de tráfico y tenencia ilegal de fauna, para que al notificar a las autoridades se pueda presentar evidencias del delito.
#LoMásLeído l Corte Constitucional reconoció a los animales como sujetos de derecho. Los magistrados dispusieron a la Asamblea y al Ministerio de Ambiente que adapten una nueva normativa que proteja a las especies. ▶️ https://t.co/mCqbKo3Rt4 pic.twitter.com/kxpTzGOqqy
— Revista Vistazo (@revistavistazo) February 6, 2022
Durante el 2021, se ejecutaron 897 rescates y decomisos de especies de fauna silvestre por parte del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
Con los nuevos instrumentos normativos se espera fortalecer el marco jurídico que protege a la fauna silvestre, con el fin de que los casos de tráfico y tenencia ilegal sean cada vez menos. En el 2021, se iniciaron 12 procesos penales y se