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Sostenibilidad

Sacha, el ocelote que no pudo regresar a su hábitat pero inspiró un enorme proyecto

Esta serie de reportajes narra historias de animales que fueron víctimas de caza, tenencia y tráfico ilegal de vida silvestre, posteriormente rescatados para ser rehabilitados y reinsertados en sus hábitats naturales

martes, 15 febrero 2022 - 10:24
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* Esta serie de reportajes narra historias de animales que fueron víctimas de caza, tenencia y tráfico ilegal de vida silvestre, posteriormente rescatados para ser rehabilitados y reinsertados en sus hábitats naturales. Ecuador es el primer estado en reconocer los derechos de los animales de forma constitucional.

Sacha es un ocelote que llegó con aproximadamente 10 días de nacido a las manos de la Dra. Eliana Molineros, tras ser rescatado de una tienda en Vinces donde era ofertado por traficantes de fauna silvestre, en junio del 2018.

Su historia inspiró la creación de la Fundación Proyecto Sacha, una de las más grandes de toda la provincia del Guayas que trata animales silvestres, en su mayoría víctimas de tráfico y tenencia ilegal, para reinsertarlos a su medio ambiente.

Sacha tenía poco tiempo de nacido, y cuando la doctora Molineros asumió su cuidado ni siquiera podía caminar. Verlo tan pequeño, indefenso, vulnerable y sin su madre, a la deriva en un ambiente totalmente diferente al que la naturaleza le reservaba, fue el detonante para que Molineros comience a buscar un centro de rehabilitación en el que pueda recuperarse y adquirir las habilidades que su madre le hubiera enseñado, con las que podría sobrevivir por su cuenta en el bosque.

Los días se transformaron en semanas. Molineros tuvo que 'mover montañas' para cubrir las necesidades nutricionales de Sacha y supervisar constantemente su estado de salud. En algunas ocasiones otros veterinarios le aconsejaron que lo mejor sería sacrificar al animal, pero ella no hizo caso a sus comentarios.

¿Por qué dormir a un animal que solamente necesita alimentación e incubadora? Soy veterinaria y se la puedo dar... después fui entendiendo por qué algunos lo consideraban...", relata Molineros.

Después de estabilizar su salud vino la tarea más compleja de todas: rehabilitar a Sacha para que pueda regresar a su hábitat natural.

Las semanas se habían convertido en meses y Sacha seguía creciendo. Molineros buscaba, sin éxito, un lugar en el que el ocelote pudiera desarrollar sus habilidades para sobrevivir en libertad.

$!Los ocelotes son objetivos de cazadores debido a su piel y a que tienden a ser mascotizados, lo cual es ilegal en Ecuador según el Art. 247 del COIP. El ocelote de la foto no es Sacha, sino uno llamado Virgilio.

El que Sacha sea un ocelote dificultaba enormemente las posibilidades de que sea ingresado en uno de los pocos centros que funcionaban en Ecuador en el 2018. La rehabilitación de su especie requería una gran cantidad de recursos, los cuales eran escasos para estas organizaciones que se mantienen con fondos privados provenientes de personas que buscan apoyar estas causas.

Refiriéndose a la rehabilitación de esta especie, Molineros explicó que "implica al menos 24 meses de trabajo de biólogos, zoo cuidador, alimentación, área y mantenimiento de jaulas, entre más cosas".

Además, menciona que esa era solo una de las fases, puesto que se debería continuar con un monitoreo de altísimo costo, que representaba, a su vez, un dilema. ¿Utilizar aquellos miles de dólares en la reinserción de un solo animal, o destinar ese dinero a otros animales? Los ocelotes están considerados como "preocupación menor", por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Ante la posibilidad de reinsertarlo sin rehabilitación previa al bosque, la Dra. Molineros explicó que si Sacha no hubiera sido capturado, él hubiera tenido una curva de aprendizaje con su madre, en la que habría aprendido a esconderse, cazar, reaccionar ante el peligro y reaccionar a las inclemencias climáticas, entre otras habilidades esenciales.

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"Ese aprendizaje no lo tuvo. Podrían pasar dos cosas si volvía. En el mejor de los casos se lo come otro animal, y es el mejor de los casos porque ahí termina su ciclo de vida y vuelve a la naturaleza siendo una presa, y en el peor de los casos, busca un ser humano que es lo único que lo provee de alimento y comodidad, entrando otra vez al círculo de tráfico de fauna silvestre", afirma.

$!Los ocelotes son uno de los animales más afectados por la quema que se realiza en cultivos de caña de azúcar. La Dra. Molineros piensa que esa puede ser una de las causas por las que Sacha se separó de su madre.

Mientras continuaba la búsqueda de un centro de rehabilitación, Sacha, que en un principio podía ser cargado con una mano, ahora tenía el tamaño de un perro mediano. El único lugar donde podía quedarse era en el hogar de su doctora, dentro de una amplia jaula adornada con distintos elementos de su hábitat, como troncos y hojas, para combatir su aburrimiento.

"Tenía muchísimo estrés porque no podía salir corriendo todos los kilómetros que correría con su madre. Después de todo es su memoria genética. Lloraba mucho en la jaula", contó con pesar la Dra. Molineros.

En octubre del 2018, la Dra. Molineros por fin pudo encontrar un centro de rehabilitación donde podían abordar el caso de Sacha. Se llamaba Yaku Sinchi y era uno de los pocos centros de fauna dedicados a la rehabilitación y no a la exhibición en aquel año.

$!Las regiones dentro de Ecuador en las que viven los ocelotes son el Bosque Húmedo Tropical del Chocó, Bosque Húmedo Tropical Amazónico, Bosque Deciduo de la Costa, Matorral Seco de la Costa, entre otras.

Sin embargo, en diciembre del 2018 el lugar cerró por quiebra y pasó a manos del Ministerio del Ambiente, solo dos meses después de que Sacha comenzó su rehabilitación proyectada a dos años.

"Este centro se vio obligado a cerrar, por lo que Sacha perdió su posibilidad de rehabilitarse y pasó a otro centro de conservación, en donde no recibió rehabilitación y se lo condenó a vivir en una jaula el tiempo que viva", relató con gran pesar la Dra. Molineros.

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La demanda de este tipo de especies como mascotas, fundamentada en un deseo egoísta y vil por el daño físico y mental que esto les produce, es el motor del tráfico organizado de animales silvestres.

El caso de Sacha no es único. Hay miles de animales que en medio de un proceso de rehabilitación tienen que enfrentarse a la quiebra económica de los centros que los amparan, convirtiéndose finalmente en criaturas de exhibición. Muchos sí pudieron ser rehabilitados.

"No es una historia feliz, es triste, pero fue el impulso para que se haga la fundación y, no te puedo decir dar una solución porque eso es muy ambicioso, pero sí por lo menos empezar a trabajar en el problema y tratar de rehabilitar a los animales que sí tienen posibilidad de hacerlo, darles una buena vida a animales que estaban condenados a vivir en una jaula", concluye la Dra. Molineros, que al día de hoy, casi cuatro años después de su encuentro con Sacha, lidera una de las organizaciones de conservación de fauna silvestre más grandes de Ecuador, Proyecto Sacha.

¿CÓMO AYUDAR?

Al igual que Sacha, hay muchos más animales silvestres que pertenecen a especies en riesgo de conservación y sin embargo, siguen siendo objetivos de tráfico y tenencia ilegal.

Hoy en Ecuador hay 125 especies en peligro crítico, 283 especies que se encuentran en peligro y 344 especies vulnerables, según indica el Director de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Byron Lagla. Contrario a lo que se esperaría, estos números van en aumento.

Cualquier ciudadano puede denunciar un caso a las autoridades o notificar el avistamiento de un animal silvestre dentro del entorno urbano.

Mónica Cabrera, directora de comunicación de Rescate Animal, explica que “el protocolo a seguir es comunicarse con el ECU 911, quienes están relacionados con la Policía del Medio ambiente y el Ministerio”.

Cabrera hace énfasis en no comprar animales silvestres, aunque se lo haga con el afán de ayudar al animal, porque se beneficia a las redes de tráfico. Además recomienda, solo en casos que no representen un riesgo, grabar videos y tomar fotos cuando uno sea testigo de algún acto de tráfico y tenencia ilegal de fauna, para que al notificar a las autoridades se pueda presentar evidencias del delito.

Durante el 2021, se ejecutaron 897 rescates y decomisos de especies de fauna silvestre por parte del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica. Con los nuevos instrumentos normativos se espera fortalecer el marco jurídico que protege a la fauna silvestre, con el fin de que los casos de tráfico y tenencia ilegal sean cada vez menos.

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