En el 2017, después de cumplirse 20 años de la despenalización de la homosexualidad en Ecuador, La Fundación Mujer y Mujer convocó a un encuentro nacional de activistas LGBTIQ+ para saber cuál era la situación de la población en ese entonces.
Durante esas jornadas notaron algo: se había avanzado en derechos pero el acceso al empleo todavía seguía con muchas dificultades. “Nuestra gente que tiene una expresión de género o estética de género más visible, no tienen trabajo. Cuando eres un LGBTI invisible, tienes más opciones....todavía existe la discriminación y cierto rechazo hacia la población", explica Lía Burbano, directora ejecutiva de la Fundación Mujer y Mujer.
Pensando en esto se crea el proyecto “Efecto Arco Iris'' articulado por la Fundación Mujer y Mujer junto al respaldo de la Fundación Interamericana. El objetivo es brindar apoyo a la creación y consolidación de emprendimientos liderados por personas LGBTIQ+ para lograr su independencia económica a través de la capacitación integral en la gestión de emprendimientos, el impulso económico y el acompañamiento técnico continuo.
Ocho emprendimientos inauguraron el proyecto en el 2019, pero llegó la pandemia y la fundación decidió anular el concurso para acceder a los fondos.Todos los grupos que aprobaron su proceso formativo recibieron 6 mil dólares para ejecutar sus negocios.
Al notar que estos emprendimientos lograron sostenerse en el tiempo, Fundación Mujer y Mujer decidió lanzar una segunda convocatoria el año pasado donde se inscribieron 53 grupos de la Región Costa y se hizo una preselección de 15. Estos grupos conformados por miembros LGBTIQ+ concluyeron un proceso de capacitación de tres meses donde se obtuvieron módulos de Economía Popular y Solidaria, Abogacía, Marketing y Publicidad y Contabilidad Básica para Emprendedores.
Ahora, el proyecto está en su segunda fase: la inscripción al concurso para la obtención de fondos.“Del 1 al 4 de septiembre, los que participaron del proceso de formación podrán revisar sus propuestas originales y presentarlas nuevamente. Estos grupos serán evaluados por un jurado externo a la fundación y se seleccionarán 10 ganadores”, asegura Burbano.
Los seis mil dólares son entregados en tres partes para asegurarse de que el plan de trabajo y la situación financiera de los grupos se desarrollen correctamente. Además, otro de los parámetros que deben cumplir estos emprendimientos es tener el respaldo de una organización LGBTIQ+ para que estas ONG también sean beneficiadas indirectamente.
Rogelio Acosta, Raúl Gonzales y Ariana Silva son uno de los emprendimientos que esperan ganar los fondos. Rogelio es periodista y Raúl es fotógrafo, son una pareja venezolana que trabajó en canales de televisión y medios impresos en su país. Por la crisis tuvieron que migrar a Ecuador en el 2018.
Como no conseguían empleo vendían canguil, pizzas y quesos de leche en un semáforo de La Florida al norte de Guayaquil. Ahí fue donde conocieron a Ariana, también venezolana y desempleada. Con la llegada de la pandemia, ninguno podía vender sus productos, así que decidieron abrir un negocio de manejo de redes sociales .
“Aunque la pandemia fue un golpe porque no podíamos vender nada, ni teníamos qué comer, nos ayudó a trabajar en redes sociales. Muchas personas necesitaban ayuda para vender e impulsar sus propios negocios y como nosotros sabíamos de comunicación, lo aprovechamos.”, recuerda Raúl.
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Con la ayuda de la Fundación Manos Venezolanas, Rogelio, Raúl y Ariana se enteraron de Proyecto Arco Iris, postularon, se capacitaron y ahora se inscribirán para participar por el fondo de seis mil dólares.
El siguiente paso es lograr que Proyecto Arco Iris se convierta en una red de negocios para que se sumen todos los grupos. Actualmente la conforman los ocho emprendimientos del 2019 y este año planean sumar a los 10 seleccionados de la segunda fase. La meta de esta estrategia es darles la oportunidad a más personas de diferentes partes del país, buscarles fuentes de financiamiento y conectarlos con las empresas públicas o privadas que los quieran apoyar.