El objetivo es que los niños y niñas, de 1 a 12 años de edad, reciban una dosis de refuerzo de la vacuna contra la polio, el sarampión y la rubéola.
Estas enfermedades son muy peligrosas. La polio es altamente contagiosa, no tiene cura y puede causar parálisis de por vida. Si el virus ataca al cerebro puede afectar la función respiratoria e incluso ocasionar la muerte.
El sarampión también puede resultar mortal. Los niños pequeños que no son vacunados y quienes sufren desnutrición corren mayor riesgo de contraer sarampión y sus complicaciones como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones de oído y neumonía. Este virus es muy contagioso y se propaga principalmente por la tos y los estornudos.
La rubéola se contagia fácilmente cuando las personas infectadas estornudan o tosen. Si una mujer embarazada se contagia puede sufrir un aborto espontáneo o su bebé puede nacer con malformaciones congénitas, como defectos de audición, oculares y cardíacos. Además, podría padecer autismo, diabetes mellitus y disfunción tiroidea.
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La polio, el sarampión y la rubéola se pueden prevenir con la vacunación. “Hago un llamado a todos los padres y madres de los niños de 1 a 12 años de edad para que acudan a los centros de salud o reciban a las brigadas de vacunación en sus barrios. Si todos los niños y niñas se vacunan, estarán protegidos y evitaremos que estas peligrosas enfermedades regresen. Juntos podemos lograr un Ecuador libre de polio, sarampión y rubéola”, afirma Luz Ángela Melo, Representante de UNICEF en Ecuador.