Estados Unidos restringió las entradas al país, preparándose para la batalla del invierno, y Alemania impuso drásticas limitaciones a los no vacunados en medio de la vorágine de medidas tomadas en el mundo para contener la variante Ómicron.
Desde que Sudáfrica avisó la semana anterior de esta nueva variante, más de dos docenas de países de los cinco continentes detectaron casos en su mayoría importados, aunque en Estados Unidos y Australia ya señalaron infecciones locales.
La agencia de salud europea advirtió que la variante, aparentemente más contagiosa y con múltiples mutaciones, será dominante "en los próximos meses" en la Unión Europea y la Organización Panamericana de Salud alertó de que "pronto" estará en circulación por todas las Américas.
De momento, Brasil es el único país latinoamericano con presencia de la nueva variante, que ha provocado la cancelación de las celebraciones de año nuevo en Sao Paulo y amenaza el carnaval.
En Washington, el presidente estadounidense Joe Biden anunció una campaña de invierno para contener el COVID-19, sin medidas drásticas y centrada en limitaciones a los viajes y un aumento de la vacunación, con menos del 60% de la población inoculada.
Desde principios de la próxima semana, además de estar vacunados, los viajeros internacionales que entren al país deberán presentar una prueba negativa realizada el día antes de su partida, indicó la Casa Blanca.
- "Situación muy complicada" -
Ómicron ha llegado a Japón, India, Arabia Saudita, Nigeria, Brasil y a numerosos países europeos, donde Alemania reforzó medidas ante su peor ola del coronavirus.
"La situación es muy, pero que muy complicada", dijo el futuro canciller Olaf Scholz, tras una reunión con la líder del gobierno saliente, Angela Merkel, y los dirigentes de las 16 regiones del país.
En ella decidieron impedir el acceso al tercio de alemanes no vacunados a comercios no esenciales, restaurantes o lugares culturales y de ocio.
También estudian un proyecto de obligación vacunatoria, opción que se aplicará en la vecina Austria y está en la mesa de numerosos gobiernos, como Sudáfrica o la misma Unión Europea.
Según análisis preliminares del Centro Europeo de Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC), Ómicron presenta "una ventaja sustancial" sobre la delta, dominante hasta ahora.
En base a modelos matemáticos, "podría causar más de la mitad de las infecciones provocadas por el virus SARS-CoV-2 en la Unión Europea en los próximos meses", dijo el ECDC.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que los bajos índices de vacunación anticovid y de pruebas de diagnóstico provocan un "cóctel tóxico".
Es "una combinación ideal para la reproducción e incremento de variantes" del coronavirus, afirmó.
- Peligro de reinfección -
Investigadores del Instituto nacional sudafricano de enfermedades transmisibles (NICD) alertaron el jueves de que los anticuerpos generados por haber pasado el coronavirus no impiden un contagio con la variante Ómicron.
El estudio no cuenta con información sobre el estado de vacunación de los sujetos analizados y no ha sido verificado todavía por otros científicos, aunque algunos alabaron su "alta calidad".
"Este análisis es efectivamente inquietante", indicó Michael Head, de la Universidad de Southampton.
Esto se suma a los temores de una mayor resistencia ante las vacunas existentes, mientras los laboratorios se aprestan a desarrollar versiones específicas de sus fármacos.
Su aparición nubla las perspectivas de recuperación económica, indicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pidiendo que "las vacunas sean producidas y distribuidas lo más rápidamente posible en todo el mundo".