"Doctor si usted me dice que debo deshacerme de mi gato, me libraré de mis hijos primero”, dijo el padre de una pequeña paciente que tenía alergia a la mascota de la familia.
Sandra Gawchik, una alergóloga de Pennsylvania, Estados Unidos, sabía que esta afirmación era hecha en tono de broma, sin embargo este era un problema que ya conocía mucho. Familias que sufren al enterarse de que uno de sus miembros es alérgico a su mascota más querida.
La sensibilidad a los animales (la alergia a gatos o perros) es la segunda causa de alergia más común en cualquier región del mundo, después del polen o ácaros, según Joaquin Sastre, alergólogo de la fundación universitaria Jiménez Díaz del Hospital de Madrid.
El 30% de las personas muestra sensibilidad a los gatos en algunas regiones. Los efectos pueden ser limitados solo a estornudos o pequeñas reacciones. Para otros en cambio, las alergias pueden provocar peligrosos ataques de asma.
Según
Nature, un estudio estadounidense estima que las personas que son sensibles a los gatos son el 47% de los casos de emergencia en hospitales. Además, las alergias son una de las principales razones por las que los dueños envían a sus gatos a refugios.
Científicos buscan desarrollar medicamentos para neutralizar lo que causa las alergias en los humanos. En el caso de los gatos es una pequeña proteína llamada Fel d 1.
Algunos investigadores están intentando mejorar la inmunoterapia y otros buscar un diferente ángulo del Fel d 1 juntándolo con anticuerpos para producir un medicamento que resuelva las alergias.
Pero los tratamientos pueden llegar a costar entre $800 -$1000 USD anualmente y requiere cerca de 100 inyecciones durante 3 a 5 años. Además, no aseguran que su efecto sea permanente o totalmente efectivo.
El problema reside en que intentar neutralizar esta proteína que producen los gatos no es tan sencillo. El Fel d 1 viene de las glándulas salivales y luego se extiende por el pelaje de los animales cuando se lamen el cuerpo.
Nadie sabe qué hace el Fel d 1 para los felinos. Algunos gatos tienen poco, otros mucho y no parecen hacer una diferencia en su calidad de vida e incluso los gatos sin pelaje la producen.
Según la revista Nature, en promedio los machos son los que producen más de esta proteína que las hembras.
Inmunizando a los gatos
Otra solución que se investiga es la de inmunizar a los gatos de su propia proteína alérgica. HypoPet, una compañía que trabaja en conjunto con la Universidad de Zurich en Suiza busca crear gatos hipoalergénicos al vacunarlos contra su propia proteína Fel d 1.
Así, su sistema inmune bloquea la proteína antes de que el humano pueda ser afectado por ella.
El equipo probó la vacuna en 13 gatos cuyos dueños tenían alergias, 7 de ellos reportaron que sus síntomas disminuyeron y pudieron acercarse más a sus mascotas solo 17 minutos luego de que la vacuna fuera aplicada.
Bachmann, co-fundador de la empresa HypoPet asegura que siguen en proceso de investigación y que no se sabe cuánto durará este efecto y que tal vez sea necesario inyecciones anuales para que siga vigente.