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Estilo de vida

Desastre ecológico: nueva capital de Indonesia amenaza la vida de miles de especies en la selva de Borneo

Borneo, la tercera isla más grande del mundo y la futura ciudad de Nusantara está amenazada por la construcción de la nueva capital de Indonesia que suplantará a Yakarta.

miércoles, 11 enero 2023 - 17:40
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En los sinuosos caminos que conducen a la futura capital de Indonesia a través de densos bosques tropicales y plantaciones, entre los que a veces aparecen perezosos monos que yacen en el asfalto, sienten la amenaza del hombre de destruir estas áreas verdes que dejará una huella imborrable.

Situada en el este de Borneo, la tercera isla más grande del mundo, la futura ciudad de Nusantara reemplazará a Yakarta, amenazada por el aumento de las aguas y la contaminación, como capital política a fines de 2024.

Una ruta de dos horas desde la ciudad de Balikpapan hacia las verdes extensiones del "Zona Cero" de Nusantara revela el potencial impacto de la nueva capital en la biodiversidad de la zona, hogar de miles de especies de animales y plantas.

Los conservacionistas temen que la construcción de una nueva metrópolis en el sitio, que comenzará este año, podría acelerar la deforestación y destruir una de las áreas más grandes y antiguas de la selva tropical.

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"Va a ser un enorme desastre ecológico", dice a la AFP Uli Arta Siagian, activista del grupo medioambiental Walhi.

Esta isla compartida con Malasia y Brunéi, que los indonesios llaman "los pulmones del mundo", acoge a orangutanes, monos narigudos, panteras nebulosas, macacos de cola de cerdo y los rinocerontes más pequeños del planeta.

El gobierno prevé que en 2045 la nueva capital tenga 1,9 millones de residentes y lleve una ola de actividad humana e industrial al corazón de Borneo.

Los posibles cambios drásticos en la topografía del terreno y los desastres causados por el hombre "serán graves y mucho más difíciles de mitigar que los desastres naturales", dice Siagian.

Indonesia presenta una de las mayores tasas de deforestación mundiales vinculada a la minería, la agricultura y la tala, y es acusada de permitir la actividad de compañías en Borneo sin supervisión.

"TRABAJAR CON LA NATURALEZA"

El presidente indonesio, Joko Widodo, ha vendido una visión utópica de una ciudad "verde", con cuatro veces la superficie de Yakarta, en la que los residentes podrán moverse con autobuses eléctricos.

La principal autoridad de la nueva ciudad, Bambang Susantono, prometió en diciembre al presentar su plan inicial que Nusantara será la primera ciudad forestal sostenible del planeta y alcanzará la neutralidad de carbono en 2045.

El arquitecto Sofian Sibarani está a cargo de crear el plan maestro de la nueva urbe, diseñando desde el mapa de calles al sistema de tráfico. Insiste en que su proyecto prevé "cambios mínimos en el medioambiente".

Sibarani habla de una metrópolis que emerge de la jungla, en vez de sustituirla. "Intentamos crear una ciudad que trabaja con la naturaleza, no contra ella", dice.

Los bocetos iniciales incluyen el parlamento, casas para los obreros, una represa, una gran mezquita y un palacio presidencial con la forma del pájaro mítico Garuda.

Pero los expertos, incluido Sibarani, advierten a las autoridades contra una construcción acelerada. "Mi preocupación es que si nos precipitamos, lo ponemos en peligro", afirma.

¿ADÓNDE PODEMOS IR?

Nusantara también puede desplazar a comunidades indígenas que llevan asentadas varias generaciones.

Sentado en una casa de madera dentro del perímetro de la futura ciudad, Sibukdin, el líder de la tribu balik, expresa su miedo de que su pueblo termine expulsado.

Como numerosos grupos indígenas en Borneo, miles de miembros de los balik dependen del bosque para satisfacer sus necesidades diarias.

Más del 90% del bosque que la tribu usaba para cazar y recolectar comida se ha perdido desde 1970 por la actividad comercial, dice Sibukdin.

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Un cementerio tribal cercano fue demolido para proyectar la presa. "Borraron nuestros vestigios", lamenta, con el el"corazón roto".

La administración prometió respetar los derechos indígenas y compensar sus pérdidas, pero las autoridades provinciales advirtieron que verificarán todas las reclamaciones y solo aceptarán aquellas con pruebas de propiedad.

Según Subikdin, no todas las zonas tribales están formalmente reconocidas. "Cuando llegue la nueva capital, ¿adónde podemos ir?".

AMENAZA A LOS ANIMALES

La primera fase del proyecto debería estar terminada el próximo año, la ciudad tardará décadas en completarse.

El proyecto costará 466 billones de rupias (30.000 millones de dólares) y, según la estimación del gobierno, solo un 20% será financiado por el contribuyente.

Yakarta intenta seducir a inversores, entre ellos de China y Arabia Saudita, prometiendo descuentos fiscales.

De momento, consiguió el respaldo de tres promotores inmobiliarios para financiar casas por valor de 41 billones de rupias (2.600 millones de dólares), indicó el secretario de la autoridad de Nusantara, Achmad Adiwijaya, a la AFP.

Pero no hay muchos más compromisos anunciados.

El conglomerado tecnológico japonés SoftBank se retiró del proyecto en marzo sin dar explicaciones.

Para Eka Permanasari, profesora de urbanismo en la Universidad Monash de Indonesia, todavía quedan muchas "tareas por hacer".

Aun así, la vida ya empieza a cambiar hacia peor para algunos animales de la zona.

En un santuario que acoge 120 orangutanes dentro del futuro perímetro de Nusantara, las incursiones ilegales se intensificaron tras conocerse el proyecto.

Un 40% de las 1.800 hectáreas reforestadas del santuario sufrieron daños en los últimos años, incluida la construcción de una mina ilegal, asegura Sihite.

Esto amenaza la flora y la fauna de la selva.

Agus Bei, que gestiona una reserva de manglares, asegura que destruir estas áreas verdes dejará una huella imborrable.

"La próxima generación solo podrá escuchar sus historias", dice a la sombra de los manglares que debe proteger.

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