Las compañías que operan con conciencia ambiental saben que además de ser una medida indispensable para cuidar el planeta y la vida, hacerlo trae resultados positivos que incluyen un mejor desempeño financiero, disminución de costos operativos, más productividad, acceso a créditos verdes y la preferencia y lealtad de consumidores y colaboradores comprometidos.
Como cada año, Vistazo presenta su ranking de empresas verdes y un análisis de los aspectos más destacados en sus operaciones.
Los tres primeros lugares del listado se mantienen con respecto al año anterior: Holcim, Nestlé y Corporación Favorita continúan liderando el ranking en el año 2023.
Ocho empresas se suman al listado en comparación al año anterior: las multinacionales Claro y Telefónica; las de alimentos La Italiana, Tonicorp e Ingenio Valdez; las minerías Explorcobres y Somilor; y Cemento Chimborazo.
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Para enriquecer la información que presenta el ranking, Luis Pástor, gerente general de Advance Consultora, empresa que elaboró el listado, comparte algunos hallazgos adicionales sobre la percepción de los encuestados.
De acuerdo con los resultados se evidencia que la percepción con respecto a si las empresas que operan en el Ecuador se preocupan por el cuidado y preservación del medio ambiente, se mantiene con calificaciones regulares.
Consideran que las compañías se preocupan “más o menos” por el cuidado del ambiente, pues la mayoría de los representantes de empresas ambientales otorgan calificaciones de entre cinco a siete.
Los encuestados sostienen que las empresas deben mejorar el manejo de desechos sólidos y controlar más la contaminación de aire, agua y suelo.
Otro aspecto que surge al analizar las respuestas es que, en términos generales, se mantiene una visión a corto plazo sobre la rentabilidad que aporta a la operación de una compañía la incorporación de medidas para evitar o mitigar el impacto ambiental.
Opinan que aún queda mucho por hacer para que los tomadores de decisiones puedan aceptar que las prácticas verdes, bien aplicadas, significan ahorro y beneficios financieros para las empresas en el mediano y largo plazo. Un ejemplo de ello es el uso de energía fotovoltaica, tanto para uso interno como para la venta de la energía excedente obtenida.
Resaltan que algunas compañías se han dado cuenta de que los consumidores están empezando a considerar y analizar cómo es el desempeño de una empresa con respecto a su cuidado al ambiente para elegir sus marcas o no.
Esta nueva práctica para la selección de consumo es especialmente significativa en las generaciones más jóvenes, como los millennials y centennials, que además de tomar sus propias decisiones al adquirir bienes y servicios, tienden a influir en las de otros.