Se la conoce como el “Arca de Noé vegetal”, “El depósito del apocalípsis”, “La bóveda del fin del mundo” o según su nombre oficial, la Cámara Global de Semillas de Svalbard. Así describe, The History Chanel, al almacén de seguridad encargado de almacenar más de un millón de muestras de semillas de todos los rincones del planeta, que representan más de 10.000 años de historia agrícola.
De acuerdo a información del medio La Vanguardia, este enorme bunquer fue financiado por el gobierno de Noruega y el Globlal Corp Diversity Trust (grupo integrado por países desarrollados y entidades como la fundación Bill Gates), con el objetivo de preservar la diversidad de los cultivos alimentarios, que podrían peligrar por culpa de amenazas globales como desastres naturales, pandemias o los monocultivos.
La edificación, ubicada cerca del polo Norte, en una zona remota del archipiélago noruego de las Svalbard, fue excavada a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca, a una altura a la que no quedaría cubierta con agua incluso si se deshiciera todo el hielo del planeta.
La edificación está diseñada para resistir los embates de varios típos catátrofes naturales, radioactivas o químicas
Las instalaciones son impenetrables a la actividad volcánica, los terremotos y la radiación, y además, mantiene las semillas a -18° de forma permanente, según información de su sitio web.
Algunas estimaciones científicas calculan que en las próximas dos décadas el rendimiento de los cultivos de todo el mundo caerán en un 33%, por culpa del aumento de las temperaturas, los mayores niveles de salinidad del suelo o la mayor incidencia de plagas, entre otros.
Por ende, la hambruna en países menos desarrollados se elevaría. Los últimos datos indican que el número de personas que padecen hambre en el mundo continúa en aumento, alcanzando los 821 millones en 2017 -una de cada nueve personas-, según el informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición de la Organización Mundial de la Salud (OMS).