David Bennett, nacido en Maryland, Estados Unidos, goza de un buen estado de salud tras haber sido el protagonista del primer trasplante de un corazón de cerdo a un hombre.
El hombre de 57 años, que sufría de una enfermedad cardiaca terminal, sigue en vigilia para constatar que se reponga del procedimiento médico que le salvó la vida, llevado a cabo por cirujanos estadounidenses en un centro médico de la Facultad de Medicina de Maryland.
"Era morir o someterme a este trasplante. Quiero vivir. Sé que es un disparo en la oscuridad, pero es mi última opción", dijo un día antes de la operación quirúrgica a la agencia de noticias AFP.
Bennett, quien ha pasado los últimos meses postrado en cama con una máquina de soporte vital, añadió: "Espero levantarme de la cama una vez que me haya recuperado".
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) otorgó una autorización de emergencia para la cirugía la víspera de Año Nuevo, como última posibilidad para un paciente que no era apto para un trasplante convencional.
"Esta fue una cirugía revolucionaria y nos acerca un paso más a la solución de la crisis de escasez de órganos", dijo Bartley Griffith, quien trasplantó el corazón de cerdo.
"Estamos procediendo con cautela, pero también somos optimistas porque esta primera operación quirúrgica en el mundo brindará una nueva opción importante para pacientes en el futuro", añadió.
El cerdo donante pertenecía a una manada que se había sometido a un procedimiento de modificación genética para eliminar un gen que produce un azúcar que habría desencadenado una fuerte respuesta inmunológica y provocado el rechazo del órgano.
La modificación corrió a cargo de la empresa de biotecnología Revivicor, que también suministró el cerdo utilizado en un innovador trasplante de riñón en un paciente con muerte cerebral en Nueva York en octubre.
El órgano donado permaneció en una máquina para preservarlo antes de la operación quirúrgica, y el equipo también usó un nuevo medicamento junto con otros fármacos convencionales contra el rechazo para suprimir el sistema inmunitario y evitar que rechace el órgano.
Se trata de un compuesto experimental fabricado por Kiniksa Pharmaceuticals.
Unos 110.000 estadounidenses esperan actualmente un trasplante de un órgano y más de 6.000 pacientes mueren cada año antes de recibir uno, según cifras oficiales.
Para satisfacer la demanda, los médicos se han interesado desde hace tiempo en el llamado xenotrasplante, o donación de órganos entre especies, con experimentos que se remontan al siglo XVII.
Las primeras investigaciones se centraron en la extracción de órganos de primates. Por ejemplo se trasplantó un corazón de babuino a un recién nacido conocido como "Baby Fae" en 1984, pero sobrevivió solo 20 días.
Hoy en día, las válvulas cardíacas de cerdo se usan ampliamente en humanos y la piel de este animal se injerta en personas que han sufrido quemaduras.
Los cerdos son los donantes ideales debido a su tamaño, su rápido crecimiento, las camadas grandes y el hecho de que ya están disponibles, al ser criados como alimento.