Los riesgos fitosanitarios son constantes para el sector bananero ecuatoriano, debido a las condiciones climáticas y a la presencia de agentes nocivos para los cultivos, tales como la sigatoka negra y el fusarium.
Y desde algunos meses atrás se ha sumado la bacteria Ralstonia solanacearum Raza 2, también conocida como Moko, una plaga que puede afectar a todos los estados de desarrollo de los cultivos de musáceas (banano, plátano, orito, morado, abacá).
Varios productores en la provincia de Los Ríos levantaron la voz de alerta por la presencia de la enfermedad en las plantaciones, y su consecuencia en la producción, que a su vez incidirá en las exportaciones de la fruta.
Ante esta situación, el Clúster Bananero y Platanero del Ecuador, integrado por diversas asociaciones y gremios de exportadores y productores, pidió ser responsables sobre las cifras de extensión del Moko en las unidades productivas.
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Hasta el momento, la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad) ha confirmado la presencia de la bacteria en 2.400 hectáreas cultivadas, las cuales representan el 8 por ciento de un total de 30.000 hectáreas analizadas.
El clúster sugirió ampliar la inspección a las 200.000 hectáreas de cultivo que existen a nivel nacional, para conocer la realidad general.
Más aún cuando datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos señalan que las áreas no cosechas de banano han aumentado en los últimos años, mientras que la productividad ha caído.
"Estos datos pueden deberse a múltiples causas como cambio climático, sequía, heladas, plagas, enfermedades, inundaciones y otros, entre las cuales se encuentra el Moko", resaltó el clúster.
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Según Agrocalidad, esta enfermedad representa un alto riesgo fitosanitario por la facilidad de dispersión a través de diferentes vías, incrementa los costos de producción (al tener que realizar el manejo de plantas infectadas), no tiene cura y puede ser un factor determinante en la restricción comercial de la producción.
Por ello, se han implementado diversas iniciativas de prevención, detección y control para mitigar el avance de la bacteria. Una de ellas es el proyecto ‘Safe Banana’, que ejecuta la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), en colaboración con Agrocalidad, AGROBAN, la Prefectura del Guayas y cooperación internacional.
Este proyecto, diseñado para combatir el Fusarium R4T, incluye medidas preventivas de bioseguridad aplicables también al Moko. Además, se está trabajando en un plan de manejo específico para la bacteria en las unidades productivas.
"Hacemos un llamado a los productores para que se unan y participen activamente en los programas de capacitación, implementen todas las medidas de bioseguridad y alerten a las autoridades ante cualquier indicio de la enfermedad", destacó el Clúster Bananero y Platanero del Ecuador.