Las pequeñas, medianas y micro empresas (mipymes) fueron las más se afectadas a raíz de la pandemia. En el 2020, la Superintendencia de Compañías registró la cancelación de 1.292 compañías, de las cuales 724 eran pequeñas.
Los negocios dedicados a actividades de servicio como restaurantes, transporte, gimnasios o los relacionados al turismo y diversión como salas de recepción, bares y discotecas son los que más se deterioraron.
María Belén Luzón, jefe de negocios de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Andalucía, explica que los ingresos en este tipo de empresas variaron de acuerdo con algunos factores como su ubicación geográfica y el nicho de mercado, pero estima que la reducción de sus ingresos va desde el 50 al 75 por ciento.
Acceder a un crédito se ha convertido en la tabla de salvación para estos negocios que requieren de liquidez para reactivarse. Entidades financieras estatales, bancos y cooperativas de ahorro y crédito (COAC) han sido las principales facilitadoras de financiamiento.
La COAC Andalucía, por ejemplo, puso a disposición créditos para capital de trabajo y adquisición de activos fijos. El producto ofrece el desembolso inmediato de hasta 60.000 dólares sin garante, con una tasa de interés del 16 por ciento para los microempresarios.
Para acceder a éste se debe presentar la última declaración de Impuesto a la Renta y facturas de compras y ventas de los tres últimos meses.
Otro producto para este segmento es Crédito único, el mismo busca reactivar a sus socios con un monto de hasta 5.000 dólares, al 9,99 por ciento de interés y hasta 72 meses plazo.
En la Cooperativa de Ahorro y Crédito Tena los créditos para reactivar los negocios se incrementaron en el último año. Su gerente, Vladimir Calle, comenta que por este concepto se han concedido 1’760.000 dólares en créditos a un promedio de 950 beneficiarios, en su mayor parte negocios de comida, abastos, calzado, ropa, panaderías, mecánica, agrícolas y productos de la zona.
La institución creó para este fin el microcrédito Reactívate, el mismo que está enfocado en negocios que desean incrementar su inventario y dinamizar su actividad. Este es un crédito inmediato que no toma en cuenta el puntaje en el buró de crédito. Además, ofrece un servicio de recaudación móvil en el lugar de trabajo o domicilio.
Los montos que otorga la COAC Tena llegan hasta 5.000 dólares, con una tasa de interés del 15,90 por ciento y a un plazo de hasta 24 meses, sin encaje ni garante.
Crédito agrícola
Otro sector que demanda de financiamiento es el agropecuario y para este segmento se han creado también varios productos crediticios. A través de BanEcuador, por ejemplo, de marzo de 2020 a agosto de 2021 se destinaron 468,2 millones de dólares, por medio de 67.013 operaciones, entre crédito original, novación, reestructura y refinanciamiento.
La institución registra una constante demanda de productos financieros específicos, por lo que ha diseñado propuestas especiales como: crédito apicultura, arroz, balsa, banano y plátano, buenas prácticas agropecuarias semilleristas y orgánicos, café, cacao, maíz y arroz (CCMA), café y cacao, caña guadua y bambú, frutales andinos, musáceos, palma aceitera, pecuario, artesano, Bantransporte, desarrollo humano y capital de trabajo.
Actualmente, el crédito para productores agropecuarios de BanEcuador atiende las necesidades de todas las actividades de producción y comercialización del sector, así como con capital de trabajo para las necesidades productivas de todo el año: siembra, cosecha y post cosecha.
Asimismo, atiende necesidades como: mejora genética y tecnológica, movimiento de tierras, sistemas de drenaje y riego, compra y arreglo de maquinarias, control de plagas y enfermedades, mejora de instalaciones e infraestructura sanitaria.
Para operaciones de microcrédito la institución contempla montos desde 50 hasta 150 mil dólares, con una tasa de interés del 11,25 por ciento; en tanto que, para operaciones dirigidas a las pymes, el monto va desde los 5.000 hasta los 3’000.000 de dólares con un 9,76 por ciento.
“Para financiar a los microempresarios, el plazo para activos fijos contempla hasta 10 años; para capital de trabajo hasta tres años y, para adquisición de tierras productivas y actividades de cultivos perennes, es de hasta 15 años”, destaca la entidad pública.
En lo que va del 2021, las operaciones de crédito original para el sector agropecuario de BanEcuador han beneficiado a 27.293 proyectos por un monto de 179 millones de dólares.
A decir de Mauricio Flores, jefe de marketing de la Cooperativa Santa Rosa, a raíz del plan de vacunación y el cambio de gobierno la demanda de créditos ha aumentado.
“El sector del comercio concentra un alto número de operaciones en la composición de nuestra cartera, otra de las actividades en las que se ha colocado fuertes sumas de dinero son las productivas, como la agricultura, acuacultura, ganadería y porcicultura”, expresa.
Para estos sectores la entidad creó cuatro productos de crédito y a los existentes les modificó políticas, requisitos, tasas y frecuencias de pago, para que más pymes y productores puedan acceder.
Por ejemplo, el microcrédito agrícola y ganadero se adapta al tiempo de siembra y cosecha de ciertos cultivos, así como al de cría y engorde de determinados animales, por lo que las frecuencias de pago parten de forma trimestral, semestral o anual.
A julio de 2021, esta cooperativa ha realizado alrededor de 2.700 operaciones de crédito, superando los 30 millones de dólares.
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Financiamiento para impulsar su negocio
Por: Mgs. Christian Morán | Docente Facultad de Emprendimiento Negocios y Economía UEES
Antes de buscar un financiamiento de capital de trabajo para su negocio es importante hacer una lista de opciones en el mercado y analizar cada una, para encontrar la que se adapte a la necesidad del negocio, y que la misma le aporte condiciones comerciales y operativas sostenibles.
Es recomendable para la empresa elaborar primero un presupuesto para proyectar el cumplimiento de sus objetivos, las metas y los plazos que se van a perseguir con el financiamiento.
Segundo, planificar hacia dónde se destinarán los recursos financieros, para ello es necesario que la empresa considere las fuentes de estos recursos y las condiciones de los mismos, como tasas y plazos.
Y tercero, vigilar el cumplimiento de los objetivos para que el dinero no se convierta en “dinero de bolsillo” o que el destino del financiamiento no sea el adecuado. A continuación, mencionamos algunas fuentes de financiamiento:
Préstamos a instituciones financieras: Son las opciones más utilizadas por las empresas para financiar sus operaciones. Independientemente de la institución, los fondos obtenidos por este mecanismo deben devolverse a la entidad financiera el capital con interés, a través de cuotas generalmente mensuales en un plazo previamente establecido entre las partes.
La empresa debe gestionar la búsqueda de las mejores condiciones en función del plazo y la tasa.
Capital propio: Son fondos que provienen del ahorro o del resultado positivo del ejercicio económico o como aportaciones en forma de una reserva legal, si se opta por esta vía, se disminuirían los préstamos externos, este sistema puede resultar muy ventajoso, pero la empresa debe tener cuidado porque si aumenta la inversión de capital propio para cubrir el cien por ciento de las operaciones del negocio, puede originar un riesgo de iliquidez.
Es apropiado obtener una tasa de equilibrio entre el capital propio y el capital externo.
Factoring: Es otro mecanismo muy útil, transforma facturas en activos líquidos para la empresa, la operación consiste en que el negocio cede su cartera (o parte de ella), a una empresa de “Factor” existente en el mercado financiero, para que la misma gestione la cobranza de las facturas y anticipe un pago a la empresa.
Los beneficios de utilizar esta opción de financiamiento, es que se puede anticipar el pago de facturas de una empresa y segundo que se traslada el riesgo por las facturas de clientes que no pagan a la empresa “Factor”. Ésta a su vez puede ofrecer créditos a plazos a sus clientes, sin tener una exposición de iliquidez.
Friends, family and fools: Amigos y la familia es un mecanismo inicial de obtención de un crédito, este es un fondo que está al alcance, es rápido, no es necesario la tramitología, eso sí, es necesario que estos acuerdos se lleven a cabo, mediante convenios firmados entre partes para que garanticen el retorno de la inversión para el grupo inversor.
Es importante destacar que, una vez escogido el proveedor de recursos financieros, se debe establecer una relación confiable y sostenible entre ambos.