El cambio del estilo de vida, el entorno de trabajo y la forma de relación con otras personas (jefes, compañeros y colaboradores) ha dado paso al análisis de las tendencias que marcarán la educación y el trabajo durante la próxima década.
La escuela de negocios internacional EAE Business School dio a conocer los resultados más destacados del estudio ‘Strategic Trends: El futuro de la educación y el trabajo. Horizonte 2021-2030”, elaborado y liderado por la directora de la consultora Nethunting, Gema Requena.
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El dispositivo móvil se erige como el medio de acceso a la educación, incluso, por encima del ordenador, asimismo el modelo “Marketplace”, será una tendencia como ya lo hizo el sector retail, donde el negocio está tanto en el grupo de “propiedades” que se distribuyó en muchas plataformas, como la plataforma que acumula muchas “propiedades” compartidas.
El documento explica que en la actualidad todos los trabajadores tienen algo de “nomads digitales” aunque hay que adaptar el entorno, el rediseño de las oficinas en casa o plantearse teletrabajar desde otras ciudades (ciudades zoom).
Sin embargo, la gestión del tiempo es uno de los puntos que genera “mayores problemas de salud mental” entre los trabajadores. En este sentido, existe la necesidad de adaptarse a este aspecto para establecer nuevos modelos de relación con los otros y la necesidad de aprender a manejar las herramientas tecnológicas.
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Requena menciona que uno de los retos de este nuevo modelo es rediseñar el desarrollo de habilidades para el liderazgo en remoto y el trabajo en el mismo, además de avanzar en el control de la productividad, que es una cuestión “compleja” al entrar en conflicto con la privacidad, ya que su gestión requiere de aplicaciones, habilidades humanas y transparencia.
El estudio apunta que el futuro profesional está en los “perfiles mixtos en humanidades y tecnología” además “Crece la visión más humanista que conduce el desarrollo de las aplicaciones tecnológicas y la innovación del presente y futuro. Sociedad y legislación están demandando una respuesta a la deshumanización de la tecnología y requiere formar y/o complementar los perfiles con esas disciplinas para trabajar con las personas en el centro, no la tecnología, para ser más inclusivos y para sumar al desarrollo sostenible”, proyectó la colaboradora de EAE.
Crecen el número de iniciativas educativas dirigidas hacia al impacto positivo, social y medioambiental. En este sentido, se prevé un ascenso de “los profesionales del clima y desarrollo sostenible”.
Por otro lado, el COVID-19 ha dado la oportunidad a las empresas de reconstruirse para mejorar, desarrollar conexiones emocionales con sus consumidores y apoyar a la población más vulnerable. Este estudio revela que los consumidores esperan que las marcas sigan actuando con un propósito más allá de la pandemia y que medidas de protección como la mayor flexibilidad en el lugar de trabajo, se conviertan en la nueva normalidad.