La pasión por el avistamiento de aves toma cada vez más fuerza en la región latinoamericana, que con su diversidad de fauna y flora se caracteriza por poseer algunos de los principales destinos para los amantes del aviturismo.
Ante esta realidad, el equipo de Kayak, el metabuscador de viajes en el mundo, recomienda tres destinos en América del Sur ricos en aviturismo, entre ellos Ecuador.
Según el buscador, nuestro país es conocido en el mundo de la ornitología como un pequeño gigante, ya que a pesar de su extensión, posee 1.722 aves registradas (aproximadamente el 18 por ciento del total mundial), según INABIO3, de las cuales 132 son endémicas, como el Tucán Andino en el Chocó, el Pinzón de Manglar en las islas Galápagos o el Saltarín Cabecinegro en la selva amazónica.
El noroccidente de Quito es el micro destino perfecto para el avistamiento de aves, el cual forma parte de la reserva de biósfera Chocó Andino declarada por la Unesco en el 2018. En esta zona se pueden admirar colibríes, loros, tucanes, quetzales, entre otros.
De ahí que en la zona de Mindo, se puedan avistar al menos 50 especies en un solo día. Debido a su riqueza natural, la feria de aves más importante de Sudamérica tendrá lugar en esta parroquia, ubicada a tan solo 1 hora en vehículo desde la capital de los ecuatorianos.
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Los otros destinos son Colombia y Perú. El primero, es uno de los países con mayor diversidad de aves del planeta. Según la Asociación Colombiana de Ornitología1, cuenta con 1.966 especies de aves registradas hasta 2022, de las cuales 79 son endémicas como el Tucán Pico Iris, el Colibrí Paramuno o el Saltarín de Antioquia.
La Reserva Natural Mururito, en el departamento de Meta, cuenta con 562 tipos de aves diferentes y es uno de los lugares más visitados en tierra colombiana para este propósito.
Mientras que Perú cuenta con 1.800 aves registradas de acuerdo al Observatorio CORBID2, de las cuales 120 aproximadamente son endémicas como el Hormiguero Pechigris, el Pavito de Puno o el Picoespina Ventriazul.
En la región de Madre de Dios destacan el Parque Nacional Manu y el río Tambopata, lugares en los que los apasionados por las aves pueden observar fácilmente hasta 500 especies.
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Disfrutar del aviturismo es una experiencia enriquecedora que requiere paciencia, observación cuidadosa y respeto por la naturaleza. Para sacar el máximo provecho de esta actividad, es esencial equiparse con binoculares de buena calidad y guías de aves que ayuden a identificar las especies locales.
El aviturismo trata de apreciar la belleza de la naturaleza y contribuir a su conservación, respetando siempre las normas locales y evitando causar disturbios a las aves y su entorno.