La aprobación a inicios de este año de la Ley Orgánica de Vivienda de Interés Social, abre un nuevo capítulo para reducir el déficit habitacional en Ecuador que, según datos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI), asciende a 2,7 millones de unidades.
La normativa, busca garantizar la prestación del servicio público de vivienda de interés social (VIS), por medio de proyectos y planes habitacionales públicos, privados o conjuntos.
El Decreto Ejecutivo 405 expedido en abril con el reglamento de la ley, norma y regula los incentivos y subsidios para los nuevos programas y estableció el valor máximo de las VIS en 75.650 dólares, y de 92.735 dólares para Viviendas de Interés Público (VIP).
Para Santiago Tamayo, director inmobiliario de la Cámara de la Industria de la Construcción (CAMICON), uno de los aspectos más destacables es la creación del Banco de Suelo para Vivienda de Interés Social, a través del cual se puede destinar terrenos ociosos o subutilizados para generar planes de VIS.
“El valor de estos terrenos, siempre y cuando sea para el desarrollo de este tipo de proyectos, puede ser menor al establecido catastralmente, cumpliendo los GAD de esta manera con la responsabilidad que tienen de atender a los sectores más desposeídos”, comenta.
Tamayo, quien también pertenece al colectivo Constructores Positivos, cree que cuando la empresa privada encuentra incentivos para el desarrollo de programas se convierte en un actor importante, especialmente cuando se garantiza que el comprador del inmueble podrá cancelar el valor, a través de créditos con tasas de interés subsidiadas.
“Se hace muy atractivo para los promotores y constructores realizar este tipo de proyectos, pues se sabe que va a poder concluir con éxito el mismo”, reflexiona.
Con este criterio coincide Stefano Ferreti, vicepresidente de Ambiensa, no obstante, destaca que se debe agilizar el proceso de calificación de los planes habitacionales pues las demoras en esta etapa retrasan su comercialización.
“Tienes que hacer estudios eléctricos, sanitarios, estructurales, urbanísticos, de consumo. Todo esto toma su tiempo, hasta que lo presentas al MIDUVI y te califican, no puedes salir a la comercialización de ese producto”, explica.
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Ambiensa es la inmobiliaria a cargo del Plan Mi Casa Mi Futuro, que impulsa el Municipio de Guayaquil y que se desarrolla en el sector de vía a la Costa. El proyecto, que se ejecuta en etapas cerradas, consiste en la construcción de 5.000 unidades habitacionales en medio de un entorno con piscinas, áreas recreativas, espacios para mascotas, entre otros. Ya se han entregado 1.000 casas.
Ferreti detalla que este tipo de planes no solo ayudan a reducir una parte del déficit habitacional, sino que se entregan viviendas de calidad, con urbanismo, con conciencia social y ecológica. “Aquí estamos hablando de un estilo de vida, de un entorno. Nuestros proyectos tienen calificación VIS y VIP, las cuales acceden a una tasa preferencial de 4,99 por ciento en créditos hipotecarios”, comenta.
Con 55 millones de dólares en créditos VIS y VIP colocados en 2021 y una proyección de 60 millones para el 2022, Mutualista Pichincha, es otra institución financiera a nivel nacional que apuesta por estos tipos de planes habitacionales.
Ximena Aguirre, gerente de Negocios Financieros de la entidad, considera que los proyectos de este tipo generan interés debido a la demanda que tienen y los parámetros especiales establecidos por el Gobierno.
“Para las familias, las condiciones preferentes del crédito hacen posible el anhelo de tener una vivienda propia, y no solo por la tasa de interés, plazo y porcentaje de entrada reducido, sino también por los costos y características de las viviendas”, manifiesta.
En esa línea, Mutualista Pichincha otorga créditos VIS para casas con valores desde 24.467,25 dólares hasta 75.505,50 dólares, con una entrada del 5 por ciento y un plazo de hasta 25 años; iguales condiciones se aplican para créditos VIP, en inmuebles cuyo valor sea desde 75.509,75 dólares hasta 97.078,50 dólares.
Entre tanto, su producto “En mi terreno, mi casa”, ofrece a los clientes que tienen terreno propio y no poseen una vivienda, la posibilidad de construirla y financiarla con el interés del 4,88 por ciento.
Aquí las personas tiene la opción de escoger de entre varios modelos previamente calificados por el MIDUVI, las viviendas son sismorresistentes edificadas con los sistemas constructivos Hormi2 o Casa Lista.
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