Novak Djokovic partió este domingo de Australia después de que la justicia rechazara su recurso contra su deportación ordenada por el gobierno, que consideró que el número uno mundial del tenis representaba un "riesgo para la salud" por no haberse vacunado contra el COVID-19.
La decisión, tomada por unanimidad por los tres jueces del tribunal, echó por tierra definitivamente las esperanzas del serbio de 34 años de ganar su 21º título de Grand Slam, un récord, en el Abierto de Australia, que comienza el lunes.
"Estoy muy decepcionado", dijo Djokovic en un comunicado. "Respeto la decisión del tribunal y cooperaré con las autoridades pertinentes en relación con mi salida del país", añadió poco antes de abandonar Melbourn.
"Ahora voy a tomarme un tiempo para descansar y recuperarme", dijo el jugador, cuya carrera podría verse gravemente afectada tras el fallo.
En sus conclusiones ante el tribunal el sábado, el Ministro de Inmigración Alex Hawke había argumentado que la presencia de Djokovic en el país era "probablemente un riesgo para la salud".
Dijo que fomentaba el "sentimiento antivacunas" y podría disuadir a los australianos de recibir vacunas de refuerzo a medida que la variante Ómicron se extiende rápidamente por el país.
- "Disturbios civiles" -
La presencia del campeón en Australia podría incluso "provocar un aumento de los disturbios civiles", añadió el ministro.
Aunque calificó de "insignificante" el riesgo de que el propio Djokovic infecte a los australianos, el ministro dijo que su "desprecio" de las normas sanitarias contra el COVID-19 constituía un mal ejemplo.
En el tribunal, los abogados de "Djoko" calificaron de "ilógica", "irracional" e "irrazonable" la detención y posible deportación de su cliente.
Pero no lograron convencer a los tres jueces del Tribunal Federal, que rechazaron por unanimidad el recurso, sin posibilidad de apelación.
Novak Djokovic fue detenido a su llegada a Australia el 5 de enero y puesto inicialmente en detención administrativa.
El jugador, que contrajo el COVID-19 en diciembre, esperaba una exención para entrar en el país sin estar vacunado, pero las autoridades no aceptaron esta explicación.
El gobierno australiano sufrió un humillante revés el 10 de enero, cuando un juez bloqueó la deportación de Djokovic, restableció su visa y ordenó su liberación inmediata.
Pero el Ministro de Inmigración contraatacó el viernes y canceló su visa por segunda vez en virtud de sus poderes discrecionales, alegando "razones de salud y orden público".
En un comunicado publicado el miércoles, el tenista admitió haber rellenado incorrectamente su declaración para entrar en Australia.