Uruguay y su centenario
Viajar con la Copa del Mundo me hizo comprender que necesitamos creer lo imposible para ser feliz. El avión del auspiciante de la FIFA y del Trophy Tour recorrió los 32 países con el mismo trofeo que levantó Maradona, Pelé y Zidane. En cada parada la ciudad albergaba la copa y un sinnúmero de actividades y experiencias relativas al Mundial. En tan solo dos días, miles de personas hicieron cola para tomarse la foto con el objeto del deseo. En esos momentos no hay país pequeño, no hay gente más importante que otra, todos somos potenciales ganadores del Mundial.
Tuve la oportunidad de estar en Montevideo, la capital de un país de tan solo 3 millones y medio de habitantes pero ganador de dos Juegos Olímpicos (1924-1928) y dos Mundiales (el primero en 1930 y el segundo en 1950 ganándole a Brasil). Uruguay simboliza la belleza del fútbol: creérselo, ganarlo y mantenerse en el olímpico del futbol para siempre.
En Montevideo la estación del Trophy Tour estaba adosada al Estadio Centenario, el mismo que rugió con tantas hazañas de la celeste. Pudimos pisar la cancha, ver la tribuna popular con sus asientos de cemento. De repente mi grupo formado por periodistas e influencers ecuatorianos se dispersó y cada uno filmó y locutó a su manera, con emoción y sentimientos. María José Flores recordó su entrevista con Diego Forlán, Alfonso Laso evocó sus innumerables transmisiones desde la cabina del Centenario, Tito Rosales transmitió en vivo las imágenes del estadio que el día siguiente iba a consagrar Nacional campeón liderado por Luis Suárez, Virginia Limongi y Eduardo Andrade contaron a través de sus reels la magia que despertaba este Trophy Tour.
De Montevideo me quedo con la imagen de un país con un malecón maravilloso, una arquitectura impregnada de las culturas francesas, italianas y alemanas, un mar que codea muchos espacios verdes, un país donde se respira paz, cultura y mucho fútbol.
Viajar con la Copa
Hay viajes que no se olvidan. Salimos a las 4 de la mañana en el avión privado de la marca que hace posible el Trophy Tour. En la parte delantera estaban los periodistas y personal de la marca auspiciante y en la parte trasera: la Copa en un lugar totalmente hermético custodiada por su guardaespaldas. Era como viajar con un Rock Star inaccesible. El viaje duró cerca de siete horas y fue imposible descansar. La cercanía del trofeo hecho de oro macizo despertó en cada uno de nosotros imágenes de glorias pasadas y de un mundial que se perfila como el despertar de la pasión después de dos años de pandemia.
Al llegar a Quito salimos primero y siguió el trofeo de 6,142 kg, creado como una composición de dos figuras humanas sosteniendo el globo sobre ellos. Como uno de los símbolos deportivos más reconocidos en el mundo y un icono invaluable. El Trofeo de la Copa Mundial de la FIFA solo puede ser tocado y alzado por un grupo muy selecto de personas, que incluye a los ganadores anteriores de la Copa Mundial y Jefes de Estado. En Quito el jugador invitado fue Lucio, ganador de la Copa 2002.
En la imagen: Paola Palacios, Gerente de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sostenibilidad; y Emilia Villamarín, Directora de Marketing, ambas de Coca-Cola para Ecuador y Perú.
Quito, escala 45
Quito fue la escala 45 del Trophy Tour luego siguieron San José, Los Ángeles, Nueva York, Toronto, Riyadh y Doha. En el Trophy Tour Ecuador que se realizó en el Paseo San Francisco de Cumbayá desfilaron 16000 personas en dos días, pudieron ver y escuchar Lucio y nuestro ícono nacional: Antonio Valencia. Cada persona entraba y salía con una sonrisa de esperanza y unas fotos inolvidables.
Este año Ecuador debutará el domingo 20 de noviembre ante Catar, el país anfitrión. El planeta entero conocerá un país que va por su cuarto mundial y podría ser la primera nación en ganar un país anfitrión en el partido inaugural.
¿En qué manos quedará la Copa del Mundo en Catar? Existen reinta y dos respuestas posibles...