La participación ecuatoriana en los Juegos Olímpicos París 2024 empezó con los jinetes Ronald Zabala y Nicolás Wettstein en la prueba de doma clásica, tras conocer su clasificación el pasado el pasado 3 de enero, según anunció la Federación Internacional de Deportes
Zabala, nacido en Quito hace 57 años, se ubicó en el puesto 14 durante la primera prueba de doma individual con su caballo Forever Young Wundersmake, que lo ha acompañado desde 2026, con una puntuación de 37,70 en el Palacio de Versalles.
Esta es la segunda participación olímpica de Zabala, la primera fue en Londres 20212. Durante su carrera ha competido con diversos caballos, pero Wundersmake su compañero desde 2016 y con este equino llegó a París.
UN SUIZO CON CORAZÓN TRICOLOR
Wettstein nació en Basilea, Suiza, hace 43 años, pero siente como si hubiera nacido en Ecuador, tanto que en 2012 obtuvo su nacionalidad y hasta estuvo casado con una ecuatoriana durante una década. Esta es su tercera participación olímpica.
Involucrado en hípica desde que tenía 4 años de edad por herencia de sus abuelos, Wettstein no pudo completar la fase de campo traviesa en Río 2016. Sin embargo, en Tokio 2021, logró finalizar la competencia en el puesto 41.
Cuando clasificó a París 2024 no ocultó su satisfacción. “Me siento muy feliz, muy orgulloso de poder representar una vez más a mi querido Ecuador en estos Juegos Olímpicos. Es el resultado de trabajo de tres años muy duros desde Tokio”, dijo, según una publicación del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE).
Zabala y Wettstein debutaron en la hípica, que forma parte del programa olímpico desde París 1900 y tiene tres disciplinas: doma clásica, salto de obstáculos y prueba completa.
Esta última combina las tres disciplinas donde el jinete debe establecer armonía con su caballo, que debe realizar movimientos complejos, pero elegantes y luego ejecutar saltos sin derribar los obstáculos durante su recorrido.
Los jueces evalúan la precisión, fluidez, resistencia y obediencia del equino, que habitualmente es trasladado en camiones.
En el caso de Altier D’Aurius, el caballo que acompaña al suizo-ecuatoriano, permaneció en Basilea, a casi cinco horas de Francia, mientras que para Tokio 2021 tuvo que llevarlo desde Ginebra, Suiza, pasando por Alemania y Bélgica. En este último país su caballo fue trasladado por avión con rumbo a Japón.