Ecuador, que estuvo privado de cosechar medallas olímpicas por 13 años, se consagró en Tokio-2020 para emerger hasta los grandes de Latinoamérica en esos Juegos con dos de oro y una de plata, pero también dejó ver la falta de apoyo a deportistas.
"Hay una gran riqueza de esfuerzo individual detrás de estos resultados, tan extraordinarios", expresó a el exmarchista Jefferson Pérez, quien consiguió las primeras preseas olímpicas para su país en los 20 km: oro en Atlanta-1996 y plata en Pekín-2008.
Entre cuestionamientos por la desatención estatal a los atletas, la nación se bañó de gloria con las doradas del ciclista de ruta Richard Carapaz y la pesista Neisi Dajomes (76 kg), y la plateada de la también halterista Tamara Salazar (87 kg).
En el medallero de Tokio-2020 aparece detrás de las potencias Brasil y Cuba, pero además por encima de México, Colombia y Venezuela, dominadores de la región en el histórico de las olimpiadas.
"He sido un deportista que ha salido casi sin el apoyo del país", sentenció Carapaz, quien se convirtió en el único pedalista del mundo en subir al podio olímpico, del Giro de Italia (primero en 2019), la Vuelta a España (segundo en 2020) y el Tour de Francia (tercero en 2021), las principales competencias del ciclismo de ruta.
Pérez, convertido en empresario deportivo y asesor de programas de alto rendimiento, consideró que tardaron en repetirse sus hazañas porque "varios procesos, como la estructura deportiva, no se aceleraron como lo hicieron las necesidades, los objetivos y triunfos de nuestros deportistas" en torneos regionales.
- A París-2024, por récords -
Ecuador también obtuvo diplomas olímpicos, reservados para los ocho mejores, con Alfredo Campo (quinto en BMX), Angie Palacios (sexta en pesas, 64 kg), Luisa Valverde (octava en lucha, 53 kg) y Lucía Yépez (lucha, 50 kg).
"Es necesaria una transformación del sistema deportivo nacional", expresó por teléfono el ministro ecuatoriano del Deporte, Sebastián Palacios, quien acompañó a la delegación de 48 deportistas en la cita olímpica.
Palacios es un exciclista de bicicross de élite que vivió en carne propia el abandono de autoridades. "Cuando representé al país, incluso en torneos mundiales, sentí ese abandono, sentí el desinterés sobre el deportista".
En París-2024, Ecuador desde ya aspira a enriquecer su arcón con la halterofilia dados los rendimientos de Dajomes, Salazar y Angie Palacios, hermana menor de la primera.
"El techo para estas deportistas aún es amplio por su juventud y potencial", dijo el entrenador de pesas y excampeón panamericano José Llerena.
Dijo que si bien Dajomes, de 23 años, "ya ganó todo lo que es posible en nuestro deporte, el objetivo sería romper los récords mundiales y olímpicos".
La ecuatoriana subió al pico de la plataforma de premiación en Tokio-2020 con un registro de 263 kg (118 kg en arranque y 145 en envión) cuando en su preparación levantó hasta 270 kg (120 kg y 150, respectivamente).
- Más recursos para el deporte -
El nuevo ciclo olímpico arranca en enero de 2022 y estará a cargo del gobierno del derechista Guillermo Lasso que asumió el pasado 24 de mayo, del cual Palacios hace parte.
Lo asume "con mucho compromiso, mirando al deporte como una gran herramienta de desarrollo" y dice "imagine la cantidad de niñas que quieren emular a Neisi, Tamara o Angie o los niños y jóvenes que quieren ser como Richard Carapaz", manifestó el ministro.
"Soñando en París -expresó- se apunta a renovar el programa de alto rendimiento", que apoya a la preparación de unos 300 deportistas destacados.
Pérez reiteró que "la base mínima para un deportista de élite es la financiación deportiva" e invitó "al gobierno y a la empresa privada a seguir apostando por los grandes talentos que tiene el país".
Las disciplinas que han demostrado éxito "tendrán mayor atención y los lugares de donde proceden estos deportistas tendrán más recursos y mejoras en su infraestructura deportiva", dijo el ministro.
Para financiarlo, el gobierno aspira a recaudar unos 31 millones de dólares extras el siguiente año (actualmente se destinan para deporte unos 50 millones).
Existe una nueva norma tributaria que permite a las empresas descontar de sus impuestos los recursos destinados a patrocinio de deportistas o financiamiento de infraestructura deportiva.