¿Cómo se formó la actual selección ecuatoriana de fútbol? Así fue el proceso que duró casi una década
Al menos siete jugadores del equipo titular han integrado selecciones juveniles. Este proceso empezó a dar resultados en 2011 de la mano del DT Javier Rodríguez.
Ecuador deberá superar al campeón de África para pasar a los octavos de final. Ya le ganó al anfitrión y campeón de Asia, y a la tres veces subcampeona del mundo la empató 1-1, logrando un amplio reconocimiento. ¿Cómo se formó la actual selección?
Es raro, según quienes conocen a Gustavo Alfaro, verlo desequilibrado. Vive el fútbol de una forma poco convencional en comparación a quienes trabajan en esta disciplina deportiva que a veces encierra justificaciones extremas para justamente ese desequilibrio emocional al que Alfaro le esquiva. “No es un robot, se emociona, pero generalmente lo ves muy enfocado, calmado, con la palabra exacta. Es un didacta”, señala un colaborador suyo quien prefiere no ser citado en este reportaje.
Este colaborador no quiere ser nombrado porque su entorno es así: gente de perfil bajo que no busca la atención de los medios ni de la afición. Alfaro, dicen sus allegados, es igual: clasificó a la Selección al Mundial y no ha cambiado la dinámica que lo llevó hasta ese sitio. Algo que le rescatan quienes lo conocieron y lo vieron crecer en Argentina, donde pasó toda su carrera previo a llegar a la mitad del mundo en plena pandemia.
Doce días después de ser contratado regresó a su país para dirigir el primer partido de Ecuador en las Eliminatorias, justo contra Argentina.
Perdió. Era lo previsto. Cinco días después goleaba a Uruguay en Quito y dos meses después ganaba dos partidos seguidos, incluida una goleada por 6 a 1 a Colombia.
Como por arte de magia, en lo que duró un chasquido de dedos, todo cambió. Desde la última clasificación al Mundial pasaron cuatro entrenadores, un período que encerró el final de la exitosa dirigencia de Luis Chiriboga Acosta, quien terminó involucrado en el mayor caso de corrupción en el fútbol (FIFA Gate) y el inicio de una nueva dirigencia que pifió en la contratación del entrenador al traer al español Jordi Cruyff. Con Alfaro en el banquillo, la Selección respiró otro ambiente.
Ocho años después, Ecuador jugará en la Copa del Mundo. De sus rivales, solo Holanda ha sido protagonista en este tipo de torneo: tres veces subcampeona mundial y un tercer lugar en 2014. Pero sus otros dos contrincantes son los actuales campeones de su continente: Catar es campeón de Asia y Senegal de África.
Ecuador, mientras tanto, solo tiene un cuarto lugar en la Copa América de 1993 y la clasificación a octavos de final en el Mundial de Alemania 2006.
Entonces si el historial de las cuatro selecciones muestra que Ecuador es la que tiene menos reconocimientos internacionales, ¿por qué hay cierta esperanza en que esta vez se podría tener la mejor presentación de la ‘Tricolor’ en una Copa del Mundo? ¿Es exceso de confianza o hay algo detrás de esa percepción?
LA JUSTIFICACIÓN
Hace más de 34 años llegó Dusan Draskovic y marcó la ruta que el fútbol ecuatoriano agradecerá por siempre. El entrenador montenegrino hizo, de manera artesanal, una selección de los mejores jugadores de fútbol de todo el país. Recorrió todo Ecuador y agrupó a quienes él consideró que eran los mejores.
Con ellos encaminó un proceso que rindió sus primeros frutos: Ecuador fue cuarto en la Copa América de 1993. Unos días después se jugó las Eliminatorias para la Copa del Mundo de 1994, que se iba a disputar en Estados Unidos. La Selección hizo una primera ronda muy buena: estaba igualado con Brasil y Uruguay en el segundo lugar del grupo. Pero errores propios y fallos arbitrales lo dejaron fuera en la segunda ronda.
Más allá de no clasificar al Mundial, el trabajo de Draskovic sentó la primera base para el futuro y dejó claro cómo Ecuador podría crear una Selección de fútbol de mejor nivel: a través de un proceso de selección recorriendo todo el país.
Si bien los siguientes años se intentó replicar este modelo y en el camino quedaron varios entrenadores que desarrollaron sus metodologías (no se puede olvidar a Sixto Vizuete, por ejemplo), hay un nombre propio poco reconocido externamente pero valorado casa adentro: Javier Rodríguez.
Este entrenador guayaquileño de 62 años fue contratado por la Federación Ecuatoriana de Fútbol en 2005 para colaborar en el desarrollo del fútbol formativo y seis años después, ya como entrenador de la Selección Sub-17, clasificó a la ‘Tri’ a la Copa del Mundo de esa categoría que se disputó en México. Esa Selección llegaría hasta octavos de final y de allí saldría un jugador puntal de la Selección de Gustavo Alfaro: el mediocampista Carlos Gruezo.
Rodríguez seguiría en la Sub-17 y cuatro años después quedaría tercero en el Sudamericano y clasificaría nuevamente al Mundial de esa categoría. Esta vez llegarían a cuartos de final y de ese equipo saldrían otros tres destacados del equipo de Alfaro: los defensas Byron Castillo y Pervis Estupiñán, y el volante Alan Franco.
Las cosechas de Rodríguez con estas selecciones lo llevó a dirigir en 2017 a la Sub-20 en el Sudamericano donde quedó subcampeón. Clasificó al Mundial en Corea del Sur y de ese equipo salieron otros integrantes de la actual Selección: los defensas Félix Torres y Ángelo Preciado, y el volante Jhegson Méndez.
Ese mismo año se sumaría como director de Selecciones Juveniles del Ecuador el argentino Jorge Célico, quien junto a Rodríguez y su equipo de trabajo recorrieron el país para sumar jóvenes al proceso de formativas. Fueron más de 500 chicos para armar la Selección Sub-20 que dos años después, en 2019, ganaría el Sudamericano.
Meses después de ese logro, esa misma Selección alcanzó el máximo logro deportivo de selecciones para el país: el tercer lugar en la Copa del Mundo Sub-20. En ese grupo destacaron jugadores como Moisés Ramírez, Diego Palacios, José Cifuentes, Gonzalo Plata y Leonardo Campana, ahora integrantes del equipo de Alfaro.
Y ese mismo año Rodríguez llevaría nuevamente a la Sub-17 al Mundial, esta vez hasta octavos de final. Una de sus figuras fue Piero Hincapié, hoy titular en la ‘Tricolor’.
Es decir, en un proceso que duró casi una década, Rodríguez llevó de la mano a más de una decena de chicos que han participado en la Selección que hoy dirige Gustavo Alfaro. De hecho, toda la defensa y parte del mediocampo titular del equipo que jugará en Catar fue formado en este proceso de juveniles.
LA ESPERANZA
La tarde del 25 de junio de 2006, en la ciudad alemana de Stuttgart, Ecuador hacía historia. Jugaba por primera vez los octavos de final de una Copa del Mundo frente a Inglaterra. A los 10 minutos, un remate del delantero ecuatoriano Carlos Tenorio se estrelló en el poste. La jugada aún es recordada porque en un partido con pocas oportunidades de anotar, como fue aquel, quizá esa ocasión le habría permitido a la Selección avanzar a otra ronda.
Ya son más de 16 años y es imposible evitar preguntarle a Tenorio sobre la jugada. No le sorprende ni le incomoda. “El defensa cerró en el momento exacto y desvió mi remate. Hubiera sido lindo anotar y clasificar a cuartos de final”, dice.
Si bien Tenorio no es el mayor referente de los jugadores ecuatorianos que estuvieron en un Mundial, en esta ocasión es la voz más autorizada para hablar: jugó seis años en Catar, donde fue goleador y ganó varios títulos. “Hoy tenemos una Selección con chicos jóvenes, pero experimentados internacionalmente”, asegura.
Tenorio, quien anotó dos goles en el Mundial 2006, cree que ésta es la mejor Selección que ha tenido el país hasta ahora. “Son chicos que tuvieron la oportunidad de conocerse desde adolescentes, crecer juntos en varias categorías juveniles y salir al exterior donde ya tienen roce en las principales ligas del mundo”.
El promedio de edad de la Selección ronda los 25 años; es uno de los 10 equipos más jóvenes del certamen. De hecho sus principales figuras y mayores exponentes en el fútbol internacional son dos chicos de 20 y 21 años: Piero Hincapié, quien juega en el Bayer Leverkusen de Alemania; y Moisés Caicedo, del Brighton de Inglaterra. Además son los más cotizados del país: 22 millones y 33 millones de euros, respectivamente.
Según Tenorio, a quien llamaban ‘El demoledor’ en su época de futbolista por su potencia física, el entrenador Gustavo Alfaro encontró la forma de integrar a este grupo de jóvenes con algunos más experimentados y consolidar un estilo de juego que genera confianza en la gente. “Tengo mucha ilusión con este grupo. Estoy seguro que no regresará pronto del Mundial, van a pasar de fase”.
Si Ecuador clasifica a los octavos de final, uno de sus posibles rivales sería nuevamente Inglaterra. “Espero que ese gol que no pude anotar en 2006, ellos sí lo hagan”, dice Tenorio sonriendo, aunque no lo dice en broma. Esa confianza que muestra el ex delantero de la Selección es la que se percibe del aficionado en general por un equipo que hasta hace menos de dos años solo recibía críticas. Con un chasquido de dedos de Gustavo Alfaro, el “Sí se puede” volvió a escucharse.
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