Ecuador tuvo el honor de ver jugar al astro brasileño Pelé cuando arrancó su carrera profesional como futbolista en el Santos.
‘O Rei’ llegó por primera vez a Guayaquil en 1959, luego regresó a Quito en 1960 y finalmente en 1962 pasó por las dos ciudades.
En aquellos tiempos se enfrentó a Emelec, Barcelona, Aucas y Liga de Quito. Todos los partidos terminaron en goleada.
Un año después de lograr el campeonato del Mundo en Suecia, Pelé arribó a territorio ecuatoriano el 11 de enero de 1959.
El Santos se enfrentó a Emelec en el estadio George Capwell ante 20 mil personas.
En el primer tiempo, el equipo eléctrico se puso en ventaja al anotar el primer gol del encuentro, pero después ‘O Rei’ sacó toda su jerarquía y dio la vuelta al marcador con dos goles. Mientras, Countinho selló el 3-1.
Poco tiempo después, el 20 de marzo de 1960, el considerado mejor futbolista de la historia volvió al país. Esta vez para enfrentar al Aucas, equipo que en ese momento ostentaba el título de campeón de Pichincha.
El partido se disputó en el Olímpico Atahualpa de Quito, ante 15 mil espectadores. Todo salió mal para el equipo capitalino, pues fue goleado 6-2.
En aquella ocasión, el astro no marcó ningún gol, pero sí fue partícipe de piques y jugadas magistrales que ayudaron a sus compañeros. Tanto es así que Pelé fue llevado en hombros hacia el camerino.
Los triunfos del Santos con Pelé siguieron el 7 de enero de 1962. El equipo brasileño, que en aquella época era considerado el segundo mejor del mundo solo por detrás del Real Madrid, goleó 6-2 a Barcelona en el Puerto Principal.
Aunque ‘O Rei’ tampoco anotó goles, sí dio varias asistencias que desembocaron en entradas al arco.
Y es que Barcelona la tenía difícil, pues todos los jugadores de ese equipo formaron parte de la selección carioca campeona del mundo en Chile 1962.
El 14 de enero de 1962, volvió a la capital para jugar contra Liga de Quito en el estadio Atahualpa. Nuevamente, los brasileños golearon a los ecuatorianos 4-1.
En este combate, Pelé anotó tres goles y provocó la algarabía de los aficionados nacionales y extranjeros. El partido terminó 4-1.