Samborondón, un cantón cuya estrategia fue planificar
“La idea es que Samborondón deje de ser una ciudad dormitorio, sino que sea una ciudad que cuente con todos los servicios”. Esa es la base que maneja el alcalde reelecto de Samborondón, Juan José Yunez, con respecto a los planes en su ciudad. El desarrollo inmobiliario y poblacional en Samborondón arrastró a un crecimiento económico en otros sectores, que hoy impulsan una visión más a futuro.
Una característica del cantón es el contraste de asentamientos. Por un lado, la parroquia de La Puntilla, donde se concentran las ciudadelas privadas y centros comerciales. Con sus problemas particulares, como la vialidad. Y en otro el otro, la cabecera cantonal o Tarifa, donde la ruralidad demanda de caminos vecinales en buen estado, mayor seguridad y de ayuda social. “Para nosotros, como Administración Municipal, Samborondón es uno solo. Y las necesidades, si bien son diferentes, todas son importantes y atendidas”, acota el alcalde Yunez. “Al ver trabajo, la gente se siente orgullosa de la ciudad a la que pertenece. Los niños ya no dicen que viven en Guayaquil, sino que viven en Samborondón”, describe.
Ante el crecimiento poblacional y habitacional se empezó a cuestionar sobre el rumbo que debía seguir el cantón para el futuro. De tal manera, se elaboraron estudios que determinaron la concepción del “Nuevo Samborondón”. Esta área abarca 2.300 hectáreas cuyas áreas están delimitadas por zonas: residencial, comercial, industrial, educativa, etc. Asimismo, se definieron los espacios para subestaciones eléctricas, una nueva planta de agua potable, tuberías y otras. “Es, tal vez, la única ciudad en el país que está haciendo una planificación de ciudad para los próximos 70 o 100 años”, manifestó el burgomaestre.
LA NUEVA MATRIZ
Según registros del SRI, en el último año Samborondón facturó 4,088 millones de dólares por ventas y exportaciones. El sector comercial representa cerca del 40 por ciento, seguido de la agricultura. En el listado de las empresas con mayor facturación domiciliadas en Samborondón destacan bananeras, camaroneras y otros productos agrícolas. Las proveedoras de materiales de construcción también ganan terreno.
El alcalde Yunes explica que a través de una ordenanza de estímulos tributarios se redujeron las tasas a las propiedades horizontales, en fusiones, en divisiones y en nuevas organizaciones. Lo mismo ocurrió con las patentes, que tuvieron descuentos. “Eso impulsó mucho a que mucha gente haga su domicilio tributario aquí en Samborondón”, acota. Por otra parte, esto impulsó el sector inmobiliario al aumentar la demanda de oficinas o centros de negocios. Todo esto forma parte de la estrategia de crecimiento que maneja el cantón al que el río Babahoyo separa de Guayaquil.