Loja, una provincia que aspira a una matriz productiva diferente
Una persona sabe que está llegando a la provincia de Loja cuando observa el tráfico constante de transporte pesado vacío o cargado, según la dirección a la que se dirija. Esa gráfica representa mucho la actualidad económica de la provincia. El comercio y el transporte son los principales baluartes en sus ingresos, pero se ven condicionados y limitados. A nivel nacional, Loja ocupa el puesto 14 de las 24 provincias con mayores ingresos por ventas y exportaciones.
La provincia está compuesta por 16 cantones, pero muy distantes entre sí. Por ejemplo, viajar desde la capital hasta Macará, el límite interandino del Ecuador, toma tres horas y media. Mientras que, a Catamayo, el segundo cantón con mayor facturación, se tarda 40 minutos hasta una hora y media, siempre dependerá del tránsito. Loja es una paradoja porque el comercio es su principal fuente de ingreso, a pesar de las complicaciones que conlleva la logística y el transporte.
Según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI), en el último año se facturaron 2.146 millones de dólares por ventas locales e internacionales en la provincia. De ese valor, el 44 por ciento corresponde al sector comercial. Diego Cueva, director de la maestría en Finanzas de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), indica que la dinámica se centra en un consumo interno y una fuerte esencia emprendedora de los lojanos. “También existe un alto porcentaje dentro del comercio informal”, añade el académico.
Juan Carlos Luna, presidente de la Cámara de Comercio de Loja, agrega que la cercanía con la provincia de Zamora Chinchipe también fortalece al sector comercial lojano. “Ellos vienen acá a surtirse de materiales de construcción, servicios, repuestos automotrices, etc”, describe. Sin embargo, hace menos de una década enfrentan una realidad que cambió la dinámica: el auge de la minería en su provincia vecina.
Zamora Chinchipe alberga los dos proyectos mineros más grandes del país: Mirador y Fruta del Norte. Esto ha impulsado que esa provincia pase de facturar 300 millones de dólares anuales en 2018 a cerca de 3.000 millones en el último año. A Loja le ha repercutido esa bonanza, positiva y negativamente. En lo positivo, Cueva (UTPL) resalta que las deficiencias en las zonas mineras obligaron a que esas empresas tengan convenios con los prestadores de servicios lojanos. “La parte hotelera ha tenido un desarrollo importante”, comenta. Es decir, para llegar a los campos, los mineros son trasladados vía aérea a Catamayo, se reúnen, comen o pernoctan en Loja y después se movilizan hacia Zamora.
Por otra parte, el traslado de los productos mineros también pasa por Loja. Ambas compañías utilizan las instalaciones de Puerto Bolívar, en Machala, para exportar los minerales. De tal modo que los camiones pesados que trasladan esa minería pasan salen del Oriente, suben por Loja y vuelven a bajar a la Costa, todos los días. Eso ha generado que el tránsito en las vías sea pesado. Lenin Astudillo, fundador de la compañía de transporte Vicas Trucks, critica que ese movimiento ha dañado las vías y ni siquiera se cobra un valor de peaje para su mantenimiento.
Ante estos escenarios complejos se buscan oportunidades en lo intangible. Por ejemplo, el sector comercial e industrial han optimizado los métodos para distribuir sus productos. Un ejecutivo lojano nos explicó que, para llegar a más cantones, las compañías buscan una distribución horizontal, donde varios clientes utilizan un camión donde pueden colocar poco producto, pero con la garantía que alcanzarán más distancias. O, según la demanda del mercado, prefieren una distribución horizontal, donde pocos clientes llenan un camión, pero con mayor volumen de carga.
El turismo es otra de las aspiraciones que la provincia aspira explotar. Tanto por el Festival de Artes Vivas, el evento cultural más importante del país, como por la Romería de la Virgen del Cisne, movilizan a cientos de miles de personas en todo el país. Por su parte, la educación juega un rol fundamental porque es uno de los sectores que más aporta al desarrollo social y económico de la provincia.
La agricultura se desarrolla a menor escala, según Cueva, debido a las complicaciones en los sistemas de riego o la inversión de nuevas tecnologías. Del mismo modo, la diferencia de costos con Perú no impulsa tampoco un comercio internacional. Con respecto a la inversión pública, los proyectos energéticos eólicos son una promesa cuyos vientos soplan y se esperan sus réditos.