¿Logrará Ecuador recuperar su economía este 2022?

Si desde 2015, Ecuador ya era un paciente crónico con síntomas de desaceleración económica, el 2020 significó una debacle cuando la pandemia de la COVID-19 golpeó al país y al mundo. Aunque un exitoso plan de vacunación se puso en marcha en 2021, dos años después de la emergencia sanitaria, la economía no termina de convalecerse.

En tiempos prepandemia, la economía ecuatoriana venía registrando un prolongado proceso recesivo. Entre 2015 y 2019, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE) el crecimiento promedio apenas alcanzó 0,5% de variación anual. Pero en 2020, la caída fue estrepitosa, hasta llegar a -7.8%.

Las variables más golpeadas, según un estudio de Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron: la inversión, el número de horas trabajadas (por pérdida de empleos) y el tipo de cambio de las divisas se volvió desfavorable.

“El 2020 nos enseñó cuán débil es nuestra economía. Esta tasa de caída fue una de las más altas de la región, superada solo por Venezuela. Fue una crisis disruptiva por la extensión y la profundad: casi se quiebra la cadena de pagos, se afectó la producción, el consumo... Un golpe en diferentes frentes. Es decir, una crisis mucho más fuerte que la sucedida durante la dolarización”, opina Santiago García Álvarez, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha.

Tras ese episodio, en 2021 la economía comenzó a tener un respiro. La recuperación provino principalmente de las exportaciones (petróleo, camarón, minería) e importaciones totales, con cifras incluso superiores a las registradas en años prepandemia (2018 o 2019). Sin embargo, el consumo de hogares y la inversión (FBKF) continuaron estancados. Estos datos están reflejados en el análisis realizado por el Colegio de Economistas de Pichincha, denominado “Situación macroeconómica en 2021 y perspectivas 2022”.

“En la recuperación de 2021 tuvo un papel fundamental el exitoso plan de vacunación. Esto le dio más confianza a la población, nos permitió volver al consumo”, agrega García, quien está escribiendo un libro que recoge la tragedia económica y social que significó la llegada de la pandemia.

En tanto, en este 2022 el destino de la economía ecuatoriana podría ser alentador, pero no satisfactorio. Según las previsiones del Banco Central del Ecuador, el PIB tendrá en este año un crecimiento de 2,55 %, apalancado principalmente por el crecimiento de las exportaciones y la recuperación del consumo de hogares.

EL CRECIMIENTO PREVISTO PARA 2022 PODRÍA NO CUMPLIRSE

A García, quien también es docente universitario, le preocupa que, pese a que la tasa de recuperación prevista por el Banco Central es baja, esta no llegue a cumplirse.

Para argumentar su idea cita el análisis hecho por el gremio de economistas, en el que se nota una recuperación en el primer semestre de 2021, pero en el segundo semestre se ve cómo algunos sectores (construcción, manufactura, industrial textil) comienzan a desacelerar su ritmo de crecimiento. Hasta que, a puertas de 2022, llega una nueva ola de contagios que genera un pequeño nuevo golpe, y, enseguida se presenta la guerra entre Rusia y Ucrania que da un porrazo directo a exportadores de banano y flores.

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“Hay una incertidumbre muy fuerte de que, quizás, no podamos llegar a este crecimiento pequeño del 2,55 % que dice el Banco Central. Esto lo decimos para advertir de que debemos buscar nuevas políticas, hacer un mayor esfuerzo. Es preocupante porque se suponía que el 2022 era un año de plena recuperación”, sentencia García.

Por su parte, el exdirector de estudios económicos de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Freddy García, considera que crecer al 2.5 % es bastante factible. “Sin embargo, es insuficiente para alcanzar los niveles prepandemia del PIB. Ecuador necesitaría crecer a una tasa superior al 4 % para alcanzar el nivel prepandemia”, asegura.

¿QUÉ SECTORES SE HAN RECUPERADO Y CUÁLES AÚN NO LO LOGRAN?

A decir de Freddy García, quien también es consultor económico de la firma Inteligencia Empresarial, hasta la fecha, a nivel de ventas dentro del país solo 7 de 21 sectores han alcanzado sus niveles prepandemia.

En la lista de recuperados estarían: comercio; manufactura; agricultura, ganadería y pesca; minas y canteras; suministro de electricidad, gas vapor y aire acondicionado; distribución de agua, alcantarillado y gestión de desechos; y atención a la salud, dice García citando datos del Servicio de Rentas Internas (SRI).

Por otro lado, el consultor coincide con el Colegio de Economistas en que uno de los sectores que sigue golpeado es el de la construcción. “No se recupera porque era un sector que estaba bastante atado a la inversión pública” comenta.

Otro sector que todavía no se recupera, aún con el relajamiento de medidas, es el turismo. “Empieza a reactivarse, pero la gente no sale ni consume como antes porque los hábitos cambiaron y porque no tienen la capacidad de consumo”, explica.

Frente a esta situación, García considera importante que se genere un ambiente de certidumbre para las nuevas inversiones a través de seguridad jurídica y reglas claras. Y apuesta por una reforma laboral, pendiente de envío por parte del Ejecutivo, que dinamice el empleo.