El emprendimiento crece en Ecuador, ¿Cómo asegurar el primer paso?
El camino del emprendimiento es la ruta por la cual varios ecuatorianos transitan para contrarrestar la situación económica del país. Si bien, el Ecuador es reconocido como uno de los países con más emprendedores del mundo, su tasa creció debido a la pandemia.
Según la organización Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), la tasa de emprendimiento del Ecuador se elevó al 4,7%. Dentro de dicho crecimiento, la AEI ha identificado que los segmentos de innovación y transformación digital serán aquellos que más saldrán a flote en 2022.
“Lo más importante de emprender es entender que siempre habrá dificultades pero que pueden ser superadas, la clave está en tener claridad del negocio que queremos impulsar, un objetivo, conocer el mercado y tener una hoja de ruta a groso modo”, señala Juan José Espinoza, gerente general de PayPhone, una plataforma de cobranza que sirve de apoyo a los nuevos negocios.
Quien decide emprender debe evaluar sus habilidades personales en distintas áreas donde pueda desarrollar un producto o servicio. “Es recomendable establecer el sistema más adecuado de producción y el perfil de los consumidores”, agrega Espinoza. La planificación es otro rol clave. Dentro de ese tiempo se debe considerar la compra de insumos o materia prima, así como la logística, puesto que ahí se asegura el éxito del negocio.
“Con el producto o servicio planificado, llega el momento de configurar y analizar los canales de accesibilidad, a través de los cuáles los consumidores accederán a los mismos. Redes sociales, páginas web o catálogos de WhatsApp, se han convertido en los favoritos”, acota Espinoza. Del mismo modo, se debe adaptar una gestión al plan de negocios. Así se diseñan alternativas para que el producto siga siendo atractivo.
Por otra parte, el ahorro de recursos resulta fundamental para el soporte de las operaciones. El emprendedor debe evaluar si es indicado arrendar un espacio físico o si puede adaptar el espacio dentro de su casa o un inmueble que disponga. Las herramientas digitales gratuitas para comercializar o pagar también deben ser aprovechadas.