Mougli: el mono aullador bebé que luchó por su vida luego de ser traficado

Esta serie de reportajes narra historias de animales que fueron víctimas de caza, tenencia y tráfico ilegal de vida silvestre, posteriormente rescatados para ser rehabilitados y reinsertados en sus hábitats naturales.
Daniel Tristancho
Foto: Cortesía de Proyecto Sacha

Los animales son sujetos de derechos de protección en Ecuador. Este reportaje forma parte de un seriado que narra historias de animales víctimas de caza, tenencia y tráfico ilegal de vida silvestre, posteriormente rescatados para ser rehabilitados y reinsertados en sus hábitats naturales; aunque no todos lograron sobrevivir.

Mougli era un mono aullador de la costa, un bebé de una especie vulnerable, que fue capturado en su hábitat natural, separado de su familia y traficado con tan solo unos días de nacido. Abandonado en una unidad policial, fue cuidado por el equipo médico de Proyecto Sacha, que guardaba esperanzas de restablecer su salud y reinsertarlo en la vida silvestre. No obstante, los daños de la agresión que sufrió fueron tan graves que no logró sobrevivir.

Esta es su historia:

De pronto, los rayos de luz que atravesaban las enramadas infinitas de su hábitat natural en los bosques húmedos tropicales o deciduos de la costa ecuatoriana, fueron sustituidos por una fina y tenue línea de sol, que alumbraba su diminuto encierro en una caja de cartón. Sin sentir el tacto de su madre, Mougli, un pequeño mono aullador negro que tenía tan solo días de nacido, aguardaba mientras era llevado a un destino desconocido.

No estaba claro su pasado, solo que había aparecido dentro de una caja en una unidad policial al sur de Guayaquil, a finales de noviembre del 2021. Por encontrarse en la ciudad, se podía asumir que fue traficado en algún punto, posiblemente para ser condenado a vivir como mascota de alguna persona, a pesar de ser una especie vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Cabía en la palma de una mano. Esto era lo que más llamaba la atención del equipo médico de Proyecto Sacha, una organización de conservación de fauna silvestre, quienes asumieron su cuidado en diciembre de 2021, con la esperanza de que algún día pueda volver a vivir libre en el bosque que nunca le debió haber sido arrebatado, junto a la tropa con la que estaba destinado a estar.

Foto: Cortesía de Proyecto Sacha

"Siempre es terrible que te llegue un bebé... porque sabes que es lo que pasó a su madre, a toda su familia, y lo que le espera”, relata la Dra. Eliana Molineros, directora del Proyecto Sacha, rememorando su primera impresión al conocer a Mougli y llevarlo a Mansión Mascota, el centro clínico veterinario ubicado en Guayaquil donde se repondría.

Sin el cuidado de su madre, ni su vigilia mientras aprendía las habilidades que debía desarrollar para sobrevivir en su hábitat natural, Mougli dependía de aquellos humanos que hacían todo a su alcance para cubrir el importantísimo rol que su madre habría tenido en su desarrollo físico y emocional.

“Al principio no tenía una ganancia de peso normal porque no había forma de que obtenga todos los nutrientes que recibiría de forma natural de su madre. En estos casos suele haber un crecimiento un poco retrasado de lo que habría sido en vida silvestre”, explica la Dra. Molineros.

A pesar de ser solo un bebé y tener cuidadores, Mougli podía sentir un profundo sentimiento de abandono por estar lejos de su hábitat. “Es algo que ves en la mirada porque lo expresan a través de ella. Alguien que presta atención puede conocer sus sentimientos. Tienen muchas expresiones que a veces hasta podrían resultar humanas”, cuenta la Dra. Molineros.

Manteniendo siempre un balance entre no dejar que la pena lo aflija ni que se apegue mucho a ellos -puesto que esto supondría un problema para su reinserción- los veterinarios le daban el calor, contacto, alimento especializado, rehabilitación motriz y entre otras cosas. Su peso se estaba restableciendo y su masa muscular se estaba fortaleciendo.

"Aplaudíamos cada vez que daba un paso, pero asimismo, no sabíamos cuánto iba a durar la alegría", recuerda Molineros. La veterinaria reflexiona sobre lo extremadamente difícil que es para un paciente de tan temprana edad como Mougli, sobrevivir al ser extraídos de su hábitat, aún cuando están amparados por un equipo médico.

Foto: Cortesía de Proyecto Sacha

Su pequeño cuerpo reposaba en la incubadora y sus llamados no se hacían esperar cuando dejaba de ver personas a su alrededor. Después de todo, su especie es muy sociable por naturaleza. Le gustaba estar acompañado.

Todos los días teníamos fe en que lo lograría. Cada gramito más que pesaba y cada paso más que daba era aplaudido”. Molineros rememora con alegría el momento en que Mougli trepó por primera vez un pequeño árbol frente a ellos, aferrándose fuerte a las ramas y observando con curiosidad las hojas y todo lo demás que le rodeaba, como si por un minuto hubiera vuelto a casa.

Una mañana de enero del 2022, después de 45 días de haber llegado a manos del equipo médico de Proyecto Sacha, su madre nodriza descubrió que Mougli había fallecido, en el mismo lugar en el que había dormido plácidamente al calor de la incubadora, con menos de dos meses de vida.

Con dolor, los veterinarios descubrieron la causa de su repentina muerte: un fragmento de proyectil dentro de su pecho. El diminuto pedazo de metal le generó una pequeña malformación en su pecho semanas atrás, que no pudo ser analizada por su temprana edad, además padecía una enfermedad gastrointestinal desarrollada tras haber sido privado de consumir su dieta natural, proveída por su madre, la cual evitaba que absorba los nutrientes de alimentos ingeridos.

El fragmento de bala que fue encontrado dentro del pecho de Mougli. Foto: Cortesía de Proyecto Sacha

Lo que había sucedido con su madre y el resto de su grupo era claro tras aquella revelación. Traficantes les habían disparado para arrebatarle a Mougli y posiblemente más crías que no habían logrado ser rescatadas. Todo con el fin de suplir una demanda siniestra de personas que disfrutan encerrarlos dentro de cuatro paredes.

¿CÓMO AYUDAR?

Así como Mougli, hay muchos más animales silvestres que pertenecen a especies en riesgo de conservación y, sin embargo, siguen siendo objetivos de tráfico y tenencia ilegal.

Al día de hoy, en Ecuador hay 125 especies en peligro crítico, 283 especies que se encuentran en peligro y 344 especies vulnerables, según indica el Director de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Byron Lagla. Estos números asegura, aumentan progresivamente con el pasar de los años.

El tráfico y tenencia ilegal de animales silvestres está penalizado en el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal: “La persona que cace, pesque, tale, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, introduzca, almacene, trafique, provea, maltrate, se beneficie, permute o comercialice, especímenes o sus partes, sus elementos constitutivos, productos y derivados, de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática, de especies listadas como protegidas por la Autoridad Ambiental Nacional o por instrumentos o tratados internacionales ratificados por el Estado, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”.

Pero además existen agravantes de las sanciones, como el hecho de que el delito se suscite en zonas de incubación, que tengan como objetivo especies en riesgo de extinción o que se de en un área protegida, entre otros.

Cualquier ciudadano puede denunciar un caso a las autoridades o notificar el avistamiento de un animal silvestre dentro del entorno urbano. Mónica Cabrera, directora de comunicación de Rescate Animal, explica que “ el protocolo a seguir es comunicarse con el ECU 911, quienes están relacionados con la Policía del Medio ambiente y el Ministerio”.

Cabrera hace énfasis en no comprar animales silvestres, aunque se lo haga con el afán de ayudar al animal, porque se beneficia a las redes de tráfico. Además recomienda, solo en casos que no representen un riesgo, grabar videos y tomar fotos cuando uno sea testigo de algún acto de tráfico y tenencia ilegal de fauna, para que al notificar a las autoridades se pueda presentar evidencias del delito.

Con respecto a la decisión de la Corte Constitucional (CC) de reconocer a los animales como sujetos de derechos de protección por formar parte de la naturaleza, Lagla señaló que “para los procesos administrativos y penales ya no deberán solicitar agravantes, sino solamente solicitar el inicio del proceso. Para nosotros (el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica) es un hito”.

A partir de la decisión de la CC, existe un plazo de 60 días para desarrollar instrumentos normativos con la ayuda de otras instituciones, como la Fiscalía General del Estado y el Consejo de la Judicatura.

Durante el 2021, se ejecutaron 897 rescates y decomisos de especies de fauna silvestre por parte del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica. Con los nuevos instrumentos normativos se espera fortalecer el marco jurídico que protege a la fauna silvestre, con el fin de que los casos de tráfico y tenencia ilegal sean cada vez menos.