Campamento de tortugas marinas en Manabí se declara en emergencia: intensos oleajes destruyeron su infraestructura
Nidos de tortugas marinas destruidos y palos rotos que antes levantaban el centro de conservación “Campamento Reina Laúd”, ubicado en la playa San Clemente de Manabí, son algunas de las consecuencias de los fuertes oleajes y aguajes que golpean a las costas de Ecuador.
Este campamento regentado por la Fundación Contamos Contigo Ecuador, y que había logrado tener un éxito de eclosión de huevos de tortuga del 80%, hoy está despedazado por fenómenos naturales, que cada año se vuelven más devastadores a causa del cambio climático.
Las tortugas marinas tienen uno de los comienzos más desafiantes del mundo animal, solo una de cada 1.000 que salen del huevo logra sobrevivir. La crisis climática, la pérdida de su hábitat, la pesca incidental, la caza furtiva y otras actividades humanas han causado que todas las especies de tortugas marinas se encuentren en riesgo de extinción.
Contamos Contigo Ecuador generó un cambio importante en la estadística de sobrevivencia de estos grandes reptiles de caparazón duro. Son el primer frente de rescate de especies marinas en las costas de Manabí y dentro del Campamento Reina Laúd pudieron proteger a decenas de nidos de tortugas, hasta la reciente alerta de oleaje.
“Nosotros manejamos una tabla de mareas, vemos cuándo va a haber aguaje y así sabemos si el nido se pierde o no, pero (los primeros) oleajes no estaban marcados, son oleajes fortuitos”, señala Kerly Briones Cedeño, vicepresidenta de la Fundación creada en 2019 con el propósito de proteger a las cuatro especies de tortugas que llegan hasta Ecuador y sus nidos.
La Fundación, formada por voluntarios y comuneros, acaba de lanzar una campaña de recaudación de fondos para restaurar el campamento, lo que les permitirá continuar con su labor de conservación y protección de nidos.
Conoce cómo puedes ayudar a salvar el Campamento Tortuguero Reina Laúd en contamoscontigoecuador.org/el-campamento-tortuguero-reina-laud-necesita-nuestra-ayuda.
SALVAR TORTUGAS
Hasta antes de 2017, la playa Crucita de Portoviejo en Manabí, era escenario de tortugas varadas, otras aparecían con golpes en la cabeza, no había nadie que controlase los nidos de decenas de tortugas golfinas -las más comunes en Ecuador- que llegaban a la zona. Los nidos eran pisados por turistas o compactados por el agua de piscinas provenientes de casas frente al mar. Y si los huevos lograban eclosionar, muchas tortugas terminaban en las fauces de perros o aplastadas en la carretera junto a la playa.
Así nació el primer grupo de voluntarios y comuneros que bajo el nombre de “Golfinas en la Bella”, se organizaron en Crucita para proteger a estos milenarios animales, que ya nadaban en los océanos desde la era de los dinosaurios. Así es, muchísimo antes que nosotros.
Para tener una idea de su importancia, las tortugas marinas son pieza clave en la conservación de los pastos marinos y de los arrecifes coralinos, ecosistemas que funcionan como depósito de carbono. Sin ellos, miles de millones de toneladas de CO2 y de otros gases de efecto invernadero terminarían en nuestra atmósfera (según datos de Naciones Unidas). Es decir, tendríamos una tierra aún más caliente, con más desastres naturales y con más especies animales extintas.
Fundación Contamos Contigo Ecuador nace un año antes de la pandemia del coronavirus, con la misión de proteger a estas tortugas y a otras especies de fauna marina. Sus fundadores, Juan Fernando Pesántez Muñoz y Kerly Briones Cedeño, han logrado integrar a esta iniciativa a las comunidades aledañas a las playas, redes ambientales y a varias universidades.
“En gran parte de Manabí, principalmente por esta zona (San Clemente) no hay playas, entonces las tortugas por lo general dejan los huevos en zonas expuestas a marea, si no realizamos las reubicaciones, los huevos y la anidada se pierden por temperatura y humedad”, comenta Juan Fernando, biólogo marino y máster en Proyectos de Investigación en Medio Ambiente.
Actualmente cuentan con un permiso de investigación para tortugas marinas y esperan poder construir en el Campamento Reina Laúd un centro de rehabilitación de fauna marina, porque aseguran, las autoridades ambientales no cuentan con los recursos suficientes para proteger a estas especies amenazadas.
“Hace muchos años las tortugas llegaban aquí, ponían sus huevos, pero ya no hay playa y con estos fenómenos de ahora de repente llega el oleaje y se fueron todos los nidos. Sin nuestro trabajo nos podríamos quedar sin tortugas en esta zona, en donde ellas tienen su impronta porque donde nacen tienen que volver”, señala Kerly, quien además es ingeniera en ecoturismo.
El trabajo es 24/7. Las tortugas suelen poner sus huevos en la noche y a veces la única forma de ubicar los nidos es a través de las huellas que van dejando con sus aletas. “El trabajo de conservación no es solo poner un cerco y nos fuimos, siempre estamos pendientes, limpiando alrededor, viendo que no se tire basura, todos los días”, agrega Kerly.
Lograron levantar el campamento con financiamiento externo, gracias a The Turtleman Foundation. Parte de los implementos los consiguen con ayudas de la ONG Wild Aid, pero siempre hacen falta más. Por eso, en su página web https://contamoscontigoecuador.org cuentan con un sistema de donaciones y programas como ‘Apadrina una tortuga’, por el cual recibes una foto de una tortuguita camino al mar junto a tu nombre dibujado en la arena, a cambio de 5 dólares.
Otras fuentes importantes de ayuda son la Red estudiantil de voluntariado ambiental (REVA) y SOA Ecuador.
Los pilares de Contamos Contigo Ecuador son sus miembros y colaboradores, como los comuneros Jhonny Moreira y su esposa Siria, encargados de rastrear huellas de tortugas; o Helge Contag, quien desde su parapente también busca cualquier señal de anidamiento.
Gracias a su trabajo más de 5.000 tortugas nacieron en 2022, cuando antes la estadística era de 3.000.
LA PRIMERA ECLOSIÓN DE HUEVOS DE TORTUGAS LAÚD
Las tortugas Laúd son las más grandes de estos reptiles y las que pueden bucear a mayor profundidad. Lamentablemente, están en peligro crítico de extinción y los científicos creen que podrían desaparecer definitivamente en 30 años.
Aunque no se tenía registro alguno de una eclosión de huevos de estas tortugas en Ecuador, en 2019 Johnny y Candy dieron la alerta de un posible nido. La Fundación se movió hacia la zona y comprobó la feliz noticia. Con tubos y mallas protegieron el nido y lo monitorearon por cerca de 60 días, hasta el día del nacimiento.
Este hecho histórico estuvo acompañado con otros tres nidos de la misma especie de tortuga, todos fueron un éxito.
La Fundación espera repetir esta hazaña pronto, pues las Laúd suelen llegar entre noviembre y marzo a las playas de Manabí. Hasta entonces, el equipo de Contamos Contigo Ecuador tiene la dura tarea de reconstruir su campamento, el único de su tipo en el Ecuador continental.