Adiós al rey Pelé: la promesa de un niño que jugaba fúbtol descalzo y terminó ganando 3 mundiales
La creación del fútbol se le atribuye a los ingleses por su reglamentación en 1863, sin embargo, el único rey que ha tenido el deporte más popular y seguido del mundo, es brasileño.
Edson Arantes do Nascimento, más conocido como Pelé, falleció a los 82 años, dejando un trono en el que difícilmente alguien podrá sentarse.
Faltaban pocos días para que culminara el 2022 y la fiesta no era la misma de todos los años, el júbilo de las personas por recibir el año nuevo tenía un tinte de preocupación, sobre todo para los amantes del balompié.
‘El rey del fútbol’, se encontraba hospitalizado por un cáncer que padecía en el colon, con el paso de los días la situación se agravó, y en una habitación del centro médico Albert Einstein, en Sao Paulo, Pelé dio su último aliento acompañado de sus seres queridos.
Hoy 29 de diciembre, podemos asegurar que para los amantes del fúbtol, Dios era humano, era ese jugador que se llevó tres títulos mundiales de selecciones, dos de clubes y 1283 goles en su carrera.
EL AMOR POR EL FÚTBOL
Desde muy temprana edad el amor incondicional de Pelé por el fútbol era notorio y su madre lo sabía. A los 10 años, Edson jugaba descalzo pateando un balón hecho de telas en las calles sin asfaltar de Minas Gerais, por esto, su madre lo castigó con lo que más le dolía, le prohibió escuchar la final del Mundial entre Brasil y Uruguay.
Sin embargo, el niño buscó la manera de esuchar el partido desde un rincón y presenció la derrota de su selección acompañado de las lágrimas de su padre.
En un acto por consolarlo, Edson con la inocencia de un niño de 10 años le dijo: “No llore, papá. Yo voy a ganar una Copa del Mundo para usted. ¡Se lo prometo!".
Pelé estaba dispuesto a cumplir la promesa que le había hecho a su padre, por lo que el esfuerzo y la perseverancia jugaron un papel fundamental durante los siguiente años.
El duro camino tuvo sus frutos a los 16 años, cuando Pelé entró en las filas del Santos FC, el equipo de sus amores, donde destacó por sus rápidas gambetas, por su velocidad y por su potente disparo con ambas piernas.
El brasileño realizó una gran temporada con Santos, por lo que el entrenador de Brasil, Vicente Ítalo Feola, decidió llevar a un joven Pelé de 17 años a disputar el Mundial de Suecia 1958, una decisión que cambió la vida del astro brasileño.
Pelé, con el desparpajo propio de un adolescente de 17 años, demostró sus cualidades en el Mundial, la cita más importante del fútbol.
Anotó tres goles en la semifinal con Francia y dos más en la final contra el anfitrión, con esto Brasil fue campeón del mundo por primera vez en su historia y Pelé recibió el apodo ‘O Rei’.
Obtener un Mundial es el máximo logro en la carrera de un futbolista, por lo que Pelé no se conformó con ganar solo uno. Levantó las copas del mundo en Chile 1962 y México 1970.
‘O Rei’ es el único futbolista en ganar tres Mundiales, una marca muy complicada de alcanzar para cualquier jugador.
PELÉ COMO ÍDOLO
Pelé fue reconocido en todo el mundo por su grandeza, humildad y estilo para jugar fútbol, por lo que el respeto por el brasileño era enorme, incluso una historia cuenta que ‘O Rei’ fue capaz de paralizar una guerra en 1969, durante un conflicto civil en Nigeria, en el que las fuerzas rivales declararon una tregua para que Pelé y su equipo, el Santos, pudiesen actuar en el país africano.
Lo que generaba Pelé en las personas era solo comparable con lo que fue Maradona para Argentina, ambos eran vistos como una entidad superior a todos.
“En algunos países querían tocarlo, en otros darle un beso. En otros incluso besaban el suelo por donde él pisaba. Me pareció hermoso, sencillamente hermoso”, confesó Ronaldo Nazario, hablando sobre ‘O Rei’.
Dentro de las canchas, Pelé fue un extraterrestre capaz de provocar alegría con solo verlo patear una pelota o realizar un regate.
En poco más de dos años se han marchado los dos mejores jugadores del siglo XX, denominados por la FIFA (Maradona y Pelé), pero el legado que han dejado tanto en títulos como en emociones es incomparable. Pelé se vuelve leyenda.