"Dan ganas de llorar": Ecuador inicia apagones programados de hasta 14 horas diarias por tres días

Esta es la medida más estricta hasta ahora del Gobierno de Noboa para aliviar las consecuencias de la "peor sequía" que enfrenta el país en 60 años.
Redacción Vistazo y AFP
Vista de la ciudad de Quito previo al corte programado de energía que inició el viernes 25 de octubre.

Angustia, lágrimas y millonarias pérdidas económicas. Ecuador se enfrenta a cortes de luz prolongados, que este viernes 25 de octubre de 2024 se extendieron a 14 horas diarias, la medida más estricta implementada hasta ahora para mitigar los efectos de la peor sequía en seis décadas.

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"Hemos tomado la difícil pero responsable decisión de ajustar el plan de racionamiento, incrementándolo de 8 a 14 horas por día," anunció Inés Manzano, ministra interina de Energía, en redes sociales.

El nuevo programa de apagones programados será revisado este domingo 27 de octubre, dejando en suspenso el plan de reducir los cortes a solo cuatro horas diarias en la primera semana de noviembre.

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Aunque sin mencionar la crisis energética, el gobierno suspendió actividades laborales y académicas para el 31 de octubre, justificando que esta decisión busca "fortalecer la actividad económica" en el feriado por el Día de Difuntos y la Independencia de Cuenca.

“Enfrentamos nuevos desafíos que exigen nuestro esfuerzo conjunto para salir adelante. Ante cada crisis, nos levantamos con fuerza,” declaró el presidente Daniel Noboa durante un acto militar el miércoles 23 de octubre.

En Quito, la desesperación se apoderó de los comerciantes cuando el gremio de industriales estima que por cada hora de apagón Ecuador pierde 12 millones de dólares.

Una mujer acomoda frutas y vegetales en una tienda de Quito, en medio del corte de luz programado.

"Me dan ganas de llorar, esto es peor que en la pandemia (de covid-19). En la pandemia podíamos vender a escondidas o a domicilio, ahora no se vende nada. Nosotros vivimos del día, no se saca copias (fotocopias), no hay internet", dice a la AFP Isabel Corella, de 57 años y propietaria de una papelería en el barrio de Nayón, en el noreste de Quito.

En las calles de Guayaquil el escenario es similar. El ruido de los generadores interrumpen la cotidianidad del puerto. Para evitar robos, sus propietarios los atan a postes con cadenas metálicas.

Además de los apagones, los ecuatorianos cargan con la cruz de la violencia impuesta por bandas narcotraficantes. La nación cerró 2023 con el récord de 47 homicidios por cada 100.000 habitantes.

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En ese contexto, el miedo a las tinieblas aumenta. Los negocios cierran antes de la hora habitual, dejando barrios fantasmas.

"Los comedores (restaurantes) ya no están abriendo porque no tienen como mantener sus productos", comentó a la AFP Enrique Lindao, un comerciante guayaquileño de 60 años.

Una mujer cierra la puerta de un restaurante sin electricidad en Quito. Propietarios de negocios denuncian los desafíos de mantener sus negocios con los cortes de luz.

El desconsuelo también invade a los familiares de enfermos que dependen de equipos para sobrevivir o que deben mantener medicación en frío.

William Oñate, de 52 años, relata que debe envolver en bolsas de hielo la insulina de su esposa. "Estamos aguantando con paquetes de hielo, pero con 14 horas (de apagón) no sabemos. El hielo no aguanta ni las siete horas", expresa.

La sequía en Ecuador redujo este 2024 a mínimos históricos el nivel de los embalses de centrales hidroeléctricas, que generan el 70% de la demanda nacional.

En abril, el Ejecutivo ya impuso cortes de hasta 13 horas diarias.

Ecuador atraviesa "una crisis dinámica y sin precedentes que nos obliga a adaptarnos a escenarios cambiantes", manifestó Manzano.

Recordó que "toda Sudamérica enfrenta una sequía sin precedentes". Este año, la región encendió las alarmas ante una prolongada temporada seca asociada al cambio climático, que ha ocasionado racionamientos de agua y energía e incendios forestales en varias naciones.

El panorama cada vez se oscurece más para los 17 millones de ecuatorianos. La alta demanda de generadores eléctricos, baterías, focos recargables y linternas ha disparado su precio. Una fábrica de velas en Quito pasó de producir 4.500 a 45.000 al día.

Ecuador necesita unos 4.600 MW y afronta un déficit de al menos 1.600 MW.

El ministerio de Educación modificó los horarios de clases en los establecimientos estatales, retrasando una hora el ingreso y adelantando en una hora la salida para las jornadas matutina y vespertina, respectivamente. También ordenó la modalidad "no presencial" para quienes estudian por la noche.

Hace una semana, Noboa indicó que prevé incorporar a "mediano plazo" cerca de 1.600 MW al sistema nacional de energía, desde noviembre hasta el primer trimestre de 2025, mediante la generación térmica y la operación de otra hidroeléctrica.

Manzano señaló al canal Teleamazonas que negocia con Colombia la venta de electricidad. También golpeada por la sequía, la vecina nación dejó de suministrar 450 MW el 9 de octubre, aseguró.

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Ante la crisis hídrica y sus efectos, 20 de las 24 provincias ecuatorianas están en alerta roja.

La sequía también ha desencadenado incendios, una afectación en el suministro de agua potable y problemas en la producción agrícola y las telecomunicaciones.