"No tenemos nada que esconder", declara Roberto Luque sobre denuncia contra el alquiler de una planta eléctrica flotante
El ministro de Transporte y Obras Públicas de Ecuador, Roberto Luque, rechazó este viernes una denuncia presentada contra él en la Fiscalía por el proceso de alquiler de una central eléctrica flotante que llegará en las próximas semanas para hacer frente a la crisis energética del país y evitar nuevos periodos de apagones y racionamientos de electricidad como los vividos a finales de 2023 y en abril de este año.
En una conferencia de prensa realizada en Guayaquil, Luque, que durante tres meses ha llevado también de forma interina la cartera de Energía y Minas, estuvo a cargo de iniciar los procesos de licitación de la contratación de energía, de ellos solo uno referente a alquilar un barco generado de electricidad.
De acuerdo a Luque, el denunciante es el ciudadano Marlon Pasquel, de quien señaló que durante la pandemia de covid-19 ganó una licitación para la adquisición de mascarillas.
El ministro recordó que el presidente Daniel Noboa declaró el sector eléctrico en estado de excepción tras comenzar los apagones registrados en abril, una medida que según Luque facultaba al Gobierno para tomar "todas las medidas necesarias para solucionar la crisis, entre ellas la contratación directa de generación eléctrica".
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El titular de la cartera de Obras y Transporte explicó que, entre los requisitos para el alquiler de la planta eléctrica flotante estaba que la embarcación tuviese sistema de anclaje propio, de modo que el Gobierno se evitara construir uno, valorado entre 4 y 6 millones de dólares, con un plazo para las obras de entre seis y ocho meses.
Pese a haber podido hacer una contratación directa, Luque incidió en que el Ejecutivo optó por hacer un proceso rápido de licitación en el que se presentaron dos ofertas: la primera ofrecía un barco nuevo con sistema propio de anclaje y en alquiler, y la segunda presentaba un buque de 1971 sin sistema de anclaje y para adquirir.
"No tenemos nada que esconder. Los llamados a fiscalizar el proceso son bienvenidos, y yo haré lo posible para que las instituciones del Estado llamadas a realizar los controles pertinentes, los hagan", señaló Luque, quien acusó al "viejo Ecuador" de no saber funcionar sin corrupción.
"El fantasma de los contratos de emergencia del terremoto de 2016 les hace inconcebible pensar que existan contratos de emergencia sin corrupción", resaltó.
Luque señaló que sabía en lo que se metía cuando aceptó ser ministro de Noboa, y apuntó que durante el tiempo que estuvo a cargo del Ministerio de Energía y Minas conocía que asumió "un sector que históricamente y tradicionalmente ha sido botín de corruptos y ladrones".
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"Durante mi encargo, denunciamos a funcionarios públicos, a intermediarios de proveedores, a contratistas del sector y a sindicatos con sueldos dorados. La lista de empresas o personas que quieren hacernos daño mediático y legal son interminables, y con bastantes recursos", concluyó.
115 millones de dólares para alquiler
El nuevo ministro de Energía y Minas de Ecuador, Antonio Gonçalves, detalló el miércoles en una entrevista televisiva que el contrato de alquiler de la planta eléctrica flotante fue adjudicado a la compañía turca Karpower, para un periodo de 18 meses a cambio de 115 millones de dólares.
Gonçalves señaló que se espera que el buque pueda proveer de energía a Ecuador a partir de agosto, con una potencia de aproximadamente 110 megavatios.
El actual ministro de la cartera de Energía detalló que la central eléctrica flotante partió de Turquía a mediados de junio con destino a un país de Latinoamérica, pero ahora llegará a Ecuador tras el contrato que esperan firmar la próxima semana.
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A finales de 2023 y a mediados de abril pasado, sendos periodos de sequía dejaron al descubierto los problemas del sector eléctrico nacional, altamente dependiente de la energía hidroeléctrica y del suministro procedente de Colombia, lo que causó apagones y racionamientos de electricidad programados de hasta trece horas de duración en algunos puntos del país.
Se calcula que cada hora de racionamiento eléctrico provoca en el país pérdidas por unos 12 millones de dólares.