Luisa Maldonado ofrece construir nuevas terminales terrestres y que el Centro Histórico sea 24/7

Confía en la empresa privada y cree que las alianzas público-privadas servirán para darle un empuje a la productividad y la generación de empleo. Ofrece traer 400 millones de dólares de la banca internacional para microcréditos.

Luisa Maldonado se lanza por segunda vez a la Alcaldía de Quito. La primera vez fue en 2019 con la Revolución Ciudadana. Quedó en segundo lugar, pero ella está segura de que le robaron las elecciones. Ahora se lanza al ruedo con el partido Avanza. Fue concejal de Quito por diez años, durante la administración de Augusto Barrera y Mauricio Rodas.

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Cuestiona que Quito tiene unos 4.000 policías metropolitanos. La mitad se dedican a la vigilancia del tránsito y, según Maldonado, los otros 2.000 han estado más ocupados de perseguir a los comerciantes informales.

Ella propone que estos agentes se ocupen de la inseguridad con una política de prevención y persuasión, en coordinación con la Policía Nacional. Estos policías deberían estar reubicados en los espacios públicos, paradas de buses, etc. Para ello haría falta capacitación.

De todos modos, su estrategia más importante es la articulación social y organización barrial, aunque también ofrece alarmas comunitarias, botones de pánico y toda la tecnología que pueda estar conectada con el ECU911.

“La solidaridad no es de propiedad de los pobres, quien viva en los barrios altos de El Batán, en Guamaní o en el Rancho San Francisco, donde sea tiene que entender que es necesario cuidarse, darse la mano, ayudarse y estar organizados. Justamente para que sirva esa alarma comunitaria.”

Sobre las tarifas del transporte público dice: “Tenemos que hacer un cálculo real que es para conocimiento municipal. Pero el pasaje que tiene que pagar el ciudadano es lo que pueda pagar, el transporte público es un derecho. Y, aquí y en todas partes, es subsidiado por el Estado, en este caso por el Municipio.”

Cree que unos de los grandes problemas es que el servicio está orientado de forma longitudinal, es decir, de Sur a Norte, pero hacen falta rutas transversales para conectar la ciudad.

Dice que en su administración se implementará el sistema de caja común y un sistema integrado para que el usuario pague una sola tarifa cuando esté articulado el Metro con el resto de buses.

Además, promete que logrará que el transporte sea 100 por ciento eléctrico. Sobre la ciclorutas, afirma que se evaluarán para reubicarlas, porque las que están construidas estarían afectando la movilidad. Esto vendría acompañado de la construcción de parqueaderos para bicicletas.

Maldonado está consciente de que el gasto corriente y el Metro de Quito merman el presupuesto de la ciudad y no queda mucho para obras.

Por eso dice que confía en la empresa privada para muchos proyectos, entre los cuales destaca dos nuevas terminales de transporte interprovincial en el Sur y Norte, porque dice que los de Quitumbe y Carcelén no brindan un buen servicio. Ofrece también al fin soterrar lo cables de alumbrado eléctrico y construir mercados mayoristas.

Gran parte del empleo que se genere, dice, será a través de alianzas público-privadas, y la economía solidaria. Asegura que traerá 400 millones de dólares de la banca internacional para microcréditos.

Para reactivar el turismo y comercio en el Centro Histórico, Maldonado ofrece transporte 24/7 en esta zona de la ciudad. Dice que agilitará los trámites para quienes quieran abrir negocios. Cree que se podría revivir la receta de la cerveza artesanal de San Francisco.

Además de hacer ferias artísticas temporales y tener vivo al Centro Histórico como teatreros. El comercio informal, que es una mala imagen para este especio, dice que será regularizado y quienes no se quieran acoger a este procedimiento, deberán salir.

Dice que su trayectoria como activista comunitaria le ha permitido tener compañeros que ahora le ayudan con movilización, realización de videos y otras actividades de campaña. También dice que hace rifas.

Cree que ya no ace falta hacer las campañas de mítines y tarimas, pues las redes sociales sirven para llegar a más gente. Estima que gastará 30 mil dólares, más las colaboraciones que reciba, llegará máximo a gastar unos 60 mil dólares.

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